Nunca grita el asesino

Escrito por Mariola Corega
Viernes, 16 Febrero 2024 21:03

La percepción del dolor es un fenómeno subjetivo que varía de persona a persona. Mientras que algunas personas pueden tolerar altos niveles de dolor sin inmutarse, otras experimentan malestar con el dolor más mínimo.

Sin embargo, la actividad física regular se ha demostrado como un método eficaz para minimizar la percepción del dolor.

El dolor es una respuesta del sistema nervioso que nos alerta de una posible peligro. Y ahí es donde quiero profundizar, las personas que no han hecho actividad física y/o deporte nunca o muy poco confunden las sensaciones de contracción muscular, elevación frecuencia cardiaca, etc... con situaciones de peligro, cuando solo es una respuesta, que en la medida adecuada, le va a llevar a la mejora de su condición física.

La manera en la que percibimos y respondemos al dolor puede ser influenciada por distintos factores, tanto psicológicos como físicos.

Cuando hacemos ejercicio, nuestro cuerpo libera endorfinas, neurotransmisores que actúan como analgésicos naturales del cuerpo. Estas endorfinas interaccionan con los receptores del dolor en el cerebro, bloqueando en cierta medida la señal de dolor. Por lo tanto, la actividad física regular puede ayudar a reducir la percepción del dolor. Pero tienes que dejar que esa hormona se libere.

Además de liberar endorfinas, el ejercicio también puede mejorar la condición física y fortalecer los músculos, lo que es positivo para minimizar los tan indeseables dolores de naturaleza artrosis.

Por ejemplo, si tenemos una lesión crónica, como una lesión en la espalda, el fortalecimiento de los músculos de la espalda y el abdomen ayudar significativamente a estabilizar la columna vertebral y reducir el dolor.

Por otro lado, al promover la liberación de serotonina y dopamina, neurotransmisores asociados con el bienestar y la sensación de felicidad, el efecto positivo en el estado de ánimo que ejerce la actividad física regular y proporcionada influye en gran medida en la percepción del dolor.

Dormir bien y descansar lo suficiente es crucial para la recuperación y reparación de nuestro cuerpo. Cuando estamos doloridos, el sueño puede verse afectado, lo que puede exacerbar nuestra percepción del dolor. Al mejorar la calidad del sueño, a través del ejercicio, podemos descansar mejor y reducir la sensibilidad hacia el dolor.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la actividad física no es una solución universal o única para todas las formas de dolor. Es importante consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier programa de ejercicio, especialmente si sufrimos de una lesión o condición médica crónica. Algunas personas pueden requerir ejercicios específicos o adaptados a su condición particular para evitar empeorar el dolor. Así que no todo vale.

Os voy a poner un ejemplo, no todos los estilo de Pilates son positivos para mejorar en cuadros de hernias discales, por ejemplo el pilates suelo, en su versión más clásica tiene casi un 70% de ejercicios de “flexión con carga”, si tienes artrosis hacer estiramientos estáticos donde llevemos a las articulaciones a posiciones de gran rasgo no es indicado, cuando tus niveles de estrés son muy elevados y estás inflando de cortisol el trabajo de alta intensidad no es adecuado si no lo llevas más allá de los 45’ para que este se estabilice, si lo que te pasa es que tienes déficit de sueño hacer ejercicio intenso, tipo spinning, no va apoyar tu descanso…

¿Eso quiere decir que hacer pilates suelo, o estiramientos estáticos, entrenamientos de alta intensidad o spinning es malo? NO, para nada. lo que quiere decir es que tienes que tener claro cuál es tu situación actual de un modo integral, cuál es tu objetivo y que estás dispuesto hacer para conseguirlo y ver cuál es el escenario ideal para que tu dolor desaparezca o se minimice.

Y te animo a que cuando te duele algo, lo racionalices y te digas a ti mismo «Nunca grita el asesino».

Es muy importante que el análisis sea holístico, que reflexiones de forma honesta que te ha llevado a ese punto y cuál es la fuente o fuentes del problema. Mi recomendación es no ser condescendiente y no tirar balones fuera, el primer paso para la solución de algo es ver la raíz del problema, además desde mi experiencia seguro que la solución está más cerca de lo que tú crees.

Mariola Corega
Deportista

 

 

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