Despachar los asuntos que lleva la oposición como hizo la alcaldesa en funciones en el último pleno con un “ni caso”, es además de prepotente, peligroso.
Es prepotente porque denota la arrogancia de quien se sabe con una mayoría “absolutísima” y es peligroso porque deja bien a las claras que el pacto (PSOE-EU) se ha establecido en lo que hoy en día se conoce como "zona de confort", un acuerdo en el que la fuerza mayoritaria dicta la toma de decisiones, consintiendo únicamente discrepancias si no ponen en riesgo nada de lo acordado.
Tiempo habrá para ver si la dinámica de este equipo de gobierno sigue por estos derroteros por los que ha comenzado su andadura o si, como sería de desear, la reconducirá hacia posiciones más dialogantes y respetuosas.
Ostentar una amplia mayoría como es el caso del equipo actual de gobierno porque así lo han decidido las urnas, no les deben hacer olvidar que los grupos de la oposición también representan a otra buena parte de la ciudadanía que confió en sus proyectos políticos para esta ciudad y merecen un respeto. Como tampoco habría que recordar que el compromiso de la alcaldía es el de representar a todos los ciudadanos.
Queda claro pues, que la expresión “ni caso”, en boca de la alcaldesa en funciones fue a todas luces más que desafortunada y exige un cambio de actitud hacia posiciones de mayor respeto democrático.
Núria Marzo