Tienes un cuerpo, muévelo

Escrito por Mariola Corega
Viernes, 09 Junio 2023 21:04

¿Estamos todos de acuerdo en que la actividad física es esencial para llevar una vida saludable y equilibrada? Es obvio que era una pregunta retórica, por mucho que nos queramos engañar la respuesta es un sí absoluto.

Sin embargo, para muchas personas adultas encontrar la motivación para hacer ejercicio regularmente puede ser un desafío, y sus excusas siempre son más convincentes. La buena noticia es que hay muchas estrategias efectivas para integrar la actividad física en la vida diaria. En este artículo, exploraremos algunas de las mejores formas de hacerlo y cómo estas pueden mejorar significativamente la salud física y mental.

La opción estándar que nunca falla, si tienes los recursos económicos y el tiempo para invertir un mínimo de seis meses, es que consultes en un centro de entrenamiento para grupos reducidos con buenos profesionales y te hagan un programa integral de medio año a un año. Si consigues pasar esa fase luego puedes avanzar por otros caminos. También está la opción de elegir una buena aplicación de móvil e invertir 15-20 minutos diarios para entrenar en tu casa por tu cuenta. Tiene sus desventajas y riesgos, pero si lo haces, ya habrás empezado por algo.

Voy a intentar convencerte con algunos datos estadísticos. Según un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud, el 60% de la población mundial no realiza suficiente actividad física, lo que los lleva a distintos tipos de patologías a medio plazo. El costo extra de las ENT (enfermedades no transmisivas) provocadas por el sedentarismo llega a alcanzar el 8% del total. Además, la inactividad física es responsable del 10% de las muertes en todo el mundo, y ese porcentaje es más alto en los países desarrollados. Esto demuestra que la actividad física es esencial para la salud y el bienestar.

«No tengo tiempo», «soy mayor», «tengo una patología», «no tengo dinero», «no me gusta»: una o varias de estas aseveraciones son la clave para no dar ese primer paso que necesitas para salir del pozo de insalubridad al que vas de cabeza.

Aquí te lanzo algunas estrategias para que de forma práctica integres la actividad física en la vida diaria:

A través del trabajo. Si bien para algunas personas esto puede ser difícil, hay muchas formas de hacer que el trabajo se convierta en un motivo o herramienta para moverse y convertirlo en una actividad más productiva y saludable. Por ejemplo, se podría considerar el uso de una bicicleta para ir a trabajar en lugar de conducir un automóvil. Esto no solo es una excelente manera de hacer ejercicio, sino que también ayuda a reducir la congestión del tráfico y las emisiones de gases de efecto invernadero.

Otra forma sencilla de integrar la actividad física en la vida diaria es caminar más. A muchas personas les resulta difícil encontrar tiempo para hacer ejercicio, pero simplemente caminar más puede tener un gran impacto en la salud física y mental. En lugar de tomar el ascensor, sube por las escaleras. También puedes vencer la vergüenza y, en lugar de parar 5-10 minutos a tomar un cigarro cada hora, considerar levantarse de la silla, caminar y hacer unos ejercicios básicos por la oficina durante unos minutos cada hora. Estos pequeños cambios pueden ayudar a mejorar la postura, reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y mejorar el estado de ánimo.

También es importante encontrar actividades físicas que se disfruten. Hacer ejercicio no tiene por qué ser aburrido o monótono. Existen muchas opciones diferentes para hacer ejercicio, desde deportes en equipo indor o actividades en la naturaleza o como no, clases de pilates. Si se encuentra una actividad que se disfruta, es más probable que se mantenga el compromiso con el ejercicio a largo plazo. Pero también te digo que el tema del "gusto" está sobrevalorado. Dejar de engañarse, mantenerse firme durante un mínimo de seis meses, sería un gran avance… y tu vida dará un giro de 180 grados.

Ya sabes, la clave para integrar la actividad física en la vida diaria es hacer pequeños cambios que sean sostenibles. No se trata de hacer un cambio drástico de un día para otro, sino de establecer un compromiso a largo plazo con la actividad física, en realidad el compromiso es contigo. Al hacer cambios graduales y establecer metas alcanzables, se puede mejorar la salud física y mental de manera efectiva y sostenible de un modo que es posible que ni te imagines.

Como se dice, «un paso podría no llevarte a ningún sitio, pero puede sacarte de donde estás».

Mariola Corega
Deportista

 

 

SUCESOS

SALUD