Sin prácticamente tiempo para felicitar al resto de fuerzas políticas que han merecido la confianza de los ciudadanos en las urnas y poder agradecer a los votantes, el resultado del Partido Popular, por el respaldo brindado al convertirnos en la segunda fuerza más votada de la ciudad y en el primer partido de la oposición, el presidente Pedro Sánchez, nos convocó a una nueva cita electoral sin dejar pasar ni 24 horas.

Como les digo, en plena resaca post-electoral, ha llegado Pedro Sánchez y sin mediar tan siquiera una felicitación al Partido Popular por obtener, a nivel global, una victoria electoral amplia y contundente que ya habría querido él para sí, ha disuelto las Cortes y convocado elecciones generales para el próximo 23 de julio.

Algo lógico, aunque parezca mentira, viniendo de Pedro Sánchez, al convertir unas municipales en un referéndum a su propia gestión de gobierno y, no quedarle otra que, a la vista del resultado, someter su derrota a votación. Y esta vez sí, a través de unas elecciones generales.

Hasta ahí parece todo claro. Lo que no lo es tanto es la forma de presentar esta derrota electoral. La máquina de la Moncloa con Sánchez en primer plano entona una letanía frente a los suyos en la que advierte que España está en peligro por la alianza de "la extrema derecha y la derecha extrema" y plantea una nueva estrategia electoral y acusa de "trumpista" al Partido Popular de Feijóo.

Esto no es nuevo. Esta estrategia ya la utilizó Iglesias y su alerta antifascista, con penosos resultados para Podemos. Sánchez ha decidido “podemizar” al Partido Socialista en lo que no parece la mejor de las estrategias como es el ir acusando de reaccionarios y enemigos del progreso a los millones de ciudadanos que han votado al Partido Popular hace escasos cincos días.

Y es que esto de los cambios y la forma de encararlos afecta al PSOE en todos los niveles, y el local, no ha sido una excepción porque ha sido llegar el gobierno del PP a la Generalitat y tener claras posibilidades de alcanzar el gobierno de España para que Darío Moreno pase de, cuando gobernaba el PSOE, hablar de cuentas con notas positivas o avances en la buena dirección, pese a los ninguneos constantes a nuestra ciudad, a hablar de ser colaborativo y exigente con el nuevo Consell.

Darío Moreno ha pasado de salir del paso a la marginación que han supuesto los sucesivos presupuestos con la falta de inversión pública de las cuentas del Estado o la Generalitat, a anunciar su exigencia a quienes ni tan siquiera han echado a andar en los nuevos gobiernos.

Con esta actitud se demuestra que ese triunvirato de los últimos años de Moreno, Sánchez y Puig ha sido letal para nuestra ciudad y que con esa actitud de “bon xic”, hasta la fecha, tan solo ha pretendido justificar a los suyos y no levantar la voz a la hora de defender los intereses de nuestra ciudad no fuera a ser que se molestaran.

Pero a ahora la cosa cambia. Gobierna el Partido Popular y ahora, lo que antes no hacía, ahora anuncia cuál será su actitud. Mejor nos habría ido si esto lo hubiera puesto en marcha antes en vez de hacer prevalecer sus intereses partidistas frente a los de la ciudad.

Estos socialistas no tienen remedio, y a diferentes niveles en su estrategia siempre está presente culpar a los demás de sus errores.

Aparte del adelanto electoral tras el fiasco del domingo, después de lo que es una victoria sin paliativos del Partido Popular, para Sánchez y la caja de resonancia de la Moncloa, no deja de ser el reflejo de una ola reaccionaria y ultra.

Como Feijóo no da miedo, hay que hablar de Trump, del contubernio genérico de los poderes fácticos, de periodistas al servicio del régimen, … de todo, menos aceptar que han sido sus propias actuaciones jalonadas en la misma proporción de errores como la ley del sí es sí, la dulcificación de EH-Bildu y la integración de etarras con delitos de sangre en las listas municipales, …

Más que de una ola reaccionaria lo que se ha abierto paso es una ola de ilusión. Por eso hemos apelado y apelamos a la mayoría que están cansados de la confrontación y la radicalidad, a devolvernos al sosiego y para poder priorizar los problemas de los ciudadanos y dar la salida adecuada a esta crisis institucional, económica y social.

Somos los más unidos, los más preparados y solo queda dar un paso más el próximo 23 de julio para confirmar el cambio que necesita nuestro país. Nosotros estamos preparados.

Sergio Muniesa Franco
Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sagunto