El año 1953 se estrenó en nuestro país la película “Bienvenido Mister Marshall“ de Luís García Berlanga, en la cual se hacía una sátira de la sociedad española de la época y del famoso “Plan Marshall” a pesar de la censura franquista. Es recordada la frase de José Isbert en el papel de alcalde del pueblo que esperaba la “lluvia de dinero” yanqui : «Como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación». Explicación que nunca llega por las constantes interrupciones de un empresario- asesor del homenaje del pueblo a la comitiva USA.

El día 17 de marzo del presente año (2023) llegaron a nuestro pueblo gran cantidad de autoridades para la ceremonia de implantación de la “primera piedra” de la gigafactoría de baterías para coches eléctricos de la empresa PowerCo del grupo Volkswagen (VW). También los “chief executive officers” (CEO) o, en castellano, consejeros delegados, de PowerCo, Frank Blome, y de Volkswagen Group Components, Thomas Schmall.

No cabe duda que esta empresa creará un número importante de puestos de trabajo en nuestra comarca y que acelerará el proceso de sustitución de combustibles fósiles.

Pero no es menos cierto que hay aspectos negativos, inquietantes o poco claros: ¿Ha habido trato de favor con subvenciones y ayudas de todo tipo? ¿se ha hecho un traje a medida legislativo y urbanístico para la implantación de esta empresa? ¿Quién pagará las infraestructuras necesarias para hacer frente al aumento de población? ¿Cómo será la gestión de sustancias contaminantes? ¿Por qué hemos de sacrificar unas 200 hectáreas de suelos agrícolas excelentes para implantar un polígono industrial fotovoltaico contradiciendo cualquier criterio de ordenación del territorio? ¿No es mejor instalar esos paneles en las cubiertas de la gifafactoría y zonas aledañas que cubren una superficie similar? La respuesta a muchas de estas cuestiones se pueden resumir en que PowerCo intenta sacar el máximo beneficio con el mínimo de gastos como cualquier otra empresa capitalista. No es ninguna novedad.

Lo que no es tan normal es que cuando se trasladan estas incógnitas a nuestros representantes locales y autonómicos se tiren balones fuera o se insinúe o afirme que con estas cuestiones ponemos en peligro la implantación de la empresa en nuestro municipio y comunidad. O que si exigimos medidas de control o que no se arrasen terrenos fértiles que nunca han sido planificados como industriales (que es lo que es una instalación fotovoltaica) la empresa perderá competitividad frente a las empresas asiáticas. Una nueva edición del peligro amarillo levantado por Donald Trump y seguido por Joe Biden y Nancy Pelosi. En este sentido Darío Moreno, como alcalde nuestro que es (y concejal de medio ambiente) nos debe una explicación: ¿Por qué algunas veces en vez de nuestro representante parece el CEO de Volkswagen?

Iban Roure
Acció Ecologista-Agró Camp de Morvedre