Una mala experiencia sanitaria en València

Escrito por Angela Ferraresi
Viernes, 19 Mayo 2023 21:04

Siempre he pensado que España era un país más adelantado en Derechos Civiles que mi país, Italia. Hoy tengo mis dudas. He de contar que hace poco tiempo tuve una muy mala experiencia que todavía hoy no puedo olvidar. El 15 de marzo fui al Hospital Clínico Universitario de València para que me hiciesen una intervención quirúrgica. Esperaba encontrar en este hospital de València un lugar humanamente digno y acogedor. No fue así. Me pusieron en una sala con otras personas, semidesnuda, sentada en una silla de ruedas y con la aguja en el brazo, esperando una llamada por tu número, como en las carnicerías, sin poder hablar con nadie porque también nos quitaron el móvil, escuchando las quejas y lamentaciones de los que ya estaban intervenidos. No se notaba ningún respeto por la intimidad de las personas. Yo estaba allí pensando en mi pareja, que esperaba fuera sin saber nada de lo que pasaba, mientras veía al personal sanitario correr y correr como si estuviesen en un trabajo a destajo.

Cuando me desperté mi pareja no estaba a mi lado. A él le dieron permiso para verme tres horas después. Entonces me di cuenta de que nada había cambiado, ni siquiera tenía un timbre para llamar, que si necesitaba algo tenía que gritar. Estaba en lo que en Italia llamamos “Sala de Observación” pero que en realidad no lo es. Lo que me extraña es que en esta sala hayan personas esperando intervención quirúrgica junto a otros que ya la tuvieron. Por lo que sé, los últimos deberían estar en un ambiente limpio, tranquilo y sin mezclarse con quienes entran y salen.

Mientras esperaba a que me llevasen al quirófano, un señor de aquí, valenciano, me recomendó no quejarme ni decir nada porque no vale la pena. Entonces me pregunto: ¿Estamos en un país civil y democrático o todavía en una época un poco lejana? Yo quiero hablar, porque si nadie lo hace nada podrá cambiar. Por supuesto que lo hago no sólo por mí, sino también por todos los que son atendidos aquí y que igual se merecen respeto y atención. Aquellos que esperan entrar en el quirófano tienen derecho a ser acompañados, con cuidados y en una situación psicológica tranquila, porque nunca se sabe qué puede pasar cuando alguien está a merced de los instrumentos quirúrgicos.

La Sanidad Publica tiene problemas en todo el mudo, en Italia también, por falta de dinero y de profesionales sanitarios, pero nunca había vivido algo así, como en este hospital.

Y me pregunto si alguien puede cambiar lo que pasa aquí, porque tampoco se respeta lo que dice el BOE:

BOE-A-2002-22188 Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica.
Artículo 2. Principios básicos.

1. La dignidad de la persona humana, el respeto a la autonomía de su voluntad y a su intimidad orientarán toda la actividad encaminada a obtener, utilizar, archivar, custodiar y transmitir la información y la documentación clínica.

Si leemos con atención, primero se habla de los derechos y obligaciones en materia de información y documentación. Pero también lo están, intrínsecamente, la dignidad y el respeto a las personas y a su propia intimidad.

Ahora vivo teniendo miedo por la próxima vez que deba entrar a este Hospital, porque no querría volver a sufrir la misma experiencia.

Angela Ferraresi

 

 

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