El pasado día 4 de febrero se cumplieron 40 años desde que el presidente de AHM, José María Lucía, diera la orden de paralizar de forma definitiva la producción del horno alto número 2, lo que suponía el cierre de la fábrica integral. Recordamos como si fuera ayer sus duras palabras «Ya está bien de dar morfina a un enfermo y hay que aplicar la eutanasia». La contestación laboral y ciudadana ante la citada orden fue inmediata, dado que la ciudadanía fue capaz de unirse bajo la dirección unitaria del movimiento sindical en torno a la Coordinadora formada por CCOO, UGT, CNT y el Comité de Empresa.

Ese mes de febrero de 1983 y también marzo, estuvieron plagados de acciones en contra del cierre de AHM: varias huelgas generales, desplazamiento a Valencia de miles de persona para concentrarse, ante la Generalidad Valenciana, así como la multitudinaria manifestación desde el núcleo del Puerto a Sagunto para concentrarse frente al Ayuntamiento, donde nuestro conciudadano, Manuel Girona, presidente en aquellas fechas de la diputación de Valencia, manifestó: «guardar la pancartas y no las tiréis, que seguro que las tendréis que sacar más veces». Y no le faltó razón.

El 18 de marzo, un día antes de la cremà de las fallas, se desplaza a Sagunto el Sr. Lucía para reunirse con el Comité de Empresa, CCOO, UGT y CNT, de manera prepotente y chulesca amenaza con tomar medidas de todo tipo, si no se obedece su orden en relación con el horno alto, cuestión que fue rechazada de manera firme y contundente por parte de la representación sindical. Su anunciada visita corrió como la pólvora en esos días por toda la ciudad y, en pocas horas, se concentraron frente a las oficinas de AHM más de 20.000 personas, entre ellos, falleros y falleras con sus estandartes. Lucía fue sacado por la Policía Nacional, después de 12 horas de enorme tensión, dado el cabreo de la gente ante tal provocación.

Estas movilizaciones fueron el inicio de 18 meses de lucha, hasta el cierre de la cabecera, que, por motivos eminentemente políticos, se produjo el 5 de octubre de 1984, siendo uno de los episodios de mayor relevancia de lucha obrera y ciudadana que ha habido en España. No se pudo evitar el cierre, pero la unidad y las movilizaciones consiguieron que Sagunto fue declarada Zona de Urgente Reindustrialización (ZUR) con la creación del Fondo de Promoción y Empleo para las prejubilaciones y la recolocación de los excedentes en las empresas que se crearon con ingentes cantidades de dinero público, aunque muchas de ellas cerraron al cabo de un tiempo, sin ningún tipo de control por parte de la Administración.

El PSOE había ganado las recientes elecciones generales, celebradas el 28 de octubre de 1982. Obtuvo, con 10 millones de votos, mayoría absoluta en el Congreso.El proceso de cierre de la cabecera siderúrgica integral, muy lejos de ser un paseo en barca, fue para el Gobierno socialista de Felipe González todo un quebradero de cabeza y un calvario. Solchaga, ministro de Economía, presentó su dimisión bajo el chantaje de Sagunto o él, teniendo que intervenir el propio González. Incluso Alfonso Guerra, en uno de sus libros, se refiere con mucho detenimiento al cierre de AHM. La mayoría de los argumentos esgrimidos en la defensa de AHM, en base a la situación geoestratégica de Sagunto y sus potencialidades, han sido, junto a los fondos europeos, determinantes para que el grupo Volkswagen, haya apostado para instalar la denominada gigafactoría.

En la lucha contra el cierre, tuvieron un papel destacado la juventud y, sobre todo, las mujeres, que habían participado en anteriores luchas y acontecimientos, pero de forma más invisibilizada. En las acciones contra el cierre de la siderurgia, fueron protagonistas por méritos propios, no desfalleciendo en ningún momento. Fue encomiable su ánimo y entrega en las huelgas, manifestaciones, cortes de carreteras, en la recogida de más de 700.000 firmas en distintas ciudades de España en contra del cierre. Significativo fue su viaje a Madrid para entrevistarse en la Moncloa, con Carmen Romero, entonces esposa del presidente Felipe González. Sin ellas, no hubiera sido posible mantener la lucha con dignidad. En ese sentido hay que valorar en todo lo que representa el premio Gonzalo Montiel, concedido este año 2023 por la Asociación Memoria Industrial y Movimiento Obrero al colectivo de mujeres, que, de forma ejemplar, lucharon contra el cierre de AHM.

Ha sido también muy oportuno este reconocimiento en el entorno del 8 de marzo, día Internacional de la mujer. Fecha histórica que siempre ha estado marcada, entre otras cuestiones, denuncias y reivindicaciones, por el impulso de la lucha de las mujeres en las calles, al lado de colectivos desfavorecido y, también, junto a la clase obrera, como se puso de manifiesto en las movilizaciones anteriormente reseñadas en contra del cierre de AHM.

Ángel Olmos Gauses
José María López Barquero