En los últimos meses las playas del norte de Sagunto están en boca de todos a causa de la regresión que están sufriendo, ante la pasividad de la Demarcación de Costas y de una ley que lejos de proteger nuestro litoral, atenta contra las casas de muchos vecinos, contra los propios afectados y contra toda una ciudad que ve como sus maravillosas playas quedan huérfanas de arena.
Pero sin olvidarnos de este problema que nos preocupa a todos, no podemos obviar que Almardá, Corinto y Malvarrosa, son mucho más que unas playas que deberían de seguir siendo maravillosas… son una parte de nuestra ciudad que, históricamente, han sido olvidadas por los continuos gobiernos que pasan por nuestro ayuntamiento, tal vez pensando que ‘solo’ son zonas vacacionales que dan pocos votos. La realidad es que especialmente después de la pandemia, estos núcleos de población han experimentado un crecimiento en cuanto al número de personas que residen todo el año, sin que ese crecimiento poblacional se haya visto correspondido en un aumento de inversiones, de servicios ni de oferta cultural, deportiva o social, por parte de las instituciones.
Las playas del norte tienen, además, el hándicap de ser pequeños núcleos independientes que carecen de un nexo físico que les una, como podría ser un paseo marítimo común, lo cual dificulta aún más la interacción entre ellos, ya que la única vía de comunicación son la Avenida de Europa y la calle Cisne, las cuales carecen, en muchos tramos, de aceras, iluminación o protecciones para los peatones que quieren desplazarse, paseando de una parte a la otra.
Como ejemplo, la curva de la Casa Penya, un peligro para los viandantes, sin arcén, ni paso para peatones de un lado al otro de la acequia Real, o el tramo de esta misma calle que discurre paralelo a la desembocadura de la acequia y que la falta de iluminación lo convierte en un foco de prostitución masculina por las noches, según cuentan los propios vecinos de la zona.
La falta de un local social donde asociaciones de vecinos puedan realizar talleres, cursos o actividades para los más pequeños, por no hablar de la ausencia absoluta de dotacionales deportivos para la práctica pública de cualquier deporte, o la falta absoluta de servicios, obligando a los residentes a tener que desplazarse a Canet, al Puerto o, incluso, a Almenara, a hacer la compra de productos básicos.
En IDEA Sagunto-Puerto hemos apostado siempre por una ciudad conexionada, donde ninguno de los núcleos que la forman queden fuera de la atención pública. Por eso queremos hacer de Almardá, Corinto y Malvarrosa, una zona viva todo el año, facilitando las condiciones necesarias para la apertura de comercios que den servicio a los residentes, más allá de las épocas estivales, ayudando a las asociaciones vecinales a que desarrollen sus proyectos sociales para fomentar la interrelación entre los residentes de toda la zona, creando un plan de movilidad que permita un tránsito peatonal y en bici seguro y fluido, iluminado en toda su extensión y recuperando viejas aceras que hoy permanecen cubiertas por matojos y maleza, como ocurre en el tramo del camping.
Hay que dejar de mirar a una zona con tantísimo potencial, como son las playas del norte, solo en términos electorales y acordarse de ellas solo u nos meses antes de las elecciones, con promesas vacías que nunca se cumplen y ponerse manos a la obra desde ya, destinando los medios y los recursos necesarios para que Malvarrosa, Corinto y Almardá sean de una vez por todas una extensión más de nuestra ciudad, donde apetezca vivir todo el año, y de las que sentirnos orgullosos.
Carlos López Rodríguez
Concejal no adscrito del Ayuntamiento de Sagunto
