En nuestra opinión, la clase trabajadora en particular y la mayoría social de nuestro país en general, necesitamos que sigan ampliándose las políticas sociales, económicas, laborales y de avances en derechos individuales y colectivos, que está aplicando el actual gobierno de coalición PSOE-UP. Estuvo acertado Pablo Iglesias cuando propuso que Unidas Podemos pudiera formar parte del gobierno de coalición con responsabilidades concretas, a pesar del riesgo que ello podía suponer para una fuerza que había elevado demasiado el listón.
Fue una decisión muy difícil, pero ha resultado la más eficaz y solvente para mejorar la vida de la gente. Un gobierno que, como todo el mundo conoce, ha enfrentado situaciones difíciles, muy complejas, y también a unas derechas, ávidas de llegar a la Moncloa al precio que sea, teniendo, además, en consideración, lo dicho por el politólogo Luis Orriols «parece que VOX sea simplemente el ala dura; una facción enfadada del PP». Lo hemos visto en el tema del protocolo antiabortista en Castilla y León o en la manifestación que convocaron PP-CS-Vox, en Madrid, repitiendo la foto de Colón de la época de Pablo Casado. Las consignas coreadas en dicha manifestación «Por la libertad, la democracia, España y el Rey», nos recuerda mucho a aquello de «España, una, grande y libre» de la dictadura franquista. ¿Quién les ha otorgado el título para repartir carnets de quién es español y quien está o no, a favor de la libertad y la democracia? Precisamente, los que nunca lucharon por ellas, incluso alguno de los fundadores de estos partidos, firmó penas de muerte como ministros del dictador Franco. Lecciones, en ese sentido, ninguna.
España es mucho más que el nombre, el himno, la bandera o el Rey, muy callado, por cierto, cuando de manera interesada lo vitorea la ultraderecha. España es bastante más que todas esas consignas. España no es el barrio Salamanca, sino también sus barrios humildes, sus gentes trabajadoras, sus pensionistas, son las mujeres que tienen el derecho a la igualdad o al aborto si lo desean, son las personas que tienen derecho a una muerte digna si así lo deciden, son las personas LGTBI con sus derechos, que nadie debe cercenar, por poner algunos ejemplos. Defender a España es defender el empleo de calidad y el aumento de los salarios, así como pensiones dignas. Es defender nuestra sanidad pública, la educación pública, la atención a las personas en situación de dependencia, es mostrarse en contra de la violencia de género etc. España es nuestra rica diversidad cultural y de lenguas. Todos esto es la España que no comparten las derechas y por eso están en contra, como hemos podido comprobar en sus votaciones o recursos al Tribunal Constitucional.
El gobierno de coalición, con un programa compartido, está demostrando que hay otra forma de gobernar en favor de la mayoría social y no como hizo el PP en la crisis del 2008, con sus políticas de ajustes, recortes y sacrificios para los de abajo. Por eso, el ruido político por parte del PP-Vox y sus voceros mediáticos, pretende que pasen desapercibidos sus planteamientos neoliberales al votar en contra de las medidas económicas y de protección social implementadas por el gobierno, y desprestigiar y ensombrecer la gestión del gobierno.
La izquierda no puede caer en la trampa del ruido. En ese sentido, compartimos lo dicho por Yolanda Díaz «no hay que distraerse y, por tanto, es necesario alejarse del ruido, venga de donde venga». «Vamos a la política para cambiar la vida de la gente».
Son oportunas las declaraciones de Garzón cuando dice «SUMAR, el proyecto que encabeza Yolanda Díaz, es el instrumento más útil para cumplir los objetivos de la izquierda y Yolanda Díaz la mejor candidata». No obstante, consideramos que SUMAR no es suficiente y, por tanto, es vital la unidad con dicho proyecto o entorno a él, de Podemos, Izquierda Unida, Más Madrid, los Comunes y otras fuerzas territoriales .En esa línea nos parecen muy positivos los acuerdos que se están produciendo entre Podemos e IU de cara a las elecciones municipales y autonómicas, abiertos a otras formaciones y que pueden ser un paso de cara a la confluencia para las elecciones generales. No pueden ni deben defraudarnos, ya que es más lo que les une que lo que los separa. El interés general en la defensa de la libertad, la democracia, la apuesta y defensa de lo público y del Estado de Bienestar, está por encima de todo.
Consideramos que los sindicatos de clase, entidades feministas, vecinales, sociales, ecologistas, etc., manteniendo su autonomía e independencia que no neutralidad o indiferencia, así como la ciudadanía progresista y de izquierdas a nivel individual, tenemos la responsabilidad de empujar en esa dirección a través de la movilización antes y en el momento de depositar nuestro voto en las urnas. Esa debe ser nuestra contribución a que puedan continuar los gobiernos progresistas y de izquierdas en los ayuntamientos, en las comunidades y, a nivel de España, continúe el gobierno de coalición PSOE-UP.
Ángel Olmos Gauses y José María López Barquero
