Corazón de tiza

Escrito por Carlos Gil Santiago
Viernes, 17 Febrero 2023 21:02

Se puede ser original hasta para quejarse. Es cierto que muchas veces las quejas salen del corazón, pero es llamativo que sea el corazón el que sale de las quejas. Tenemos por costumbre sacar nuestra peor versión para expresar nuestro desagrado, pero es simpático que alguien nos pida sacar un corazón (aunque sea de tiza) para reivindicar aquello que queremos mejorar.

Yo también quiero pintar corazones a favor de nuestra comarca. No somos, ni de lejos, la comarca más favorecida por las políticas de la Generalitat Valenciana ni por el Gobierno del Estado. Y, aunque sea de esta forma tan original, es buen momento para reivindicarlo.

El primer corazón no puede ser para otra cosa que para nuestras playas. ¡Ya está bien de maltratar al litoral del Camp de Morvedre! No queremos ser más que los demás, pero tampoco los perjudicados de acciones localistas que, para beneficiar a otros, han acabado estropeando unas playas de las que siempre pudimos presumir. Las actuaciones en la costa sur de Castellón han iniciado un proceso, progresivo pero tremendamente rápido, de degradación de nuestras playas, esas que, hasta hace dos veranos, fueron un referente en el norte de nuestra provincia. Lo peor no es que nos encontremos más o menos piedras en lo que antes eran largas extensiones de arena, sino que muchos vecinos de esta comarca, que viven del turismo, aunque sea estacional, empiecen a ver una amenaza a sus negocios con la pérdida de calidad de nuestras playas.

El segundo corazón va para el transporte público y, en particular, para la red de Cercanías. No hago una revelación si digo que las líneas que unen Morvedre con Valencia son de las que más retrasos e inconvenientes acumulan. Esto genera que la posibilidad de llegar a la capital, sin emplear el vehículo propio, se reduzca sobremanera ante la inseguridad y el coste, en tiempo, que supone el uso del ferrocarril. Si añadimos que el Ayuntamiento de Valencia instó a Fomento a instalar el primer carril BUS-VAO de Valencia en el acceso norte (como si la pista de Silla o la entrada por Llíria no fuesen vías colapsadas), dejándonos un tercer carril casi vacío tras más de quince años de espera, el desplazamiento, diario y obligatorio, de muchos de los vecinos de esta comarca, sigue siendo una aventura difícil de temporizar.

El siguiente corazón va para las políticas contra la despoblación. Vivimos en una zona de presuntas oportunidades, pero eso no quita para que algunos de nuestros municipios, especialmente en La Baronía, vayan perdiendo habitantes de forma sistemática. La despoblación es un proceso y, como todos los procesos, es más fácil de prevenir que de revertir. No voy a ocultar la necesidad imperiosa que tienen otras comarcas de nuestra provincia y de nuestra Comunitat, pero algo debería empezar a moverse para hacer que no tengamos que lamentar, en un futuro próximo, poblaciones envejecidas y en un proceso vertiginoso de descenso demográfico.

Un corazón más para el monumento referencia del Camp de Morvedre: el Castillo de Sagunto. Muchos quisieran tener una fortaleza como la que podemos disfrutar en cada visita a la capital de nuestra comarca. Y, sin embargo, la protección y las actuaciones de mantenimiento y recuperación no pasan de hacerse esperar. Entre otras cosas, llama la atención que no disponga de una iluminación conforme a su categoría, que permita disfrutarlo a cualquier hora de la noche, pero, entre unos y otros, esa impresionante vista desaparece en cada atardecer.

El siguiente corazón es para remover nuestra conciencia. Tenemos una comarca con un relevante desequilibrio demográfico. Tres de los municipios que la componen acumulan más del 80% de la población comarcal. Los trece restantes, se reparten el otro 20%. Aún pudiendo suponer una dificultad, debemos hacer un esfuerzo para lograr una verdadera integración comarcal que nos permita ser competitivos en todos los ámbitos públicos y privados. Siendo cierta la poca relación entre Les Valls y La Baronía, y la diferencia entre los pueblos del litoral con los del interior, no lo es menos que juntos podemos acceder a oportunidades que ahora se nos escapan entre los dedos. Quizá sea el momento de volver a plantearse esa mancomunidad comarcal y aunar esfuerzos que vayan más allá de cualquiera de los intentos que hasta ahora, tímidamente, se haya podido hacer.

Y el último corazón es para nuestro tejido productivo. Nos alegra, sin duda, la llegada de Volkswagen, que espero que tenga tanto impacto económico como se ha querido hacer ver (tengo mis dudas), pero eso no puede llevarnos a dejar de lado el tejido productivo y el pequeño comercio tradicional de nuestra comarca. No podemos permitir, de ninguna manera, que el pez grande se coma al chico y que la ilusión que viene de Alemania nos impida ver quien ha sostenido la economía del Camp de Morvedre desde siempre. Es necesaria una apuesta decidida por nuestros sectores productivos y por la reivindicación de las infraestructuras necesarias para seguir creciendo.

Solo así, con corazones de tiza, pintados desde la mejor de las intenciones, desde las ganas de ver un entorno mejorado en el que vivir, podemos afrontar un futuro optimista que mejore nuestras oportunidades y nos convierta en la referencia que, por nuestra ubicación geográfica, nunca debimos dejar de ser. No son quejas ni reproches. Solo reivindicaciones reflexivas que, para conseguir una comarca mejor, salen desde el corazón, aunque sea de tiza.

Carlos Gil Santiago
Alcalde de Benavites

Modificado por última vez en Viernes, 17 Febrero 2023 11:46

 

 

SUCESOS

SALUD