La extrema derecha está obsesionada con las partidas presupuestarias destinadas a Igualdad, Cooperación Internacional o Memoria Histórica, entre otras. Es habitual escuchar esas frases tan elaboradas como las de “primero los de aquí”, que las feministas viven de “chiringuitos subvencionados” o directamente insultando a quienes están organizados, por ejemplo, en asociaciones ecologistas. Este tipo de soflamas es habitual aquí y en el resto de la geografía donde habitan, afortunadamente en minoría, los llamados ‘cuñaos’.
Quienes hablan de suprimir la inversión en Memoria Histórica o de olvidar lo que sucedió hace años tienen un objetivo claro, ocultar la historia y a las víctimas. Ocultar que, casi 50 años después de la muerte del dictador, España tiene más de 2.000 fosas comunes con más de 100.000 personas desaparecidas, por no hablar de los miles de símbolos franquistas que aún perduran a lo largo y ancho de nuestro país. Solo en la Valenciana tenemos más de 500 fosas comunes con miles de personas desaparecidas y asesinadas.
Cuando hablamos de la Cooperación Internacional significa dar soluciones globales a problemas que son globales para no seguir enfrentado a pobres contra pobres. Significa ayudar a millones de personas que viven en países pobres o en conflicto. Significa defender la paz, la libertad de expresión y la democracia en todo el mundo. Además de ser un compromiso adquirido por España en decenas de tratados internacionales y la propia legislación española. Simple y llanamente la defensa de los Derechos Humanos, algo que no parecen compartir desde el extremismo minoritario.
Produce vergüenza ajena cuando se habla de esa manera tan frívola y sin ningún tipo de conocimiento o argumento sobre las asociaciones ecologistas. Que sería de la Marjal dels Moros, la Marjal de Almenara, las dunas de nuestras playas, y tantos otros espacios, de no ser por la implicación de decenas y decenas de personas voluntarias que durante décadas se han dejado sus horas por defender nuestros espacios naturales. Aunque no sorprenden los ataques por parte de quienes niegan la evidencia, de una manera anticientífica, de la propia existencia del cambio climático.
Y lo más recurrente, el ataque a la Igualdad y la lucha contra la violencia machista. Esa manera de ocultar que las mujeres son agredidas, violadas y asesinadas por el hecho de ser mujeres; de negar la brecha salarial y de pensiones que aún existe; negar que el paro y la pobreza se agudiza más en las mujeres; negar una vez más, como con el cambio climático, la evidencia. La inversión en Igualdad significa proteger a las víctimas, apoyar a las organizaciones que trabajan por la defensa de los derechos de las mujeres, impulsar la conciliación familiar y laboral, apostar por la educación basada en valores o fomentar la participación de las mujeres. Solo quienes quieran perpetuar la desigualdad y la violencia contra la mujer por el hecho de ser mujer pueden atacar de esa manera el enorme trabajo del Área de Igualdad de este y del resto de Ayuntamientos.
Por suerte, este tipo de discursos cargados de xenofobia, de machismo y de negación de la evidencia son la minoría dentro de una sociedad que no va a consentir que volvamos a las cavernas, por mucho ruido que hagan algunos.
Roberto Rovira Puente
Candidato a la Alcaldía por EUPV Sagunt