Los hechos nos avalan

Escrito por María Ángeles Soriano
Viernes, 27 Enero 2023 13:12

No somos gurús, ni tenemos una bola de cristal, pero las reclamaciones de los colectivos ecologistas, basadas en la observación de la realidad, y siempre teniendo como referencia datos científicos comprobados, no solo estaban fundamentadas, sino que eran pertinentes. Los acontecimientos no han hecho más que avalarlo.

Acció Ecologista-Agró siempre ha estado ahí, con honestidad, con coherencia, poniendo de nuestra parte todo lo que nuestros conocimientos y nuestros recursos nos han permitido.

Nacimos en el año 1987 y, desde el principio, hemos vivido y participado en todos los movimientos en defensa del medio ambiente que se han realizado en la Comunitat Valenciana, con especial atención al Camp de Morvedre, por supuesto, donde hemos formado parte de todas las movilizaciones locales, muchas de ellas organizadas por nosotros.

Nos opusimos con firmeza contra la especulación urbanística, logrando parar cinco PAIS en nuestra costa. Uno de ellos, Puerto Corinto, habría ocupado la partida donde está la Casa Penya, una de las joyas del municipio. Pero tras esa victoria no nos quedamos con los brazos cruzados, nos comprometimos de forma muy activa con la regeneración y la puesta en valor del marjal de Almenara, que estaba tremendamente degradada. Tras más de 30 años actuando en esta zona húmeda, la transformación ha sido espectacular, y la recompensa por tanto esfuerzo se materializó con su inclusión en el catálogo RAMSAR, un privilegio reservado a los humedales considerados excelentes a nivel mundial. Cierto que no lo hemos conseguido solos, y desde las instituciones se hizo una buena intervención con fondos europeos.

Pero, como es evidente, nuestras reivindicaciones cayeron en saco roto en muchos otros casos. Tal como denunciamos una y otra vez, la especulación urbanística, junto con el calentamiento global, han generado como consecuencia un deterioro irreversible de nuestro litoral y la desaparición de nuestras playas. Ahora vienen los lamentos. Desgraciadamente, los hechos nos han dado la razón.

Muchos de los integrantes de Acció Ecologista-Agró llevamos 40 años reclamando una transición energética ética, controlada y equilibrada, ante la indiferencia y la negligencia de los poderes políticos y económicos. Las élites que dirigen el mundo han querido vendernos la idea de que les preocupa el medio ambiente, montando convenciones internacionales que solo han sido un ejercicio de cinismo e hipocresía. ¿En qué se han traducido todas esas cumbres? Discutieron mucho, emitieron declaraciones pomposas, y llegaron a acuerdos mínimos que ni siquiera han cumplido. ¿Han dejado de destrozar nuestro planeta? ¿Se han reducido las emisiones de gases de efecto invernadero? ¿Se ha suavizado la situación climática? ¿Tenemos mejores perspectivas de futuro ahora? La respuesta a todo ello es dolorosamente obvia. No es lo mismo decir que hacer, y los hechos son transparentes y globales.

Siempre defendimos la necesidad de racionalizar el consumo de energía, porque los recursos son finitos y la codicia no tiene fin. Hemos denunciado hasta la extenuación el gran deterioro ambiental que provoca el uso de energías fósiles, los megaproyectos, los megapuertos, las macrogranjas, la agricultura extensiva de monocultivos... Ahora le llega el turno a las megaplantas fotovoltaicas. Igual que denunciamos la especulación urbanística, también lo hacemos con la burbuja energética que se nos avecina. Porque eso es lo que es: una burbuja. No hay un interés genuino por mejorar las condiciones de vida de los habitantes del planeta, si así fuera, se habría trabajado para que todos los hogares fueran energéticamente autosuficientes y se habría obligado a ubicar las placas fotovoltaicas en espacios degradados y antropizados, y no habría ninguna cubierta de naves que no recogiera la energía solar, por ejemplo.

Es INCUESTIONABLE nuestra defensa por las renovables desde siempre. Llama la atención que sea precisamente ahora, cuando las grandes energéticas ven que su negocio con los combustibles fósiles tiene los días contados, vivamos este frenesí por la “sostenibilidad”, que apenas disimula el ansia depredadora de asegurar sus meganegocios.

Ahora quieren depredar el territorio con la excusa de la sostenibilidad y la defensa del medio ambiente, destruyendo terrenos de gran valor agroecológico como Montíber, destrozando el patrimonio, y aniquilando paisaje. Seguimos insistiendo en que hay alternativas.

Es muy triste que se siga repitiendo la historia. Siempre sin aprender. Siempre el negocio de unos pocos sobre el interés general.

Nosotros seguiremos adelante con nuestra defensa del medio ambiente sim ambages. Creemos que no hay lucha más urgente, necesaria y universal que esa. Los hechos nos avalan.

FOTOVOLTAICAS SÍ, PERO NO ASÍ!!!

María Ángeles Soriano
Portavoz de la comisió​n​ del Camp de Morvedre de Acció Ecologista-Agró​

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