Llevamos unos cuantos años ya de intentos de desestabilizar, de crear crispación, de generar preocupación y agresividad, en general e intentan que esté en todas partes, sin conseguirlo. Y como no creo en las casualidades, lo entiendo como un deseo de intentar mantenernos en tensión para poder manipularnos mejor y evitar que avancemos como personas, como sociedades, evitar que exista la Solidaridad. Nos ocurre siempre como personas, cuando nuestra máxima preocupación es la pervivencia pura y dura, todo lo demás queda relegado y postergado. Siendo que, como ser humano, nuestra inclinación natural es disfrutar la vida, trabajar sí y mucho, pero vivir con tranquilidad y compartir nuestras vivencias con nuestros seres queridos.
Y lo vemos de vez en cuando. Los casos más graves y sangrantes, claro. Primero fue en EEUU y ahora lo han intentado de nuevo en Brasil. Quienes no respetan las urnas ni lo elegido por la mayoría no lo asumen e intentan cambiarlo a cualquier precio. Les da igual si van a perjudicar al desarrollo de su país, si su con-ciudadanía tuviera que sufrir por sumergirse en una crisis, si todo fuera mal, porque tienen tan poco respeto por las demás personas y tienen tanta arrogancia que creen que se erigirán en salvadores. Y de falsos “salvapatrias” tenemos ejemplos más que sobrados.
Las personas que gobiernan con humildad e inteligencia no les gustan, se oponen injustamente a que estén al frente. Y el porqué lo podemos entender fácilmente: todas y todos lo hemos vivido en alguna ocasión. La persona “trepa” en cualquier trabajo que pretende “escalar” pisando a otros/as porque su talento no da para presentar una buena alternativa. Ante esas situaciones, lo habitual es resistirnos, trabajar más duro todavía o más inteligentemente, aplicar más imaginación a ofrecer soluciones y comprometerse con el trabajo que se realiza. Así es como se sobrevive a esa pretendida ola que cree que puede someter a cualquiera. Se engañan, pero hacen daño. Y hemos de tener muy claro que hay que estar alertas y oponerse.
Las mujeres lo sabemos bien: no hay nada que podamos dar por hecho ni inamovible. En cualquier momento puede llegar un movimiento retrógrado que quiera tirarnos hacia atrás y eliminar derechos.
Estemos a lo que hay que estar y mantengamos firme el rumbo: el centro de la política son las personas, su bienestar. Estamos consiguiendo avanzar en desarrollo de derechos sociales, laborales, económicos, etc. a pesar de todo, y hay a quienes no les gusta.
Estemos alertas, porque queremos vivir en Paz y hay quienes no quieren dejarnos.
Ana María Quesada Arias
Coordinación de grupos sectoriales Ejecutiva de Provincia PSPV-PSOE
