El partido más importante

Escrito por Jorge García García
Viernes, 23 Diciembre 2022 21:01

Este Mundial ha dejado multitud de sorpresas, demasiadas incluso para un evento de tal magnitud, y sin lugar a dudas, la eliminación de nuestra selección ante Marruecos será una de las más recordadas. El equipo nacional magrebí supo aprovechar sus oportunidades ante una insulsa España que, en el mejor de los casos, esperaba pasar a la siguiente ronda por la mínima.

Al finalizar el partido, no pude evitar pensar en la ironía que suponía esta derrota, pues un país cohesionado, que tiene claras sus prioridades y no pierde el tiempo con asuntos banales había sometido a otro, ajeno a la realidad que lo rodea, que no valora su integridad y que reniega de todo lo que le permitió llegar a donde está. No obstante, esta lectura se puede extrapolar a mayor escala. Por ejemplo, mientras China, India y Rusia, los países que más emisiones contaminantes realizan, reportan datos falsos en materia de emisiones (datos falsos que siguen sin cumplir con los límites establecidos) y no se preocupa lo más mínimo, en Europa se persigue ferozmente a las empresas y se obstaculiza los derechos de sus ciudadanos. España da buena muestra de ello, pues un país que supone menos de un 0,8% respecto del total de las emisiones mundiales, está restringiendo la libre circulación de los ciudadanos que hace décadas no compraron un coche desde una perspectiva eco-sostenible.

Lejos de pretender minimizar problemas como la contaminación, España está afrontando una crisis migratoria, unas tasas de delincuencia que van en aumento y subidas generalizadas de precios, factores que influyen de forma mucho más significativa en nuestras vidas y que no están recibiendo la atención que merecen.

El mayor problema de esto es que somos nosotros mismos, como sociedad, los que vivimos anestesiados. Las declaraciones de los jugadores españoles después del partido reflejaban este contexto sociocultural en el que no se valora lo importante, que es lo que uno sabe hacer, lo que puede aportar y los logros que es capaz de conseguir, sino lo realizado que se sienta. Realizado, resiliente, sostenible y solidario. Occidente actúa como si el resto del mundo jugara con sus mismas reglas, pero no contempla que las otras naciones no las comparten.

Lo más paradójico de todo esto es que ocurra en unas fechas tan especiales, es como si la propia historia quisiera comunicarse con nosotros. A principios de este mes fue el día de la Inmaculada Concepción, patrona y protectora de España. Ese mismo día, pero hace más de 400 años, ocurrió el Milagro de Empel, donde los tercios españoles quedaron sitiados y sin provisiones contra el numeroso ejército holandés. Una inesperada helada durante aquella noche y una tabla flamenca con la imagen de la Virgen permitieron efectuar un ataque sorpresa para así rubricar uno de los episodios más gloriosos de nuestra historia, y un ejemplo de lo que la España de aquella época era: compromiso, lealtad, corazón y el orgullo de ser español.

Por esto mismo, es nuestra responsabilidad, y no la de otros, continuar la historia de una nación con unos estándares tan altos como la española, al igual que hicieron nuestros antepasados en Empel, para que en un futuro una España igualmente perdida como la actual, rodeada de adversidades y sin escapatoria pueda ver su reflejo en nosotros y sepa que lleva la grandeza en su sangre.

Jorge García García
Miembro del Consejo Asesor de Cultura por Vox Sagunto

Modificado por última vez en Lunes, 26 Diciembre 2022 16:07

 

 

SUCESOS

SALUD