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Al asalto de la sanidad pública

Escrito por Ramón García Ortín
Viernes, 09 Diciembre 2022 21:05

Lunes 28 de noviembre, intento solicitar cita por internet para mi médico de cabecera en el Centro de Salud nº1 de El Puerto y me aparece el siguiente mensaje: «Ha ocorregut un error. No és posible gestionar la seua cita per a la data desitjada. Per favor, contacte amb el seu Centre de Salut… contacte telefónicamente amb el seu centre de salut». Después de varios intentos infructuosos por internet volví a intentarlo al día siguiente, martes, con el mismo resultado. Quise contactar telefónicamente con el Centro de Salud, misión imposible, a pesar de mi insistencia, siempre aparecían como ocupadas todas las operadoras, así que, a última hora de la tarde, acudí al Centro de Salud a ver qué ocurría, la explicación que me dieron las chicas que me atendieron es que hasta final de diciembre estaban todas las citas completas y que a partir de enero no me la podían dar porque esa agenda todavía no estaba abierta.

Para parodiar a alguna clase política, los franceses tienen una antigua chirigota: «Aparte de algunos pequeños problemas, todo va bien, señora marquesa», le informaba el mayordomo a la señora mientras contemplaba como ardía el castillo y la hacienda por los cuatro costados. Chirigota que le viene como anillo al dedo a las declaraciones del gerente del Departamento de Salud de Sagunto, José Luis Chover, el pasado 11 de noviembre a este periódico, en las que reconoce, con un par, algunas deficiencias sin importancia, pero es «debido a que hay mucha mayor demanda. Hay una demanda superior y exigente. Esto responde a los rescoldos de la pandemia», cuando más adelante reconoce que la “pandemia” lo que ha hecho ha sido ahuyentar, por miedo, a la gente de los centros sanitarios.

Resulta interesante lo que dice sobre la atención primaria: «Ahora estamos tratando de recuperar absolutamente la actividad presencial… pero ha venido una fórmula, que es la consulta telefónica y que derivará en un futuro en una teleasistencia que es interesante, sobre todo, para cuestiones más administrativas o procesos banales que en muchas partes de Europa ya no van al médico». Esta fórmula maravillosa que nos hará más europeos es una manera muy diplomática de decirnos que, en un futuro próximo, el que quiera médico que se lo busque y se lo pague.

José Luis Chover no es que sea un mal gerente, es que gestiona con arreglo a la línea política que viene marcada desde Bruselas y Washington y, posiblemente, con arreglo a este parámetro lo haga bien. Tiene razón cuando dice que la situación actual responde a los rescoldos de la pandemia, entre las primeras medidas que se tomaron en la operación COVID, fue clausurar los centros de atención primaria y sembrar el pánico, con todas las consecuencias catastróficas sobre la salud de la población, tanto física como psíquica.

Se vulneró y se sigue vulnerando uno de los principios básicos de la medicina: «primum non nocere» (lo primero es no hacer daño), recordando al médico que debe considerar los posibles daños que sus acciones puedan provocar. Pero los gobiernos siempre encuentran algún Mengele que, si hay negocio de por medio, avalan y promocionan cualquier medida, aunque la misma se lleve por delante a media humanidad.

Con la atención primaria ya encarrilada, camino de la privatización, queda por hacer lo mismo con la hospitalaria, otro rescoldo de la pandemia. En este caso el procedimiento ha consistido en saturar de enfermos COVID los hospitales públicos para dar un impulso a la derivación de las intervenciones quirúrgicas a los privados.

Lejos ya del espectáculo circense, con sus hospitales de campaña, sus IFEMAS y demás parafernalia del año 2020, con la que se pretendió justificar las derivaciones, a día de hoy estas no solo continúan sino que se están multiplicando.

La Comunidad Valenciana no es una excepción, la Conselleria de Sanidad informaba en febrero del 2021 de que había derivado a 1.288 pacientes a los hospitales privados durante la tercera ola de la pandemia, en los primeros meses del 2022 la cifra superaba los 9.200 y el conseller de Sanidad, Miguel Mínguez, anunciaba que los presupuestos para el 2023 contemplan un aumento de casi el 50% para este menester.

A estas alturas quedan pocas dudas sobre si el virus que causó la “pandemia” era de tipo biológico o de tipo económico.

Ramón García Ortín
Matemático y licenciado en Derecho