Empezaré parafraseando a George Orwell, 1984, mente preclara que visionó una sociedad distopía, que cada vez se parece más a la realidad actual: «…la cerveza y, sobre todo, los juegos de azar llenaban el horizonte de sus mentes. Mantenerlos en control no era difícil».
Me pregunto ¿para qué te quieren débil y distraído mientras tú te crees fuerte y centrado? Sé que es obvio.
Por lo tanto, si sabemos que es obvio, dotar a los niños y jóvenes de los recursos necesarios, a todos los niveles, para que tengan criterio y fortaleza mental, es nuestra responsabilidad imperativa como ciudadanos adultos. Sin lugar a duda la formación que aporta el deporte es una gran herramienta para ello, teniendo como base que «la salud integral no es negociable y empieza por la responsabilidad individual».
Podría escribir miles de líneas y argumentar con cientos de estudios el porqué es exigible el apoyo al deporte por parte de las instituciones, porqué los partidos políticos deberían tener líneas sólidas, viables y serias al respecto…pero lo voy hacer en clave “experiencial”.
Hace unas semanas, mientras comíamos, tuve una conversación con una mujer ejemplar, ella fue atleta olímpica, es absolutamente inspiradora, Mónica Carrión, una auténtica DAMA, ejemplo claro de la transferencia del deporte en una mujer, comentábamos la importancia del deporte en la formación de los niños y jóvenes, especialmente en las niñas, como generaba el escenario perfecto para luchar contra el bulying, contra el maltrato o el acoso, debatimos cómo la política y/o los interese económicos “NUNCA” debería restar ni interferir en el campo del deporte y la educación.
Hablamos largo y tendido de lo que el deporte competitivo había hecho en nuestras vidas y de que, a pesar de lo que pueda parecer, es un contexto ideal para el aprendizaje en la gestión de emociones, del fracaso, la frustración y el éxito, ya que el deporte te transforma, saca lo mejor de tí, te convierte en una persona capaz de reconocer tu poder, entrena tus habilidades sociales, tu inteligencia, resiliencia, asertividad, serendipia, empatía, estamina, autocontrol etc…, fomenta el liderazgo en pro del equipo, del club y por supuesto fomenta hábitos de vida saludables que se consolidarán para siempre. Todo eso crea mujeres difíciles de amedrentar y hombres a los que no se les pasa por la cabeza usar la violencia contra ellas, porque crea hombres y mujeres de mentes fuertes.
Aunque mucho me queda que aprender y vivir, ya llevo muchas horas de vuelo como para tener dudas de lo que defiendo…fui niña, adolescente, empecé en el club de gimnasia y a día de hoy sigo activa en el mundo del deporte a través de la halterofilia y en el mundo de la actividad física para la salud desde mi profesión. El deporte me ayudó a esquivar las peligrosas balas de las drogas en los 80, a torear y poner en su lugar a esos hombres que creían tener derechos por encima de los míos, vencí el fracaso académico al encontrar un foco, me salvó de la anorexia, del miedo a no encajar, me enseñó que la autodisciplina es el premio a largo plazo que siempre da frutos y que los premios a corto plazo tienen trampa. Me enseñó a canalizar el fracaso como un camino hacia el crecimiento, me ayudó en la formación y educación de mis hijos, me salvó la vida en momentos de enfermedad y/o depresión…es y será mi profesión, propósito y aportación en «este poblado planeta».
Así que insto, anímo y me ofrezco a promover o ayudar, en mi nombre y en el de las siglas que represento, IDEA Sagunto-Puerto, a ayudar a cualquier mujer (y hombre), entidad o proyecto que vaya en esta línea.
A crear el entorno para el desarrollo de personas y ciudadanos sanos, honestos y comprometidos consigo mismo, seres que sepan que en este lugar todos tenemos un gran valor , no apoyaré nada que ayude a crear personas pusilánimes, débiles y dependientes, deseo que a los que se encuentren en una situación de desventaja se le dé la fórmula y recursos para sacar lo mejor de sí mismo, dándole la mano para salir del miedo, del peligro, de la decadencia, la desesperación, la procrastinación y/o la improductividad y con ello aumentar su autonomía y autoestima.
Aquí está mi mano.
Mariola Corega
Secretaria de IDEA Sagunto-Puerto
