La ‘falsa’ inclusión

Escrito por Juan Carlos Moreno Maties
Viernes, 28 Octubre 2022 21:02

Mucho se está hablando en la actualidad sobre la palabra inclusión, ¿Quién no ha oído hablar del famoso lenguaje inclusivo de todos, todas y todes? O sobre la inclusión de la mujer, o la del catalán en las escuelas. Además, alardean de la inclusión social de la pobre gente que viene de otros países y a la que hay que admitir y respetar sus costumbres, pero, poco hemos oído hablar de la exclusión.

Parece mentira como una sola sílaba, puede cambiar tanto el significado de una palabra, ¿no has oído hablar de la exclusión?, o ¿te han vendido que, en esta maravillosa democracia progre, esta “repugnante” palabra no tiene cavidad?, pues te equivocas estrepitosamente. En algunos centros, se ha excluido la celebración de la navidad o, el uso de los alimentos porcinos en los menús del comedor, al tratarse de una ofensa para ciertos colectivos religiosos. Sin embargo, se ha incluido la asignatura del islam en muchos de los centros de nuestro país.

En Cataluña, cientos de niños son excluidos en las escuelas cada día por el simple hecho de hablar castellano. Los suspenden, los arrinconan en el patio e incluso los insultan, pero, este hecho se amplía también a padres y profesores, los cuales, deben de cambiar de trabajo o localidad, al sentirse intimados por compañeros o de la propia Conselleria de Cataluña. Y cuando algún movimiento en defensa de estos jóvenes, como por ejemplo “S’ha acabat”, se manifiestan, los apedrean insultan y emplean la violencia sin escrúpulos.

En Euskadi, el partido Bildu, ha desplegado una pancarta gigante en su sede, con la foto de un guardia civil portando una maleta en la que dice textualmente en euskera “Fuera de aquí”. Las familias de las víctimas de ETA son abucheadas y amenazadas por estos “amigos de los asesinos” por llamarlos de alguna manera. En Cataluña no hace mucho vivieron una situación parecida los familiares de las víctimas del atentado de Barcelona del 17-A.

Por otro lado, los hombres también somos excluidos. En las manifestaciones del 8–M se nos ha prohibido la entrada en muchas de las convocatorias por el hecho de ser hombres, sin mencionar, las múltiples consignas que lanzan por su boca y los carteles que portan orgullosamente, degradando reiteradamente la imagen del hombre de manera generalizada, llamándonos machistas, maltratadores, violadores y una larga lista de insultos, mientras se pasean orgullosas por las calles de las principales ciudades.

También crean leyes en las que borran de un plumazo la memoria de escritores, pintores, médicos, músicos y un largo etcétera que componen la lista negra, ¿cuál es su delito?, haber vivido y desempeñado su trabajo sobre la época Franquista, (en nuestro municipio ha pasado recientemente con el colegio Villar Palasí, entre otros) en este lote también entran los caídos en la guerra en el bando Nacional, no entienden que, en una guerra, muchas veces te defiendes independientemente de tus ideas políticas, más bien por el caprichoso destino de tu ubicación.

Todo esto podría tener alguna justificación por parte de la rama progre más rancia, pero, mi última sorpresa ha sido la que ha sucedido la semana pasada en mi municipio. Una niña ha sido excluida de la piscina municipal por el simple hecho de tener una diversidad funcional. ¿Dónde está la inclusión de la que tanto presumen y abanderan en sus campañas electorales?, ¿A caso el deporte no es la mejor herramienta para que niños y adultos puedan relacionarse sin importar sexo, raza, religión?

Además, es muy beneficioso para fomentar los valores como el de la superación personal en personas con discapacidad ¡¡¡Y no es el único caso!!!, Recientemente también recibí un audio de unos padres desesperados porque su hijo, también con una diversidad funcional, no podía practicar natación porque no ha superado unas pruebas que el ayuntamiento de Sagunto ha impuesto para poder utilizar las instalaciones municipales. Y todo esto, mi querido lector, es solo una pequeña parte de lo que la izquierda de este país hace para recaudar votos, bajo el estandarte de la palabra Inclusión así que, la próxima vez que vea la televisión, o lea un periódico en el que hagan uso de esta palabra, espero que piense en esta humilde nota de opinión, y seguramente, lo que realmente piense sea en la palabra Exclusión.

Juan Carlos Moreno Maties
Miembro del Consejo Asesor de Deportes por Vox-Sagunto

 

 

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