Hace un tiempo leí a una filosofa llamada Ayn Rand que decía: «Cuando adviertas que para producir necesitas la autorización de quienes no producen nada; cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes trafican no con bienes sino con favores; cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y las influencias más que por el trabajo, y que las leyes no te protegen de ellos, sino que, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra ti; cuando repares que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un sacrificio personal, entonces podrás afirmar sin temor a equivocarte que tu sociedad está más que podrida está condenada al fracaso».
Piensen y díganme si la situación actual en que vivimos no es clavada a lo que dice esta señora. Lo que ocurre durante ya algunos años, últimamente se acentuado, pero tragamos. Somos como ovejas mansas e inofensivas, ante los continuos abusos de los que nos gobiernan y manipulan. Una sociedad de borregos, que hacen y piensan, mas bien no piensan y que sigue a una mayoría, una mayoría borreguil que razona a tenor de lo que les dice el pastor, la prensa y la caja tonta. ¿Quizás es que somos incapaces de concebir una vida alternativa? Esa falta de personalidad y de criterios propios, les viene muy bien a los políticos, han creado “personas marionetas” que ni piensa ni actúan solo ven pasar la vida desde el prisma que le ponen delante.
Fácilmente nos acostumbramos a ver la vulgaridad, y la estupidez como la cosa más normales del mundo, incapacitándonos para alcanzar una conciencia crítica de la realidad. Basura y más basura, millones y más millones, en el mercado persa del futbol, el chalaneo, la trampa, el cambalache y los trapicheos; encantadores de serpientes al paso solemne de un califa muy joven. Luego pagaran por una entrada 100 euros cuando se podían pagar diez. No se dan cuenta que el fútbol está fuera del contexto de la realidad, cuando para poder comer el Estado te dará una limosna de 200 euros (¡estamos locos!).
Hay que ocupar las mentes de hechos intranscendentes, con esos personajillos sin cultura y sin conciencia que venden sus miserias, y horas y horas mantienen a millones siguiendo sus pestilencias, claro que al final con sus audiencias son los más ricos. «Llamen vengan a vender sus mierdas»; así poco a poco nos acostumbraremos a la vulgaridad y a la estupidez como las cosa más normales de esta incultura que nos invade y desborda. Escuchen ustedes esas tertulias espectáculos en las que el griterío y la falta de respeto es la norma, y vean cinco minutos de suciedad y porquería y siete de anuncios soases, agresivos y de mal gusto, a los que se prestan muchos de los grandes comunicadores de este país (el vil metal). Sigue el acoso en tu hogar llamando por teléfono media docenas de veces al día machacándote con que compres, y compres (démosle leña al mono que es de goma). Nunca debemos olvidar que en cada programa, en cada noticia, en este acoso constante siempre rezuma el sistema establecido, y sin darnos cuenta creyendo que la verdadera vida es así nos introducen en su falta de valores y de conciencia en nuestras vidas.
Pienso que nos pasamos los días pensando y preocupados por acciones o palabras tontas y mentiras absurdas sin sentido, leemos, pensamos, miramos, hablamos, escuchamos y hacemos gilipolleces. Porque somos una sociedad tan incauta que cree que sus problemas los solucionan los que votamos. Cuando es todo lo contrario, se resuelven los suyos agarrándose muy bien a la mamandurria del poder que algunos después de 40 años aun no han soltado.
En esta época tenemos una sociedad más violenta, que disfruta de la violencia, y que no quiere cambiar porque las autoridades de nuestro país no quieren poner freno. Cuanto “peor mejor” delinquen cien veces no pasa nada, se trata de que amargue y humille la vida a los tontos que pagan y pagan cada día más impuestos para poder vivir. Disfruta delincuente. (Tú tienes el poder y la gloria e impunidad por tus actos violentos pasados y si eres separatista para futuros referéndum). Para los que tienen todos los medios a su alcance no hay problemas, a ellos nadie les quita el sueño, no los violan ni apuñalan y descuartizan a sus hijas. No les quitan su vivienda, y además a estos delincuentes la ley les dice que también pueden evacuar en la boca del dueño, y cuando se vayan que lo dejen todo destrozado. «Detenidos los propietarios de un piso ocupado en Calella por intentar echar a los ocupas. Su delito entrar en domicilio ajeno». Llegará un momento en que no se conformarán con esto, y desde las Instituciones se empezará a expropiar pisos, por ir a vivir con tus nietos e hijos (todo a su tiempo, menos hacer viviendas sociales). Mientras España es arrasada y carbonizada con más de trescientos incendios mandando a la miseria a las gentes del campo haciendo estéril las tierras, nos hemos cargado miles y miles de hectáreas de bosque mientras hablamos de ecologismo, y no hay ningún responsable, cosa curiosa hace unos años si los había. Somos ya una sociedad masoquista, donde los que gobiernan les parece muy bien que suframos situaciones desagradables y dolorosas y que seamos todos mendigos. Huimos de la realidad y no nos hacemos responsables de nada. «Los borregos también se amontonan cuando van al matadero».
Porque la izquierda no soluciona los problemas de la clase trabajadora que es la que dicen que le vota. Porque la derecha que tanto ama a su país consiente que pase esto. «Todo es una mentira». Políticos, sindicatos y organismos que en teoría deben de velar por el pueblo no les importa nada, solo conseguir más y más poder, seguir manejando el rebaño y utilizarnos como el pastor usa su ganado, para su propio beneficio.
No mires, no preguntes, no pienses, simplemente obedece. La obsesión por el poder es. El aplastamiento de la sociedad civil es. La compra de medios de comunicación es. La opacidad y la mentira son. Como no respetar las leyes, y la afición por la rapiña y el desprecio al ciudadano son. Ya han denominado claramente este sistema de gobierno; porque hay cientos de rasgos y actitudes que dicen siempre lo mismo.
Hay muchas formas de arruinar el país en tiempo récord, y Sánchez las está empleando todas, está convencido que solo la miseria puede perpetuar el socialismo.
Un abrazo de Paco.
Francisco Gómez Caja
