Me contaba un amigo

Escrito por Luis Ballester Moreno
Jueves, 23 Junio 2022 12:08

- ¿Sabes? He estado en un Balneario unos días.

- ¿No me digas? Valla suerte amigo; qué bien vives, eh.

- No, no creas, pero necesitaba un cambio de aires a ver si enderezo un poco este cuerpo mío que cada día se queja más y de más partes del mismo.

- ¿Y cómo te ha ido?, porque en esos sitios se suele estar muy a gusto, ¿no?

- Bueno sí y no, porque después de que te ve el médico y te ha hecho preguntas y tal, te manda a hacer tantas cosas que apenas tienes tiempo para dedicarte a lo que quieras.

- Cuéntame, dime, ¿qué hacías?

- Pues mira, mi mujer y yo nos levantábamos temprano (siete de la mañana) y nos íbamos a andar (a esa hora da gusto la verdad) y al volver, te aseabas un poco y tocaba el desayuno; serían ya las ocho y media o nueve. Poco después tocaba terapia, aerosoles, vapores y la tira de cosas. Te quedaba un poquito de tiempo para sentarte en la cafetería y tomarte alguna cosita antes de la comida. La comida eso sí, abundante y buena; ya te contaré sobre esto. Otro ratito en la cafetería para tomarte una manzanilla porque te has pasado un poco en la ingesta, y a descansar antes de ponerte el albornoz y marchar a los baños que son muchos y variados.

Que si burbujas, chorros, circuito termal, duchas circulares, sauna y según sea tu tratamiento, barros y no sé cuántas cosas más. Aguas y más aguas por todos sitios. Bueno pues se acaban los trabajos del día, ahora y antes de que llegue la cena, puedes hacer lo que cada cual quiera.

O vas a conocer algunos sitios cercanos en plan paseante, o nos sentamos en una terraza y juegas a algo si sabes mientras bebes algún refresco, o sencillamente pasas el tiempo como mejor te guste. Y así, durante los días que estés allí. Y después de la cena, todas las noches hacen algún espectáculo o baile donde se reúne prácticamente todo el mundo a divertirse hasta las medianoche.

- Bueno “oye” no es para quejarse digo yo. Ya quisiera más de uno poder hacer eso. No solo descansas si no que un tratamiento así te debe dejar nuevo.

- “Hombre” no es que me queje, era simplemente comentar la cantidad de cosas que tienes que hacer. Pero es muy curioso, la de comportamientos que puedes observar en las personas en cada momento cuando convives con bastante gente en un corto espacio de tiempo. Nos hemos reído mucho; (que es otra terapia muy buena para la salud aunque no tiene nada que ver ni entra en los ejercicios que aquí te mandan) Yo no puedo saber claro está con qué intención o plan va mucha de la gente que acude a estos sitios, pero algunas veces tienes dudas de si van por enfermedad o solo para “hincharse” de comer.

- ¿Por qué lo dices? ¿Es que no comen en sus casas?

- No, verás. Normalmente las personas que vamos a estos sitios somos mayores, y sabemos que a estas edades no podemos comer todo lo que nos gustaría, ¿no es verdad? Y también que o bien la mujer al marido o el marido a la mujer, trata de que no coman lo que no les va bien para su salud, ¿no es así? Pues parece que aquí no vale esa regla o muchos se la saltan a “pióla”. Comen como si fuera la última vez que lo fueran a hacer y repiten los platos o se sirven varios a la vez para tenerlos seguros en su mesa. Cuando es bufet libre corren a coger la comida como si se fuera a acabar, y no sea que los que vienen detrás, se la quiten. Es digno de ver esos momentos.

- Creo que exageras un poco amigo; siempre hay alguien que se sale del tiesto y hace cosas que no son de buen gusto, pero esas son las clásicas excepciones que confirman las reglas y por otro lado, depende del sitio y la clase de personas que van allí.

- ¡Eh cuidado! No estoy criticando a nadie, simplemente comento las cosas que he visto con mis propios ojos y no juzgo a las personas si no la forma de hacer. Y por supuesto, lo que hagan un puñado de gentes no se puede aplicar a la mayoría, y tampoco es tan grave la cosa como para no entender que en ciertos casos es comprensible.

- Claro que sí, entiendo lo que me dices y sé que lo haces desde un punto de vista curioso. Sigue contándome tu experiencia de esos días.

- ¡Huy! Hay para mucho si quieres entretenerte. Por ejemplo: Va un grupo de personas andando de paseo o hacia el comedor, y ves que los hombres van renqueantes y las mujeres muy arregladas y alegres, mucho más derechas que ellos. Algunos están solos, no tienen pareja y los ves que tratan de hacerse notar supongo que para ver si ligan. También los que estando sentados en la cafetería no se dirigen la palabra aunque pasen dos horas y caigan chuzos de punta. Y en el baile, los que lo hacen bien tratan de demostrarlo suene lo que suene y con pareja o solos o cosa que se da muy a menudo, bailan con la mujer de alguno de los que están sentados en la mesa juntos. Y como en casi todas las fiestas, no falta el que sube al escenario y se marca su repertorio de recitales o su arte cantando. Y así, nos divertimos todos hasta que nos vamos a la cama. Como puedes ver amigo, no te puedo decir que mi experiencia haya sido mala, y además “oye” que me encuentro mejor que antes de ir a ese sitio.

- Estupendo Juan, me alegro mucho de que estés mejor y ya te pediré consejo si alguna vez decido conocer algún sitio de estos.

Luis Ballester Moreno

 

 

 

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