Solo vemos lo que queremos ver

Escrito por Francisco Gómez Caja
Viernes, 13 Mayo 2022 21:03

Cuando leo ciertos pensamientos, actitudes y comportamientos que son reflejadas en este periódico digital, por personas que conozco de muchos años. Tengo que volver el pensamiento hacia detrás, y recordar que todos hemos estado durante muchos años, “casi toda una vida” en una lucha reivindicativa, por mejorar la vida de los ciudadanos de este pueblo, y aun seguimos. De hecho estando jubilados hemos estado en muchas, estuvimos en las últimas manifestaciones de la Bosal o de Lafarge.

Observo que actualmente sus ideas y pensamientos políticos están a años luz de los míos, son tan dispares que tengo que pensar que ya no nos pondríamos de acuerdo en casi nada, excepto por la lucha de la clase obrera, que no hacen sus sindicatos por estar politizados. ¿Alguno debe de estar equivocado? Saben que cuando escribo suelo decir esta es mi verdad, por supuestos sé que hay otras, todas muy respetables, y serán comprensibles para según el prisma de quien las lea. Por esto he buscado un explicación llamémosla técnica o científica del porque estos compañeros se han alejado de la realidad.

Estamos continuamente tomando decisiones ¿Crees que todas son racionales y lógicas? No somos conscientes que en nuestros pensamientos tienen un gran peso en nuestros deseos, es lo que los expertos llaman un pensamiento desiderativo. Dicen que cuando deseamos algo enviamos una señal a nuestro cerebro de lo que nos falta. Todas las decisiones que tomemos a partir de entonces estarán influenciadas por este deseo. ¿Qué ocurre entonces con la realidad? Esta se transforma para nosotros en lo que queremos, y provoca que veamos todo lo que ocurre “a nuestra manera”. Pero la realidad es como es, y por mucho que queramos verla con otros ojos no va cambiar. El pensamiento se vuelve esclavo del deseo que está en nuestra mente, y ya no vemos la realidad sino que vemos lo que queremos ver, es una manera de evadir una situación que no nos gusta.

Dicho esto tendremos que decir que algunas personas identifican el corazón con la emoción, y el cerebro con lo racional. Es un error la irracionalidad está perfectamente integrada en el sistema nervioso, en el cual se incluye el cerebro humano. Uno de los aspectos de nuestra conducta es un peso desproporcionado a favor o en contra de una idea, de una persona, o de un grupo, generalmente de una manera que se considera injusta, y esto es un error sistemático.

Dicen que hay un sesgo de confirmación en las tendencias de la mente para buscar información que respalde los puntos de vista que ya tenemos, e interpretan evidencias de manera que apoyen sus creencias expectativas e hipótesis. Por esto fácilmente nos llevan a conclusiones inexactas e incluso poco éticas.

Quiero decirles a mis compañeros en la lucha por la clase trabajadora, que en ideas están colocados en un extremo y yo en otro, seguramente por los razonamientos anteriores que va con nuestra forma de pensar. Aunque los respeto nunca estaré de acuerdo con el denominado gobierno Frankenstein, al que mis antiguos compañeros defienden, debe ser por “denominarse la izquierda” donde muchos, han estado demasiado tiempo justificando lo injustificable. Tengo muy claro que fue la izquierda la que me quito el puesto el puesto de trabajo en la siderúrgica junto con 3.000 compañeros más, por una cuestión de chulería de un gobierno con demasiado poder que además estaba demasiado respaldado por los sindicatos (algún día deberíamos de analizar el tema). La izquierda fue la que unos años después me amenazo con volverme a quitar el nuevo puesto de trabajo, por defender a los vecinos de Ciudad Dormida de la corrupción de un gobierno socialista. “Nadie debería olvidar su historia, porque está condenado a repetirla”. Tengo claro que la izquierda y la derecha ambos tienen miembros corruptos. La izquierda está fuera de su contexto porque lo único que le importa es no perder la mamandurria, y el PSOE no existe ha derivado hacia una dictadura denominada el Sanchismo que

- Manipula la información y la encausa hacia sus fines.
- Censura y castiga a quienes muestran la verdad o piensan diferente.
- Impone decretos que favorecen la dictadura y desfavorecen al resto.
- Cambia y acomoda las leyes a conveniencia.
- Lava el cerebro de la gente y promociona ideas fanáticas y ciegas.
- Usa vigilancia extrema sobre la población.
- No acepta cuestionamientos.
- Dice proteger de peligros inexistentes.
- Se emplea a fondo para controlar las organizaciones civiles.
- Se entromete en la vida privada de las personas.
- Censura y controla los medios de comunicación masivos.
- Se violan derechos fundamentales y humanos.
- Oculta su verdadero rostro tras instituciones fraudulentas.
- Recorta las libertades civiles estipuladas en la Constitución.
- Se impone por la fuerza y no por la razón.

Con el dinero que el Sr. Sánchez y su gobierno despilfarra en crear estómagos agradecidos, chiringuitos políticos, asesores y ministerios que sobran como ocho, se podrían construir 870.000 viviendas públicas o 130 hospitales o 1.2000 colegios o 5 centrales nucleares o 9.200 molinos eólicos.

Quiero que reflexionen conmigo y pregúntense, si se puede considerar democrático un gobierno que legisla y gobierna en contra de la voluntad popular, que miente, engaña, despilfarra, y realiza acciones contraria a la Constitución. Hay cientos de ejemplos para demostrar la bajeza tiránica vigente. Mantiene leyes que protegen a los Okupas cuando más del 90% las rechaza, permite que territorios enteros como Cataluña estén al margen del Estado de Derecho. Ha triplicado las excarcelaciones de Etarras, desde que Bildu lo mantiene como jefe del gobierno. Últimamente ha entregado el Estado a los enemigos declarados de España. Su obsesión por el poder no tiene límites, al dar los secretos oficiales a los que no les mueve otro afán que destruirnos.

Un abrazo de Paco

Francisco Gómez Caja

 

 

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