Tengo últimamente tantas sensaciones y presentimientos en la cabeza, que al final he pensado exponerlas sin orden ni concierto, y que cada uno de los que me leen coja lo que quiera. El mundo ya esta tan disperso, y los aconteceres y sucesos son tantos tan dispares infortunados y funestos, que ya no sabemos distinguir lo autentico, de lo que esta adulterado y es un fraude, en una palabra lo real de lo irreal, todo lo ha invadido la mentira, falsedad, y falacia. Hay tantas personas que pensamos que son representativas y mienten, y tantos medios de comunicación que, sin ningún reparo, pudor, o vergüenza, transmiten la mentira institucionalizada. Ya paso de ellos con el convencimiento de que solo les satisface el dinero y expanden textos e imágenes adulterados en una palabra basura, por esto cada día busco más al periodismo sano al que se le margina y excluye.
Eso de la palabra ÉTICA, nunca estuvo tanto en nuestra boca y nunca fue tan añorada. Que si ética de las fianzas, ética empresarial, ética de los negocios, ética política…En esta época nos debíamos de dar mucha cuenta, y preguntar por ella constantemente. Se dice “dime de lo que alardeas y te diré de lo que careces”. Yo creo que nos damos cuenta que nos hace falta, aunque pocos estén por incorporarla. La ética del consumo también debíamos de no olvidarla, porque seguimos convencidos de que en el consumo está la felicidad, y no en las relaciones humanas, un error muy grande.
Porque si no hay SOLIDARIDAD, si los demás no nos importan, ni forman parte de nuestro proyecto de vida feliz, las cosas no tienen arreglo. Aunque se promulguen leyes espléndidas, no se cumplirán, porque no es el miedo al castigo lo que guarda la viña como se ve todo los días, sino la vivencia en amistad hermandad y humanidad.
Ya vemos que se está poniendo en jaque el principio de igualdad, sobre todo en sanidad, se está desmantelando un sistema público razonablemente justo, y se está facilitando las cosas al sector privado sin explicar hacia qué modelo vamos. La sospecha es que tendremos una sanidad para ricos, y otra para pobres.
Y en medio de esta tormenta perfecta las clases medias se ahogan ¡Un salvavidas para ellas! Exigir derechos, cumplir obligaciones, practicar la solidaridad. Pero díganme cual es la conciencia social y moral de la época en que vivimos.
Alguien dijo “Los españoles ese pueblo que ha pasado de querer ser demasiado, ha demasiado no querer ser” y ahora intentando ser marca de un país. Pero seguimos “no queriendo ser” por desgracia. Es difícil encontrar un país con mayor desprecio hacia sus propias potencialidades. Pienso que en parte por un ecologismo que trata de controlar la sociedad, y de restringir las libertades. Personalmente me repatea que nos consideren parte de la naturaleza, y no seres independiente que toman sus propias decisiones. En nuestro pueblo un nefasto político y ciertos ecologistas tratan de cerrar una fábrica de cemento, con su lema “Si pero aquí no” es el egoísmo en grado superlativo, y para esto el Ayuntamiento a Acció Ecologista Agró les da 90 mil euros. (Más que al centro solidario de alimentos). Hay muchas empresas en este país como Lafarge que son muy responsables con la naturaleza. Solo necesitan meterse en internet, y ver lo que han realizado en otros parajes. No son necesarios los tocapelotas subvencionados por Quico, que odia a este pueblo, y que lamentablemente está gobernando, más que un pipiolo aprendiz de alcalde. Si la sociedad tomara conciencia de la cantidad de puesto de trabajo que se han eliminado, se han dejado de crear, y de la riqueza que este país ha dejado de explotar por el ecologismo, les tratarían como a un virus. Por eso urge cambiar tendencias y querer ser los mejores, algo muy difícil cuando los que dirigen desde los Ayuntamientos se dejan mangonear, y los que dirigen este país están en la línea de que lo importante es no perder el poder, no importa que imperen la corrupción y el despilfarro, la ciudadanía está para pagar y para obedecer, y no hay que olvidar que con motivo o sin él, hay que mandar a la fiscalía para que criminalice al oponente político.
¿Aprenderemos de la crisis, nos hará mejores? De momento no. Tendríamos que tener una ÉTICA pública que generara confianza, pero esto no ocurre ni creo que ocurra, porque el problema no es de ideologías, si no de personas concretas, de determinadas tramas, de malos hábitos, de costumbres. Los malos y los buenos tienen nombres y apellidos, no es cosa de ideologías políticas.
¿Ética y política (o cosa pública) son incompatibles? Todo lo contrario, se necesitan mutuamente, la política sin ética es ilegitima. En otros países lo público se cuida con esmero, porque es de todos. En nuestro país venimos diciendo y obrando en consecuencia que lo que es de todos no es de nadie, (Recuerdan a la ministra “el dinero público no es de nadie”). Pero lo que no es de nadie es el patrimonio de la corrupción, que afecta tanto a derechas como a izquierdas.
Y contestando a algunos que quieren justificar lo injustificable les diré: Putin no respeta ni a Ucrania ni a nadie; sólo distingue a los que están con él pueden vivir, y los que no están con sus ideas deben morir. Y con esta filosofía tan simple el comunismo y Rusia han decidido dominar el mundo. De la única manera que puede hacerlo es destruyéndolo, eliminando valores alineando al hombre hasta convertirlo en un muñeco o marioneta, en el mejor de los casos en un autómata. Con estos antecedentes no nos deben de extrañar las ejecuciones sumarias y gratuitas de civiles en Ucrania, que solo están en la mente de los que no los consideran personas, sino animales. Estos son los mismos perros inmisericordes que quemaban pueblos enteros en la Unión Soviética, que mataron a 20 millones de personas, el mismo número de rusos que actualmente viven por debajo del nivel de la pobreza, son los mismos que en Ucrania requisaron las cosechas, en lo que se llamo el “Holodomor” y murieron siete millones de personas de hambre. Ahora con distinto nombre, pero el nazismo y el comunismo coinciden en su afán de destrucción para crear un orden nuevo de personas sin alma.
Winston Churchill dijo: «Rusia es un acertijo envuelto en un misterio dentro de un enigma», y Fiodor Tiúchev diplomático «Rusia no puede ser comprendida por la razón».
Para terminar este popurrí de ideas y de preguntas sin respuestas quisiera decir: Que no se puede actuar por impulsos nerviosos o neuronas, la libertad es real y hay que conquistarla codo con codo con las demás personas, ya que como vemos hay muchos que nos quieren privar de ella.
Un abrazo de Paco.
Francisco Gómez Caja
