Cuando empiezo a escribir este artículo, la plataforma de transportistas lleva más 15 días de huelga, y quiero recordar una frase de un gran hombre. “Lo único que debemos temer es al miedo, a ese miedo sin nombre irracional injustificado que paraliza”. Este miedo actualmente lo han perdido los hombres y mujeres del transporte, espero que logren algo tan simple como poder vivir de su trabajo, y lo harían si los millones de agricultores, ganaderos y otros se unieran, ya que trabajar y no ganar es… Después de 20 días los camioneros se ponen en marcha, con el compromiso de que el gobierno tendrá en cuestión de meses un borrador de ley, para garantizar la imposibilidad que se pueda contratar el transporte a perdidas.
El miedo muchas veces nos neutraliza, y no nos permite tomar decisiones con naturalidad, el miedo que desde hace mucho tiempo estos gobiernos que hemos tenido han inoculado a los trabajadores. “Es el miedo económico” la agenda neoliberal lo introdujo en dos tiempos, abandono conscientemente del objetivo del pleno empleo; y en segundo lugar infecto con un virus llamado “deuda” a las familias.
Hubo en este país una izquierda que gobernando con mayoría absoluta, traicionó a los obreros a los que siempre dijo que representaba, y contribuyo de manera notable a la creación de un segundo miedo. Decidieron que era más rentable que los ricos fueran cada día más ricos, y así ellos también recogerían los frutos. (La corrupción fue tan generalizada que se veía con naturalidad; recuerdo que un amigo me decía, si no roba este, robara otro). Ya no había que compartir con los trabajadores los beneficios de las empresas, todo lo contrario había que explotarlos. (Recuerdo cuando no era así, y mi padre llegaba tan contento a casa, “ya hemos cobrado los sacrificios”).
La democracia del Sr. González nos dio la “deuda” como sustituto de riqueza, así nos sentiríamos más ricos tendríamos más para gastar. Pero la deuda es azúcar sin calorías, que podías disfrutar sin engordar, y la solución para estimular la demanda, el retorno del capital, y los beneficios empresariales se multiplicaron a la vez que se deprimían los salarios Todo esto con el beneplácito de los llamados sindicatos de clase, (se hacia algún día de huelga pero sin molestar mucho, “gobernaba la izquierda”) después esta les han estado dando dinero hasta para ir de mariscadas. Actualmente están tan subvencionados que son la correa de trasmisión del gobierno, por lo que muy pocos trabajadores cuentan con ellos, ya hay miles que no tienen ninguna representación en su empresa.
Años después y cuando pasaron varios gobiernos la deuda estallo varias veces. Un ejemplo reciente: el precio de las casas nunca iban a bajar ¿Lo recuerdan, verdad? Y entonces estallo la burbuja inmobiliaria, y hundieron a las familias, y el miedo floreció un poco más.
Hace ya mucho tiempo un famoso ministro socialista llamado Carlos Solchaga pronuncio en el congreso la famosa frase “España es el país europeo donde es más fácil hacerse rico” con esto testificó lo que iba a ser este país. Frases y hechos de personas que estando gobernando han hecho que el pueblo español este ahora al borde de la miseria, mientras unos muchos ganan tropecientos mil millones. Quizás del Sr. Zapatero si se acuerden cuando afirmo “Somos el país más sólido y solvente de Europa” Cuando nos había llevado a la ruina, y una vez más pagamos todos las consecuencias de un nefasto gobierno. Y uno nuevo tuvo que ponernos a flote, y con nuestro dinero tuvo que socorrer bancos y cajas de ahorro.
Vivimos bajo “la dictadura de los mercados” y estos han logrado eliminar los beneficios sociales, y las conquistas económicas de la ciudadanía conseguida durante más de medio siglo, algunas con palizas y cárcel. Ahora hay miedo a quedarse si ese bien cada día más escaso llamado “trabajo”, que nos llevaría al subempleo, en una palabra a la marginación económica y social.
A diferencia de que antes el poder tenía rostro, ahora son estructuras sin rostros ni identidad; son invulnerables a los golpes y a las palabras, su poder es menos ostentoso, menos abiertamente declarado, pero omnipresente, y no para de crecer. Si tenemos el rostro y los nombres y apellidos de los que han permitido que este monstruo creciera hasta devorarnos, y que nos manda a la miseria y el hambre, o a ser los mendigos del gobierno con el llamado “ingreso mínimo vital” así estaremos cogidos del ronzal. Escuchaba a un ganadero decir que el valor de su trabajo era dos céntimos la hora. No creo que el partido que está en el poder dirigido por un psicópata autócrata, que no dice ni una sola verdad, tenga la solución, porque se caracteriza por el abuso de poder, la arbitrariedad, la arrogancia, el despilfarro, la injusticia… y esta a las ordenes y pagando peajes a los que quieren romper este país.
Todo indica que nos encontramos en el afianzamiento de una nueva sociedad, caracterizada por la derrota del poder político frente al poder económico. Espero que en el nacimiento de una nueva lucha de clase, fruto de una conflictividad social, que debe ir en aumento por la pérdida de derechos y libertades, cuando se llegue al límite, las personas se vuelven inmunes al miedo, ya no tienen nada que perder.
Tengo claro que la propaganda y el engaño es la gran obra del sanchismo, es en lo único que ha demostrado eficacia. La cortina de lodo que nos ha lanzado es tan densa que nuestro país se ha convertido en un vertedero donde todo se tergiversa y se camufla. Pero no hay mal que cien años dure, cuando lo que está cubierto de lodo salga a la luz, el sanchismo pasara a la historia como una pandemia, espero que quede un socialismo residual, votado solo por los que han estado chupando del poder.
Quisiera que hicieran una reflexión sobre lo que dijo el Sr. Saramago en una conferencia en Jaén: “Los gobiernos no gobiernan, se han convertido en comisarios políticos del poder económico”. “Mientras se lucha por la democracia el poder real está fuera del alcance de los ciudadanos”. “Por esto comprendo a quienes aseguran que se vivía mejor cuando estaban contra Franco. Vivir contra es siempre mejor porque se tiene la cabeza llena de ideales”.
Un abrazo de Paco
Francisco Gómez Caja
