Que todos los días sean 8 de marzo

Escrito por Maite Pérez Furió
Viernes, 04 Marzo 2022 21:01

Se acerca otro 8 de marzo en el que escribimos artículos, opinamos de las necesidades que tenemos las mujeres en el mundo laboral, nos pondremos nuestras camisetas moradas, saldremos a la calle y este año a nuestro outfit le sumaremos una mascarilla morada para que sea más feminista todavía. Gritaremos, diremos que todos y todas somos iguales y que tenemos los mismos derechos y las mismas obligaciones.

Volveremos a pedir igualdad salarial, a reivindicar puestos de trabajo acordes a nuestras capacidades sin importar el sexo, a que no se nos discrimine, a que no se nos insulte, a que no se nos haga de menos y todo esto lo viviremos el martes. Pediremos que se rompan los techos de cristal y que los hombres los rompan con nosotras. Leeremos artículos que ensalzarán la figura de la mujer trabajadora y que muchos hombres escribiréis con la mano en el corazón.

Llenaremos las calles y cogeremos las pancartas que abrirán las manifestaciones, nos abrazaremos, nos aplaudiremos, nos respetaremos y todo esto lo haremos juntos y juntas, cogidos de la mano con un único fin común: la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres.

Gracias queridos amigos, queridos compañeros, queridos hombres feministas…os doy las gracias en nombre de todas las mujeres, la lucha conjunta nos hace más grandes, nos hace más fuertes y nos hace sentirnos más respetadas y, sobre todo, válidas. Que un hombre diga abiertamente que es feminista nos hace sentir que nuestras reivindicaciones están calando en la sociedad, nos hace más fuerte, pero, ¿sabéis una cosa? Que el feminismo no se siente solo el día 8 de marzo. ¿Qué hacemos el día nueve, el día diez, el once…? ¿Dónde están vuestros gritos, vuestros abrazos, vuestros ánimos? ¿Dónde os metéis el resto de días que os seguimos necesitando? Todo vuestro respaldo el día 8 de marzo es un agradecimiento inmenso, pero quizá todo ese amor que sentimos ese día, lo necesitamos a los dos meses cuando tienes que ir a una reunión y le dicen a un compañero tuyo que te prepare bien para que no metas la pata. Ahí necesitamos que ese compañero diga que no necesitas que se te prepare, que puede darse la misma posibilidad de que sea él quien meta la pata, o que el que no tiene las cosas claras es él y necesita que seas tú quien se lo explique... pues eso no nos pasa.

A diario, comentarios y actitudes que se utilizan de forma cotidiana, y que sin daros cuenta nos insultan, nos han dolido y nos han hecho pequeñas. Llega un momento que dices basta, que hasta aquí has llegado y ese comentario que esperas de tu compañero y que no llega (ya no como una defensa, si no como una muestra de empatía), lo haces tú de ti misma, te posicionas y dices que no necesitas que te preparen para nada, que estás posiblemente más preparada que cualquier otro, que en este caso es tu compañero y que seguramente el día 8 de marzo abrirá la puerta de tu despacho y que con el brazo en alto te dirá: tu lucha es mi lucha.

Que todos los días sean días 8 de marzo, que esa admiración que nos profesáis ese día se sienta todos los días y que continuéis luchan con nosotras, pero a diario, que no seamos cuotas o porcentajes legales, que no seamos imagen, que no seamos estereotipos, queremos que nos veáis como lo que somos: iguales.

Lo queremos el día 8 de marzo y todos los días del año.

Maite Pérez Furió
Alcaldesa de Albalat dels Tarongers

 

 

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