Injusta justicia

Escrito por Juan Carlos Maties Moreno
Viernes, 25 Febrero 2022 19:02

Durante mi época de juventud, recuerdo un momento en el que me encontraba con mi padre viendo las noticias en televisión. Veía con asombro las atrocidades que se producían en este país sin pena ni gloria. Yo, con toda mi inocencia, le pregunte porqué ocurrían estas cosas y, en ese momento, fue cuando pronuncio esa frase que se me quedaría grabada a fuego para el resto de mis días, -hijo, las leyes de este país están hechas para el delincuente-, que frase tan ilógica, pero a la vez, tan verdadera, no hay día que no la recuerde.

En este mundo, nos podemos clasificar en tres tipos de personas, por un lado, se encuentra la gente poderosa, con grandes influencias, con potencial adquisitivo y que creen estar por encima del bien y del mal. Se atreven sin ningún tipo de escrúpulos a modificar las leyes, sobornar a jueces y policías y esquivar todo deber moral y fiscal, con tal de seguir estando en la cima.

Por otro lado, dentro de la clase marginal podemos encontrar a personas insolventes que se benefician de todo tipo de ayudas, las cuales, al igual que las anteriormente mencionadas, también se encuentran por encima del bien y del mal, pueden sustraer el suministro eléctrico, el agua, robar carteras, conducir sin el permiso pertinente o seguro y están totalmente libres de impuestos, nunca han cotizado en su vida. La educación y legado que dejan a sus hijos es la de vivir sin trabajar.

Por último, nos encontramos con el españolito de a pie, la clase trabajadora, la persona que se levanta cada día temprano para ir a trabajar y levantar el país y a su familia. En él, recae todo tipo de impuestos, multas y costes varios, dejando solo unos míseros euros en su cuenta para poder ahorrar algo para el día de mañana o los grandes afortunados poder irse una semana de vacaciones al año. Es patente que la clase media es la victima de todas las adversidades creadas por la sociedad en la que vivimos.

A mi entender y según los valores que me han inculcado en la infancia no puedo asimilar, cómo una persona que no ha trabajado en su vida y con un amplio historial delictivo, puede pegarle una patada a la puerta de tu casa y quedarse a vivir tan ricamente, mientras el propietario, tiene que seguir pagándole la luz, el agua y ver como esa persona, no solo está viviendo en ella, sino que también la está destrozando, sin poder echarlo, puesto que la ley respalda a ese delincuente.

Por otro lado, es incomprensible que yo este durmiendo en mi casa con mi familia en la tranquilidad de la noche, y entre una persona violentando mi domicilio, armada y con su rostro oculto, y no tenga la posibilidad de poder defenderme porque si lo hago, esta persona presente cargos contra mí, puedo ser detenido y juzgado. Mi única alternativa, si tengo posibilidad de hacerlo, es llamar a la policía y esperar a que venga. Una vez más, la ley está hecha para el delincuente.

Por otra parte, si yo discuto con mi pareja, y cada uno hace su vida, y trascurrido un tiempo, mi expareja me ve paseando por la calle con otra mujer, y por despecho, presenta una denuncia a la policía, sin más prueba que su palabra, automáticamente se incoa una orden de búsqueda y detención contra mí por violencia de género. Cuando la policía me localice, seré trasladado automáticamente a comisaria, y mientras no se celebre el juicio, dormiré en un calabozo al menos una noche, si no es fin de semana, ya que podrían ser más si coincide, porque esta ley está hecha para el delincuente.

Si una persona fallece, y deja como herencia a un familiar, los bienes que con tanto esfuerzo ha conseguido a lo largo de su vida, con todos sus impuestos al corriente, resulta irónico que, dichos familiares, no puedan disfrutar de ellos si no pueden hacerse cargo de gastos como el impuesto de Sucesión, teniendo que renunciar a dicha herencia, la cual, pasará a ser propiedad del estado, que podrá hacer uso de los mismos como él crea conveniente. Sin embargo, una persona insolvente puede vivir en un piso o circular con su coche sin tener que pagar ningún tipo de impuesto, porque no tienen cuentas que congelar y la ley está hecha para el delincuente.

Podría seguir así eternamente, escribiéndote millones de ejemplos, pero, seguramente tú, al igual que yo, tendrás que irte a trabajar para seguir levantando este país y no dispondrás del tiempo que tienen los “aprovechados del sistema”, por llamarlos de algún nombre, y no seré yo el que te lo robe porque, también en este caso, el tiempo está hecho para el delincuente.

Juan Carlos Maties Moreno
Miembro del Consejo Asesor de Deportes por VOX

 

 

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