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Ojalá

Escrito por José María López Barquero y José Navarro García
Viernes, 14 Enero 2022 21:04

En diferentes ocasiones se han presentado y prometido grandes proyectos e inversiones de diversa índole para Sagunto, que después de generar expectativas e ilusión colectiva, se han quedado en proyectos que nunca acaban de desarrollarse o en promesas incumplidas. Algunos ejemplos ilustrativos:

Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat Valenciana, presentaba en febrero del año 2000, es decir, hace 22 años, en el emblemático teatro romano de Sagunt, el proyecto de la Ciudad de las Artes Escénicas, cuya ubicación prevista era la Nave de talleres y el recinto de la Gerencia como núcleo central. Dicho espacio estaba siendo reivindicado por una comisión ciudadana con el slogan «Gerencia Publica Ya» para uso y disfrute de la ciudadanía. En el mismo mes de febrero, pero del 2002, han pasado 20 años, el mismo presidente autonómico Zaplana y Cristóbal Montoro, por aquel entonces ministro de Hacienda del Gobierno de José María Aznar, presentaban en el pabellón Príncipe Felipe de Valencia el proyecto de Parc Sagunt. Iniciativa que se volvió a presentar e inaugurar en varias ocasiones, ya durante las etapas de José Luis Olivas y Francisco Camps como presidentes de la Generalitat valenciana respectivamente, coincidiendo en alguna ocasión con procesos políticos electorales. Bastaría ver las hemerotecas para comprobar el boato y desmesurado despliegue mediático que acompañaba a cada actuación.

De la Ciudad de las Artes Escénicas nunca más se supo. Eran tiempos de grandes eventos, euforia y despilfarro de dinero público. Baste comprobar la ingente cantidad de dinero público, se habla de 30 millones de euros, es decir 5.ooo millones de las antiguas pesetas, que invirtió la Generalitat Valenciana en acondicionar-rehabilitar el espacio de la Nave de Talleres, que en esos momentos no era de su propiedad. Sin discutir la calidad de los eventos, qué decir de los cerca de 5 millones de euros que supusieron los montajes teatrales ‘Las troyanas’ o ‘Las comedias bárbaras’. Cantidad económica superior a todas las ayudas destinadas al sector del teatro en Valencia, según datos de la época. Por no hablar del contrato millonario que, durante unos años, tuvo la directora y actriz griega Irene Papas. Por cierto, Nave de Talleres abandonada a su suerte hoy en día a pesar de que la Generalitat Valenciana la adquirió por 4 millones de euros en el año 2017.

Sobre Parc Sagunt nos afirmaban, cada vez que lo inauguraban, que sería el parque industrial y empresarial más grande de Europa, con 750 empresas y 30.000 empleos nuevos, sin contar el efecto multiplicador en los indirectos y que significaría el éxito de la política económica e industrial del gobierno valenciano. Incluso el entonces alcalde Silvestre Borrás decía que era la verdadera reindustrialización de Sagunto con pleno empleo. La realidad es que Parc Sagunt ha estado plagado de matorrales y telarañas, hasta el año 2016 donde empieza a vislumbrarse cierta actividad, aunque dista mucho de las promesas realizadas por el PP, como hemos manifestado. Sin menospreciar las inversiones existentes, industriales y logísticas, entre ellas Crown o Mercadona, que, al menos, hasta 2026 no estará en pleno rendimiento, según se ha publicado, no podemos confundir proyectos logísticos que utilizan mucho espacio físico y poco empleo, con reindustrialización en base a proyectos industriales, generadores de empleo de calidad y mejores condiciones salariales y laborales. Por el camino se cayeron inversiones industriales como la planta de transformación que pretendía construir Ros Casares, la japonesa UBE, la empresa de fabricación de vehículos BMW que estuvo a punto de optar por Sagunto, el grupo siderúrgico Celsa, así como el posible traslado de la factoría de locomotoras, la antigua Macosa, entre otros. Seria preocupante hacia el futuro que Parc Sagunt II siguiera la senda de la inversión logística, lo que podría significar no tener terreno disponible para futuras inversiones y proyectos de carácter industrial. Quizás alguien diga: «más vale pájaro en mano, que ciento volando», aunque también podría decirse: «pan para hoy y hambre para mañana».

Con estos antecedentes y posiblemente siguiendo el slogan: «el gato escaldado del agua fría huye», no es de extrañar la falta de eco o resonancia mediática que a nivel social y político ha tenido en nuestro municipio la noticia aparecida en los últimos tiempos, tanto en medios de comunicación autonómico como estatales: «Volkswagen apuesta por Sagunto, para instalar su planta de baterías para el coche eléctrico» o «La Generalitat Valenciana que preside Ximo Puig ofrece suelo y ayudas a Volkswagen para instalar su giga factoría en Sagunto». Los sólidos argumentos esgrimidos en defensa de dicha ubicación en Sagunto son los mismos que se utilizaron en otras ocasiones: ubicación geoestratégica, suelo industrial, puerto marítimo comercial, vías de comunicación, cercano a plantas del sector del automóvil, tradición industrial y mano de obra cualificada etc. Se habla de una infraestructura nueva de fuerte inversión, alrededor de 2.000 millones de euros, con una buena aportación de fondos europeos y la creación de entre 3.000 y 5.000 empleos, que podría abrirse en el año 2026, según los plazos que se barajan.

En esta ocasión, se está hablando de una iniciativa privada, al margen de las ayudas públicas que pudieran otorgarse. Es decir, no ha habido ninguna presentación ni tampoco promesas políticas como en los ejemplos inicialmente reseñados. No sabemos si hay intencionalidad en la noticia, ni en el recorrido de esta, aunque es posible que solo se quede en eso.

Quizás, en nuestro municipio, sobre todo en el Puerto, por nuestra tradición histórica industrial, se suele pensar siempre en grandes empresas y, en ocasiones, empresas con 50 trabajadores, por poner un ejemplo, no las valoramos debidamente. Lo que sí está claro es que Sagunto reúne las condiciones necesarias para la instalación de un proyecto de esas características. Instalación que, además de la creación de empleo, tan necesario en nuestra zona que sufrió la reconversión industrial y el cierre de AHM, podría servir para consolidar las empresas existentes, ligadas al sector del automóvil, algunas con problemas actualmente, lo cual conllevaría, asimismo, como efecto multiplicador, la instalación de un buen número de PYMES y la potenciación del sector servicios.

Ojalá que el año recién estrenado sea el de la ubicación en Sagunto de tan importante inversión, pero, sobre todo, que superemos la pandemia y podamos volver a la normalidad en nuestras vidas, que tanta falta nos hace, y continuemos recuperando derechos sociales y laborales. Feliz 2022.

José María López Barquero y José Navarro García