Morir por ser mujer

Escrito por Darío Moreno Lerga
Viernes, 26 Noviembre 2021 21:06

Este año nuestra ciudad ha pasado a engrosar la macabra lista de municipios manchados por la violencia de género. Sole, como la llamaban sus familiares y allegados, fue la novena mujer asesinada a manos de su pareja o expareja en este país durante este año, la primera en la Comunidad Valenciana este 2021, pero también es la primera mujer asesinada por violencia machista en nuestro municipio según los registros oficiales. El 9 de mayo de 2021 se produjo esta brutalidad, una de nuestras vecinas fue asesinada de la forma más cruel.

El rechazo ante este crimen fue unánime y total por parte de nuestra ciudad, pero es necesario que vayamos un paso más allá. Este caso se suma a una estadística que persiste en el tiempo y que demuestra que tenemos un problema como sociedad. Estos días leíamos en los medios que más de 53.000 mujeres y 9.000 menores tienen seguimiento policial en nuestro país por violencia machista. 64.000 personas, prácticamente la población de nuestro municipio al completo teniendo una unidad policial detrás para garantizar su seguridad. La magnitud del problema habla por sí sola. Eso son datos a nivel nacional, pero el caso de Sole nos cuenta también que la violencia de género no es algo que pasa en otros lugares, sino a la vuelta de la esquina. En 2021, el Juzgado de Sagunto tiene una media de más de 8 denuncias por violencia de género cada semana. Insisto, 8 denuncias cada semana.

Y todos estos casos comparten rasgos comunes, características comunes. Existe un sentimiento por parte del asesino de propiedad, incluso de deshumanización, de entender a su pareja o ex pareja no como una persona independiente y libre, sino como un objeto cuya finalidad es estar a su disposición. Eso es precisamente lo que nos lleva a decir que todas esas mujeres fueron asesinadas por ser mujeres, porque ellas quisieron vivir una realidad diferente a la que su maltratador asesino imponía, y eso era algo que ellos no podían permitir. El machismo es incompatible con la libertad de una mujer.

Sin embargo, todavía hay parte de la sociedad y fuerzas políticas que quieren desdibujar esta violencia, que no se hable de ella. Dicen que todas las violencias son iguales, pero los datos demuestran que no. Y de la misma forma que si hablamos de narcotráfico, es importante entender cómo funcionan las bandas y sus comportamientos, este tipo de violencia específico también requiere de una respuesta concreta. Este tipo de violencia tiene sus raíces en el machismo que todavía impregna nuestra sociedad, aunque hayamos avanzado mucho, y todo lo que sea invisibilizar esa realidad contribuirá a que esta lacra permanezca. Porque más de 50 asesinatos machistas al año no son casos aislados. Tampoco lo son las más de 1000 intervenciones que hace el Área de Igualdad de nuestro Ayuntamiento cada año.

Tenemos un gran problema social, un problema de tal dimensión que solo desaparecerá si desde cada rincón de nuestro país gritamos que la violencia de género no tiene cabida en nuestra sociedad. Por eso, cada 25 de noviembre, salimos a la calle y reivindicamos el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Porque nadie nunca debería morir por ser mujer.

Darío Moreno Lerga
Alcalde de Sagunto

 

 

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