Haríamos mal en pensar que una vez levantadas las medidas sanitarias sobrevenidas por la pandemia, es decir la distancia social, la limitación de aforos, las mascarillas y muchas otras, la crisis provocada por el COVID -19 va a finalizar. De hecho se van a necesitar varios años para volver a los niveles de actividad económica similares a los de antes de la pandemia. Solo tenemos que fijarnos por ejemplo en los fondos Next Generation de la Unión Europea para superar los efectos de la crisis provocada por la pandemia mundial. Estamos hablando de 800.000 millones de euros, una cantidad sin precedentes y que van a invertirse durante los próximos años. Pero, siempre hay un pero, esta cantidad de dinero va a ir destinada a los de siempre, es decir a las grandes corporaciones, compañías energéticas, multinacionales de toda índole y a las distintas administraciones que con las convenientes operaciones de ingeniería financiera, es decir con trampas, destinarán este dinero a camuflar sus déficits, o a engrosar las filas de paniaguados, enchufados, asesores de no se sabe qué, etc etc.

En cambio los pequeños comercios, la hostelería, los autónomos y pequeños empresarios, difícilmente van a poder acceder a esos fondos Next Generation a los que me refería o a cualesquiera otros. Para empeorar el panorama las autoridades de las distintas administraciones, también la local ya vienen advirtiendo que las ayudas fiscales que otorgaron a este sector de la economía durante la pandemia van a desaparecer más pronto que tarde. Más nubarrones para el pequeño comercio local, y ya no hablamos de los comercios y pequeños negocios que han tenido que cerrar. Los que han podido subsistir y todavía aguantan ha sido a costa de su propio empobrecimiento ya que en muchas ocasiones han tenido que pedir préstamos personales que hay que pagar, o han hipotecado sus casas, o sus negocios, es decir van a salir sí, pero a costa de aguantar la economía del país empobreciéndose, y sin subir precios porque claro con la que está cayendo cómo van a subir precios.

Llegados a este punto me permitiré ponerles un ejemplo: La factura de la luz de una cafetería de 120 metros cuadrados más/menos ha subido en cuestión de 5 meses de 1000 euros de media al mes a 2300 euros al mes, es decir más del doble. Esa compañía energética, pongamos por caso Iberdrola o Gas Natural o Endesa accederá con todo su equipo de asesores y técnicos a los multimillonarios fondos Next Generation de la Unión Europea, trasladando, a la vista está, a sus consumidores cautivos los costes que sea necesario trasladar. La Banca nunca pierde, faltaría más. Y el gobierno mirando para otro lado. Pero en cambio el dueño de ese pequeño comercio local o bar o cafetería tendrá como decía antes que endeudarse, si no lo ha hecho ya para aguantar su negocio abierto y sin subir precios a sus clientes. Y de acceder a los fondos Next Generation ya ni hablamos. Bastante tiene con levantar todos los días la persiana.

Por eso creemos que este sector de la economía debe seguir contando con las ayudas con que ha venido contando hasta ahora. Desde moratorias fiscales, exención de tasas de ocupación de vía pública, tasas de basuras. Y el Ayuntamiento de Sagunto tiene mucho que decir en este terreno. Sería preciso prorrogar las ayudas que se han otorgado durante la pandemia, porque si bien la pandemia ha remitido (ojala que de forma definitiva) la crisis económica provocada por la misma va a perdurar por muchos años, sobre todo para ese sector de la economía ha que me he venido refiriendo. Mucho me temo que esta petición va a caer en saco roto ya que la respuesta dada a la pregunta que he realizado en la Comisión de Economía para prorrogar las ayudas no fue precisamente esperanzadora para con los pequeños comercios, la hostelería y los pequeños empresarios y autónomos de nuestra ciudad.

Juan Guillén Juliá
Concejal de Iniciativa Porteña