Todos los que queremos al Puerto de Sagunto y tenemos una edad avanzada conocemos la historia de nuestro pueblo, simplemente porque este es un pueblo muy joven. Tres generaciones han trabajado en la fábrica, y la ultima se formo en sus escuelas, jugábamos al futbol en una plaza que arreglaba la fábrica, teníamos una casa unos servicios, una supervivencia y más… y todo gracias al mineral, al carbón, y al humo de las chimeneas.

Alrededor del capital vasco, hubo un asentamiento humano de las personas más atrevidas y emprendedoras de todos los lugares de España, porque aquí solo había “trabajo”. Y aunque han pasado los años, nos define la historia recordada de nuestro origen, nuestras tradiciones, y nuestras costumbres traídas, y también adquiridas, todas juntas forman nuestra identidad como pueblo, aunque la esencia de un territorio está siempre en construcción.

En el desarrollo de la identidad de nuestro pueblo, existen ciertas aberraciones de anormalidad que cuando son provocados por agentes externos, hacen que se evidencie una parte de pérdida de identidad, y como resultado un aletargamiento de la ciudadanía. No nos hemos podido permitir mejorar la calidad de vida suficientemente, cuando todas estas anormalidades están provocadas por la propia institución municipal, a la que siempre ha alterado un asentamiento que propiciaron extraños.

Todas las prerrogativas, prebendas, y concesiones han sido y son para la zona romana, una constante a través de los tiempos. Quizás podemos tomar como anécdota aquella respuesta al concejal que vivía en el Puerto “Las luces en Sagunto son para ver, las del Puerto son para orientarse”. Los recursos siempre se han esquilmado para la zona Porteña (aunque actualmente somos mayoría) esto ha sido incesante, persistente y perseverante a través de la historia, quizás este unido a la alergia de una mayoría a la industria, ya que esta era una zona agrícola.

Con todo esto, en esta circunscripción saguntina del muelle, ha habido una pérdida de valores y de buenas costumbres. Se ha obviado por dejación o quizás por corrupción todo lo que acontecía a nuestro alrededor, y con el tiempo las deficiencias en infraestructuras de una administración que ha dejado de hacer poniendo el cazo, salen a la superficie. Hay otras más, como la desidia por lo que no es tu pueblo, y esto lleva implícito la suciedad y el abandono con la que ya el pueblo se ha familiarizado. Es lo habitual por tradición, tener una empresa de limpieza, creada con el único motivo de que amigos y allegados tengan un sueldo fijo.

El estar gobernado siempre por un partido muy representativo de una zona determinada, no tendría mayor importancia, si estos no pensaran con la valoración de una frase que dijo en un arrebato de ira, su máximo representante entonces Sr. Civera: “De fora vindran que de casa ens van a tirar”.

Con este concepto nos ha estado desgobernando y haciendo todo el mal que ha podido, (quito hasta Música al Port), y si no consulten las hemerotecas. Pero si no quieren mirar solo recuerden el desprecio el desorden y el caos del Sr. Fernández en la anterior legislatura con el mayor gasto y aumento de funcionarios de la historia. Como muestra acérquense a ver los indecentes, vergonzosos, puercos, desaprensivos y humillantes paelleros que su gracia tuvo a bien hacer. (Sin darse cuenta que lo deshonroso solo le denigra a él). Como tengo más que claro, que si un día por necesidad meo detrás de un arbusto, el que más se denigra, deshonra y desacredita es él alcalde, que teniendo el poder y el dinero, no ha construido ni un solo aseo publico en todo el pueblo, y a él tendríamos que sancionar.

Claro está que las ideas del Sr. Civera no están muy alejadas de las de Sr Fernández. Un día hablando de las piedras de la cantera, me dijo: “A los que las habían utilizado para hacer el muelle (el origen de nuestro pueblo) tenían que haber pagado con cárcel. También con piedras de esta zona se hizo la iglesia de Santa María (estas tenían bula).

Y esta persona y similares de su partido con sus ideas siguen en el poder, y han gobernado muchos años la concejalía de urbanismo y otras “¡y su partido tiene votos del Puerto!”. Explíquense Vds. cuando ven esas aberraciones urbanísticas. “El plan fusión” viviendas en mitad de la nada, porque políticamente beneficiaba a su mentalidad retrograda y sectaria, y todos pagamos las consecuencias.

Ayer pase por la plaza de Noguera “Una plaza o un escuerzo”, circundada por una acera de más de diez metros de ancha, con una pinada central que nadie puede disfrutar de sus sombras, porque han plantado baladre que no desarrolla porque no ve el sol. Tales aberraciones o perversiones no se le pueden ocurrir a ningún técnico, solo a alguien siniestro “Cuanto peor mejor”.

La paciencia de los vecinos de Almardà ha llegado al límite, su playa que es la nuestra se ha llenado de piedra, y se ha hecho tan peligrosa que nadie se puede bañar. Años anunciando lo que pasaba, y el ayuntamiento ningún caso. Recuerdo que un compañero de trabajo me contaba que si esta zona está urbanizada, ha sido porque los vecinos contrataron y pagaron todo de su bolsillo, el ayuntamiento nunca aporto nada (todo lo contrario, siempre ponía problemas, lamentablemente solo se interesa para cobrar); como en la zona de la montaña zona rural con impuestos urbanos.

Dejadez y falta de decisiones y las tomadas nefastas, han indignado a los vecinos. Tanto PP como PSOE prácticamente siempre tomado la opción cómoda al gobernar con un partido separatista, que margina y excluye a la parte mayoritaria del pueblo, sin querer ver que se tiraban tierra a los ojos, han parado su evolución y desarrollo, ahora cada día debe de haber una revolución si esta parte del pueblo desea subsistir.

Un abrazo de Paco

Francisco Gómez Caja