El pasado viernes se ponía fin a la 28ª edición de la Escola d’Estiu, uno de los proyectos más importantes de los muchísimos que tiene en marcha la concejalía de Juventud e Infancia del Ayuntamiento de Sagunto. En este segundo año de la era COVID19, la delegación ha mantenido una iniciativa que se ha vuelto, en estos tiempos, indispensable para las familias. Ya el año pasado, pandemias mediante, fuimos de los pocos consistorios de la provincia (y único en la comarca) que lanzó esta propuesta de ocio educativo. Con muchas dudas, sí, pero siempre garantizando los protocolos y generando espacios muy seguros y controlados. Ahora, en este segundo año COVID, lo hemos vuelto a hacer. Hemos sido valientes y hemos coordinado una actividad básica para las casi 500 familias usuarias de la escoleta con la que pretendemos facilitar la conciliación familiar a padres y madres.

Además, lo hemos hecho apostando por una Escola d’Estiu inclusiva e integradora, en la que los niños y niñas se divierten, pero también aprenden. Con un proyecto ecológico y sostenible pero que también educa en valores igualitarios, ambientales y de solidaridad. Es decir, un proyecto educativo de calidad, muy técnico, seguro, inclusivo y, sobre todo, divertido y atractivo.

Somos conscientes de que herramientas como ésta, o como el Campus Delfín de Deportes o el DiverEstiu de la concejalía de Servicios Sociales, son fundamentales para hacer la vida más fácil a las familias de nuestra ciudad. Por ello, es nuestra obligación como Ayuntamiento el activar este servicio tan necesario para compaginar familia y trabajo dado que respondemos a la necesidad de nuestros vecinos y vecinas de contar con una alternativa de conciliación.

Pero también, asumiendo que el ocio educativo de nuestros jóvenes es un derecho que ellos y ellas tienen garantizado por ley (y así lo recoge la Ley Valenciana de Derechos y Garantías de la Infancia y Adolescencia de 2018). Son programas como éste, el de la Escola d’Estiu, pero también otros muchos de los que se ofrecen en el Casal Jove durante todo el año, los que permiten situar a nuestros menores en el centro de las políticas públicas, con el protagonismo que merecen, y poniendo en primera línea la promoción y puesta en valor de sus derechos como ciudadanos (que los tienen, no lo olvidemos) y su participación activa.

Lo hacemos, además, con una metodología de enseñar aprendiendo a través de tres pilares básicos. El primero, el de convertirnos en una escoleta integradora e inclusiva, interviniendo con menores con necesidades educativas especiales y contando con la colaboración de AVAPACE, una asociación que lleva más de 50 años trabajando en la atención a personas con diversidad funcional.

El segundo pilar, un plan de ocio educativo con perspectiva de género, una acción coeducativa con una mirada crítica y positiva. Pero también, en tercer lugar, ecológico y sostenible, que educa en valores de responsabilidad hacia el medio ambiente. Este año, por cierto, la temática de la Escoleta ha sido el ferrocarril al tratarse el Año Europeo de este medio de transporte, diseñando toda una serie de actividades, talleres y excursiones alrededor de este medio de transporte sostenible. Incluso recordando la relación de nuestra ciudad con el tren, en este caso con el tren minero, y la importancia de la vía férrea Sagunto-Ojos Negros como parte de nuestro pasado.

Al final, por tanto, una iniciativa clave para la concejalía de Juventud e Infancia, que da servicio a casi medio millar de niños y niñas (y a sus familias), que da trabajo a cien personas (entre monitores y personal en prácticas) y que sirve para llenar las mentes de nuestros hijos de viajes, aventuras, paisajes, aprendizajes, emociones y vivencias.

La Escola d’Estiu cumple de 28 años y lo hace en constante crecimiento y mejora, sin perder su esencia de servicio público. Con un servicio cada vez más personalizado y ofreciendo una escucha activa y directa a las necesidades de las familias. Aumentando el número de sedes, mejorando las ratios, con inscripción telemática y ampliando matrícula cada año, o formando a las monitoras en atención a la diversidad, perspectiva de género o medioambiental. Un gran equipo de profesionales que diseña un proyecto pedagógico de calidad, que hace cada año un trabajo invisible pero vital que da sus resultados año tras año.

Gracias a las familias por seguir confiando, un año más, en la Escola d’Estiu, a las direcciones de los colegios que cada año nos abren sus puertas y, sobre todo, a las técnicos y monitoras del departamento de Juventud por hacer posible esta propuesta de educación no formal y de ocio educativo tan necesaria e intensa.

Guillermo Sampedro Ruiz
Concejal de Juventud y portavoz de EUPV Sagunt