La dictadura del Sanchismo

Escrito por Francisco Gómez Caja
Viernes, 16 Julio 2021 21:02

Me llama poderosamente la atención lo que hemos progresado tecnológicamente, y lo poco que lo hemos hecho socialmente. Será por estar teledirigidos por el poder, será que estamos tan ciegos que nos quedamos en lo superfluo, en el envoltorio, sin analizar el porqué de una realidad, que alguien dijo hace mucho: “Hay suficiente en el mundo para cubrir las necesidades de todos los hombres, pero no para satisfacer su codicia”.

Actualmente el llamado banquero de los pobres premio Nobel y premio Príncipe de Asturias, dice: “Estamos en una espiral en la que la riqueza del mundo se concentra cada vez más en menos manos, y la brecha entre ricos y pobres es cada vez mayor. Tan solo ocho personas acumulan la misma riqueza que la mitad más pobre del planeta 3.600 millones de personas. La desigualdad creciente nos sitúa ante una bomba de relojería, que cada día está más cerca de estallar. Nos enfrentamos a la disyuntiva entre dos mundos posibles. Una minoría adinerada y poderosa, que accede a la tecnología, y a través de ella intenta mantener sus privilegios, para defenderse de la otra sociedad totalmente masificada, y abocada a la perdida de los derechos más fundamentales y básicos. Tendremos un mundo distópico, una sociedad en si misma deshumanizada, donde las organizaciones políticas y sociales tal como las conocemos no tienen cabida, porque son políticas desde el poder, para mayor beneficio propio”. Y no existe tiranía peor que la ejercida a la sombra de las leyes, con apariencia de justicia.

¿Otro mundo es posible? Quizás aquel en que los poderosos hayan renunciado al cumulo constante de riqueza, y faciliten una oportunidad a los más desfavorecidos. Pero esto no ocurrirá si no hay un cambio radical, y esto dependerá de las fuerzas que hagan los ciudadanos, dejando obsoletos a los partidos que comen de la mano del capital, y a este se le convenza, que la solución más acertada para asegurar el porvenir, es invertir sus excedentes en que la sociedad salga de la pobreza. La otra alternativa que tienen, es gastar ingentes cantidades de dinero, en el control de las masas de desfavorecidos.

Ante la gravedad de lo que acontece, y que parece ser que muy pocos se dan cuenta. Debíamos de tomar conciencia que los políticos actuales no sirven, si no hacen mejor uso de los recursos, si no invierten en educación, investigación y desarrollo, si no luchan contra la corrupción, contra los paraísos fiscales y la evasión fiscal, si no luchan contra las actividades delictivas, trafico de drogas, armas, y de seres humanos, contra los beneficios desmesurados sobretodo en todos los campos imprescindibles para el bienestar de la personas, como las energías imprescindibles, alimentación y sanidad. Nuestro presidente “doctorado en economía” debe de saber que las teorías económicas de la Escuela de Chicago, de desregulación, privatización, concesiones, y eliminación de subsidios y otras ayudas no se pueden aplicar en países democráticos. Pero él esto lo está aplicando, y por esto está aprovechando la pandemia para imponer leyes dictatoriales. La ultima ya desborda el vaso “Los mayores de edad y las empresas, podrán ser movilizados y sus bienes requisados en caso de crisis” como no se especifica qué tipo de crisis, el estado puede detenernos a todos y embargar nuestros bienes, en una palabra vía libre sin tener que dar explicaciones. Me recuerda esto a unas imágenes de un tal Chávez en Venezuela “Exprópiese”. Y más de seis millones han tenido que huir de su país, mientras los que se han quedado en un país riquísimo viven en la pobreza.

España cada día es más Venezuela. “Gracias a su Sanchidad” tenemos cinco millones de parados 1´2 millones de hogares con todos sus miembros desempleados y un millón más en el umbral de la pobreza que tienen que acudir a las colas del hambre, 226.000 millones más de deuda de la que dejo Rajoy, y 200.000 empresas y 32.000 autónomos han desaparecido. “Y otro hachazo fiscal” para poder lamerle el culo a catalanes y vascos, y que lo afiancen en el poder aunque sea costa de romper el país.

Hasta ahora mediante políticas demagogas mantienen la paz social subsidiando a la población, cuando al mismo tiempo endeuda a generaciones futuras. Habría que preguntarles a estos corruptos porque un medico cobran 2.200 euros y un diputado 8.000, y si es la Meritxel 19.000, un sueldo que muchos se afianzan para toda la vida. Porqué los sindicatos tan pegados al poder dicen lo que quiere su amo “hay que revitalizar el capitalismo”, cuando lo que hay que hacer es humanizar la economía y los medios de producción, el enriquecimiento a toda costa está generando mucha desigualdad, destrucción ambiental, y explotación laboral.

La realidad es además que debido a la carrera por controlar los grandes recursos naturales y minerales, en algunas regiones como la de los Grandes Lagos (Uganda, Ruanda, Burundi), se ha producido en estos últimos años la matanza de ocho millones de personas. Países donde el presupuesto anual presidencial, es el doble del dedicado a sanidad y educación. En estos países hay del orden de 17 minerales indispensables para la electrónica, la industria, y para las energías renovables, son los llamados (minerales de sangre), de lo que no tenemos noticias porque no interesa al poder. Los gobiernos poderosos de las multinacionales, en complicidad con gobiernos corruptos, son los responsables de estos crímenes contra la humanidad, aunque se les llene la boca sobre derechos humanos, libertad y democracia. Pero las injusticias sociales son innumerables, también en Europa. ¿Porqué no se habla de los 44 paraísos fiscales existentes en nuestros países? que mueven 11´5 billones de dólares, un crimen financiero impune e intolerable. ¡Y a los verdaderos terroristas multimillonarios no se les persigue! porque si el rico roba al pobre se considera negocio, pero cuando el pobre pelea por recuperarlo se llama violencia.

Este capitalismo desbocado ahoga y destruye nuestras vidas, mientras el gobierno del Sr. Sánchez llamado históricamente de izquierda y obrero, esta tan unido y fusionado con el que se confunden, y en su afán de perdurarse en el poder se ha convertido en su gestor. El estado del bienestar ha sido desmontado y sustituido por la gestión privada, las leyes se han adaptado al poder financiero, interviniendo la democracia, cuando está demostrado que son incompatibles con los derechos humanos.

La democracia debe de ser algo más que dos lobos y una oveja votando qué van a comer.

Francisco Gómez Caja

 

 

SUCESOS

SALUD