Casas Baratas XV

Escrito por Luis Ballester Moreno
Jueves, 15 Julio 2021 19:01

También Alfonso bajó desde su Bilbao a reunirse con sus amigos, aunque andaba liado con cosas de camiones y tal, pero lo dejó por unos días y allí estaba. Participaba en competiciones deportivas, pero en estas fechas no tenía nada, solo entrenamiento. Además, con estilo un poco “fanfarroncillo” dijo: «Lo primero son mis amigos y luego lo demás».

Pasaron varios días juntos disfrutando de lo lindo y después, cada cual se fue a su sitio. Bueno no, Manuel y Lucas se quedaron en Madrid unos días más, hasta que Manuel se fue definitivamente y Lucas se quedó.

Corrían los años sesenta. Lucas se hizo Agente Comercial (Lo de la meteorología quedó aplazado de momento) y tenía que viajar constantemente, hasta que más tarde se quedó fijo en la plaza. Conoció a un chico inglés por medio de otros amigos que llevaba varios años afincado en Madrid y hablando, resultó que estaba buscando alguien que tuviera buenas relaciones comerciales para crear una empresa de embalajes. Era matricero, tenía un gran conocimiento de su profesión y pensaba que era un tiempo ideal para este negocio porque España empezaba a crecer y cada día surgían más empresas. Pero necesitaba otra persona que hiciera la labor de buscar a esos futuros clientes y mira por donde, justo los dos estaban allí. No fue fácil, pero consiguieron después de mucho trabajo y dedicación, montar esa empresa. Aportaron la mitad cada uno y el acuerdo de que Patrick se encargaría de la fabricación y Lucas de lo comercial.

A partir de ahí, Lucas alternaba su trabajo normal con las visitas a los laboratorios farmacéuticos, cosa no fácil porque te hacían ir cuatro o cinco veces hasta que te recibían. Pero a base de mucho tesón y ganas, poquito a poco se iban fraguando operaciones que finalizaban con pedidos después de ver y comprobar más de una vez las pruebas físicas de los embalajes. El trabajo era duro, el gasto económico, aunque ya lo tenían previsto, también, pero consiguieron aguantar los muchos meses sin ingresos ni hacer un duro de caja. La matricería valía mucho, la materia prima también y no era fácil conseguirla y aunque sabían que tardarían en verle beneficio al negocio, algunas veces se hacía cuesta arriba para mantener la ilusión del principio. No obstante, confiaban en que de la forma que tenían planteado el asunto, terminaría dando resultado.

Patrick estaba casado con una chica española de Salamanca pero que se habían conocido en Madrid, y vivían en la parte baja de la calle Toledo hacia el río manzanares. Era joven y no muy bonita, pero con buena figura; y él, era un inglés seco y delgado con cara de aguilucho, pero buena persona y muy trabajador. Un poco serio en contraste con lo coqueta que era ella, pero se llevaban bien y Rosa que así se llamaba, conseguía sacarle más risas de las que seguramente a él le gustaban. Algunas veces salían juntos ellos y Lucas con su pareja de turno, y la verdad es que lo pasaban muy bien porque Rosa era muy conversadora y la amiga de Lucas, Carmen y ella congeniaban estupendamente. A veces, cuando iban a bailar solían cambiar de pareja y Lucas estaba en ascuas porque Rosa era un peligro tenerla tan cerca, su jovialidad y alegría contagiaban a cualquiera y con esa pizca de coquetería que le ponía a todo, había que hacer esfuerzos para no meter la pata.

Seguirá...

Luis Ballester Moreno

Modificado por última vez en Lunes, 19 Julio 2021 09:29

 

 

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