Los concejales que hemos formado parte de la corporación en la legislatura 2011-2015 nos vamos a casa con una gran anotación en nuestro deber, nos vamos a casa sin haber sido capaces de aprobar ni un solo presupuesto en estos 4 años aún a sabiendas de que ya se arrastraban 2 años de la anterior legislatura sin presupuestos aprobados. Este asunto es mucho mas grave de lo que en un principio puede parecer, la gestión actual del ayuntamiento gira en torno a un presupuesto aprobado hace más de 6 años y actualmente ni los gastos son los mismos ni los ingresos son los mismos, situación que ha llevado a que esta legislatura todo se ejecutara desde la Junta de Gobierno haciendo caso omiso a las indicaciones del pleno y con infinidad de informes contrarios de los técnicos municipales, es decir un caos administrativo. De este caos tenemos culpa todos, unos por acción y otros por omisión; hemos permitido que nuestro ayuntamiento se gobierne durante toda una legislatura con una minoría de 9 concejales del PP frente a 16 concejales de la oposición que no han sabido, o no han querido desde un prisma muy irresponsable, ponerse de acuerdo. Al final el municipio ha pagado las consecuencias y la inestabilidad ya está instaurada de manera crónica en nuestro ayuntamiento.
Pasadas las elecciones del 24-M, donde este grave problema estaba encima de la mesa, lejos de arreglarse ha empeorado bastante. Donde hasta hace nada éramos 5 grupos políticos, ahora son 7 formaciones, y donde hasta hace nada el que mas tenía era 9 concejales, y ya eran pocos, ahora tiene tan solo 5 concejales; es decir un desastre para la gestión municipal y un desastre para la totalidad de los ciudadanos. La aritmética no da, se mire por donde se mire, y en los únicos casos que da, los egos personales de algunos y los problemas territoriales de otros hacen inviable cualquier acuerdo estable.
Si todo se desarrolla como está previsto el sábado se formará un gobierno compuesto por Compromís y ADN Morvedre que contará con 8 concejales, es decir, uno menos que en la anterior legislatura, y con Francesc Fernández como alcalde. Por otro lado, en la oposición se sentarán 17 concejales de 5 formaciones distintas que ya sabe de antemano que nunca se pondrán de acuerdo para «combatir» las políticas del equipo de gobierno. El caos se amplifica hasta límites insospechables y tristemente los ciudadanos ya podemos dar por perdida otra legislatura más, y ya van demasiadas.
Si algo he aprendido en estos 4 años como concejal es que la hemeroteca es muy válida cuando la usas para mejorar tus argumentos y que, a la vez, es muy amarga cuando la usan contra uno mismo. Será muy curioso ver cómo el nuevo alcalde encaja el duro golpe de escucharse cuando le recriminaba, primero a Alfredo Castelló y luego a Sergio Muniesa, que con 9 concejales no estaban legitimados para gobernar el ayuntamiento. Si con 9 concejales de una misma formación no se estaba legitimado para gobernar, ¿se está legitimado para gobernar con 8 concejales de dos formaciones distintas? Yo entonces creía que no y ahora lo creo aún con más fuerza. No se está legitimado y, además, es que es físicamente imposible.
Lo dije en mi último pleno como concejal, la culpa no es de los 9 que gobernaban en minoría, la culpa es de los 16 que no hemos sido capaces de ponernos de acuerdo para conformar otra mayoría más estable. Pues ahora me reafirmo en lo dicho, la culpa no será de los 8 que van a gobernar en minoría, la culpa será de los 17 que están en la oposición y que no son capaces de conformar otra mayoría más estable. En condiciones normales, olvidándonos de los odios personales, de las fobias políticas y si todos tuvieran ganas de trabajar, la aritmética ofrece una posibilidad de un pacto de progreso con 15 concejales que devolvería la estabilidad al municipio y que pondría fin a muchos años turbios en nuestro ayuntamiento. La suma de COMPROMÍS-EU-PSOE–ADN-IP es 18, frente a los 7 concejales de la derecha que quedarían en la oposición, ¿se imaginan? Ya sé que es una utopía, pero la política ha cambiado y la dispersión del voto nos exige pactar y para pactar hay que ceder y hay que respetar a las mayorías, todo lo demás son milongas personalistas de los nuevos políticos que han llegado cargados de viejas formas de hacer política y así no vamos a avanzar nunca en la vida.
A los votantes hay que respetarlos y yo creo que nadie vota a una formación para que éstos decidan quedarse cuatro añitos en la oposición porque no se llevan bien con otro concejal o porque no le dan todo lo que exige desde su posición minoritaria, no es de recibo y el ciudadano debe aprender a tomar nota de estos casos. Lo dije antes de las elecciones y lo digo de nuevo, los partidos en campaña tendrían que haber anunciado con quien sí y con quien no estaban dispuestos a pactar, porque ahora ya no tiene solución y estamos asistiendo a muchas declaraciones políticas bastante incomprensibles.
Esperemos que por el bien de todos la responsabilidad bien ejercida sea la que prime en el nuevo rumbo y en un breve espacio de tiempo veamos instaurado en el Ayuntamiento de Sagunto un equipo de gobierno progresista que represente a la mayoría de los votantes, lo contrario sería un fiasco y más de uno debería plantearse marcharse a su casa y dejar paso a los que sí tienen ganas de sacar esto adelante.
Juan Carlos Requena Fresno
Concejal del PSPV-PSOE del Ayuntamiento de Sagunto
