Compromís y El Puerto

Escrito por Ramón García Ortín
Jueves, 30 Abril 2015 15:45

Con el titulo Compromís y El Puerto el pasado 24 de abril aparecía un artículo muy interesante en este periódico firmado por Miguel Angel Piqueras, escrito con sensatez y valentía en el que aporta novedades sobre un tema que sigue siendo tabú para la mayoría de organizaciones políticas con representantes en el Ayuntamiento de Sagunto.
El principal cambio es que se reconoce, al menos  por un sector de la coalición Compromís, que:

“La política urbanística practicada en Sagunto desde los tiempos de Fausto Caruana, con su ciudad lineal, con el único propósito de unir a la fuerza los dos núcleos de población, ha tenido nefastos resultados para la ciudad y sus habitantes. Hasta el punto que hemos creado una ciudad artificial, administrativa y económicamente insostenible” (cita textual).

Este era uno de los motivos, no el único, que yo esgrimía en un artículo anterior para justificar la necesidad de tener dos Ayuntamientos para dos ciudades uno para Sagunto y otro para El Puerto. Sin embargo Piqueras no ve que vaya por ahí la solución y lo expresa en los siguientes términos:

“Pero no estoy de acuerdo contigo en que la mejor alternativa sea la conformación de dos ciudades independientes. Dependerá mucho del modelo de ciudad que defendamos y de las propuestas programáticas que lancemos”.

Y para definir ese modelo de ciudad utiliza el programa de Compromís para las elecciones autonómicas que dice textualmente:

“Se hace necesario volver a un urbanismo mediterráneo, sostenible, recuperando y reforzando las poblaciones compactas, bien equipadas y dotadas, con servicios y comercio de proximidad, plena accesibilidad y mezcla de actividades (residencia-trabajo), en lugar de potenciar un urbanismo disperso, de baja intensidad, con separación de actividades y urbanizaciones cerradas, despilfarrador de suelo y recursos, y generador de tráfico y graves problemas económicos y ambientales”.

Modelo de compacidad que suscribo, pero que no es exclusivamente mediterráneo, casi todas las ciudades, si no es por un obstáculo geográfico insalvable, tienden a crecer de forma natural a manera de círculo, pues es la figura que mejor recoge las virtudes señaladas en el programa de Compromís. El problema que tiene este modelo compacto de ciudad reside en como hacerlo con El Puerto y Sagunto sobre todo si se piensa en una única ciudad, porque de hacerlo así,  volveríamos a más de lo mismo, al suma y sigue, a profundizar en  la ciudad artificial, administrativa y económicamente insostenible, como muy bien dice Piqueras.

Es más sencillo asumir que somos dos ciudades, que el mundo en todas sus manifestaciones no es inmutable, que todo cambia, que a lo largo de la historia hay ciudades que nacen y otras que desaparecen. Asumir que una situación económica y las perspectivas de negocio de un empresario vasco, en un momento determinado hizo que se creara una planta siderúrgica a comienzo del pasado siglo en lo que hoy es El Puerto, que dio origen a una ciudad. Y no se puede ignorar esta realidad, está aquí para quedarse. Meter la cabeza debajo del ala como los avestruces para ignorar la evidencia no es buena política.

En otro orden de cosas Piqueras en el primer punto de su escrito expone la bases políticas de Compromís, el valencianismo y el ecosocialismo:

Valencianismo en el sentido de dotarnos de un mayor nivel de autogobierno, con el más profundo de los respetos hacia aquellos valores que nos definen como pueblo (la lengua, la cultura, la gastronomía, la historia, etc.). Y el ecosocialismo, como una alternativa de modo de producción y de desarrollo sostenibles, lejos de los crecimientos insostenibles y despilfarradores de los recursos naturales y del territorio al uso.

Casualmente en este sentido también coincidimos. En Iniciativa Porteña también queremos el autogobierno, y el respeto por nuestra lengua, nuestra cultura, nuestra historia…, también tenemos nuestro corazoncito.

En definitiva, con Piqueras coincidimos plenamente en el diagnóstico pero no en el remedio, aunque no sé si esto último es exactamente así, pues también expone que el modelo actual de ciudad es entre otras cosas administrativamente insostenible.

Para terminar darle las gracias al amigo Piqueras por lanzarse al ruedo de un debate sobre un tema latente y que es necesario poner sobre el tapete con la participación de todas las entidades sociales, económicas y políticas del municipio.

Ramón García Ortín

 

 

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