Reflexiones sobre la consulta y alguna cosa más

Escrito por Josep Marià Torres Martínez
Viernes, 06 Marzo 2015 13:28

No tengo votos ni opiniones en propiedad, el único voto en propiedad que tengo es el mío. El domingo no fui a votar, entre otras cosas, por las denuncias y afirmaciones que he ido haciendo durante las últimas semanas y que se han ido confirmando. Para que no hubiera lugar a duda, ni me acerqué por la sede o las mesas de votación. Los que hablan de propiedad de votos, no sé si son dueños de éstos o si se han convertido en prisioneros de los mismos. Las personas que se acercaron a votar – exmilitantes, simpatizantes de mi partido y las inscritas en el proceso - y que pensaban que iban a votar las propuestas políticas y de funcionamiento que he ido desarrollando durante la campaña, han hecho lo que consideraban era mejor para el municipio, para el partido o simplemente por simpatía o antipatía personal, y a eso no hay nada que alegar.

Ha sido una consulta de amistades, familia y a los grupos cercanos y de presión que cada candidatura controla o que controla a cada candidatura. Felicité al ganador al día siguiente. Era la primera vez que hablaba con él, ni antes ni durante la campaña, ni cuando retiré mi candidatura, en ningún momento, tuve ninguna conversación ni contacto más allá del último día de presentación de las inscripciones - cuando yo estaba en una rueda de prensa y ellos presentado sus últimas fichas - y nos hicieron una foto a los tres candidatos juntos.

Sin querer menospreciar, ni mucho menos, la victoria y los votos obtenidos por Paco Crispín, creo que una consulta en donde en teoría muchas personas han ido a la sede, se han inscrito y han pagado 2 euros por voluntad propia y donde la abstención ha sido la ganadora, cabe buscar esos votos de las personas, hombres y mujeres, jóvenes y mayores, que hubieran querido respaldar otra forma de hacer política, con debates, con propuestas internas y externas y mirando al municipio.

La abstención, ha sido moral y numéricamente la ganadora. Se ha llevado más respaldo que nadie y para próximos inventos, habrá que reflexionar sobre lo ocurrido.

Esta supuesta consulta no ha solucionado los graves problemas del socialismo en nuestra ciudad. Ya se ha designado un candidato, pero subsisten todas y cada una de las deficiencias políticas que ya existían, si no es que, con todo esto, se ha llegado a empeorar las mismas.

Subsiste nuestra afición cainita de: o estás conmigo o no existes, de fidelidades mal entendidas (solo es fiel quien no replica ni se atreve a disentir de su superior), de no poder hablar, de no transigir, de no comunicarse con el pueblo.

No tenemos agrupación. Para los que piensan, que la política se hace solo y exclusivamente contando votos - los míos, los tuyos y los suyos - y matando contrarios. Para quienes que no haya agrupación les da igual, siempre encontrarán enfrente a quienes piensan que la agrupación es el lugar donde el socialismo comprometido desarrolla su trabajo para canalizar las inquietudes de la ciudadanía y poder, desde ahí, trasladarlas a las instituciones.

La dirección política local está en manos de una comisión delegada compuesta por personas ajenas a este municipio. Deberíamos estar trabajando en elaborar propuestas. Sin duda pondrán su mejor voluntad y compromiso, pero difícilmente podrán interpretar las inquietudes de nuestros vecinos y de nuestras vecinas y que están en nuestras calles, en nuestro tejido asociativo, en nuestras familias y amistades….

Ahora hay quienes vuelven a decir que hay que sumar, lo dicen solo cada vez que pierden, antes decían que tenían su equipo, un proyecto colectivo y que no hacía falta nadie más, excluyentes cuando ganan e integradores cuando pierden. Esto me suena a un nuevo intento de cambio de cromos y de dejar proyectos de lado y pensar en personalismos y puertas adentro, en lugar de preguntar qué queremos, donde queremos llegar y qué vamos a hacer para conseguirlo, pensando de puertas para fuera.

Tenemos que empezar a hacer política con mayúsculas. Alguien decía que la política es el arte de hacer posible lo imposible. En mi opinión lo de nuestra ciudad aun no ha llegado a imposible, por lo tanto, deberíamos de ser capaces de conseguir hacer política, para nuestro pueblo, en mayúsculas, que sirva a nuestros vecinos y nuestras vecinas, que sirva a los trabajadores, a las clases medias y a las personas más desprotegidas, y no a ver si me coloco yo y mis amiguetes.

Como decía anteriormente, no he tenido ninguna conversación ni con Paco ni con Requena o con sus jefes, pero siempre me encontraran si es para intentar buscar soluciones a la situación del partido y al futuro. Para reconvertirlo en el instrumento que tiene la sociedad de pensamiento socialista y socialdemócrata, para solucionar los problemas estructurales de nuestro municipio.

Josep Marià Torres Martínez

Modificado por última vez en Viernes, 06 Marzo 2015 13:58

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