Siempre he considerado que los compromisos políticos y/o electorales deben cumplirse. El voto, lo convierte en un contrato con la ciudadanía. Asimismo, la acción política debería ejercerse, con humildad, raciocinio, ética y por supuesto, con coherencia entre lo que se dice y hace; de no ser así, se nos ha parado el reloj y se está engañando a la ciudadanía. Salvando las distancias, por dimensión y consecuencias, señalaré algún ejemplo significativo.
Primer ejemplo a nivel macro. El Partido Popular ganó las elecciones por mayoría absoluta con promesas electorales, que no tardo en incumplir. Conviene recordar aquellas frases de Rajoy: “Le voy a meter la tijera a todo, salvo pensiones públicas y aunque sea competencia de las Comunidades Autónomas a la Sanidad y Educación, donde no quiero recortar los derechos de la ciudadanía”. En Sanidad se han recortado solo en el año 2014, un 35,6% menos de presupuesto y Educación tiene acumulado en tres años, un recorte del 24%.
Qué decir de las ayudas a la Dependencia. Qué decir de “El PP no va a recortar el coste del despido”. No solo no se ha recortado, sino que además les dio a los empresarios más prebendas y facilidades. Si la reforma del PSOE fue injusta e ineficaz, la reforma laboral del PP de contenido continuísta, no tiene parangón en la reciente historia democrática de España. Recientemente, el Comité Europeo de Derechos Sociales ha manifestado los incumplimientos de la legislación española en relación con la carta Social Europea (Salario Mínimo insuficiente, falta de derechos ante despidos, violación de la libertada sindical, injerencia del Gobierno en el derecho de Huelga, entre otros.)
Segundo ejemplo a nivel micro. Como demócrata con ideología, defendí y defiendo tener criterio y opinión sobre lo que considere en relación con los Partidos Políticos, aunque en la actualidad no esté afiliado a ninguno. Por ello, ejerciendo ese derecho, le manifiesto a Ximo Puig, Secretario General PSPV y Responsable Federal de Regeneración Democrática, mi decepción sobre lo ocurrido en las primarias de ese partido en Sagunto. Me pregunto qué intereses de partido, o de alguna otra clase han primado, para acometer este despropósito y grave error, de suprimir las elecciones democráticas (no es la primera vez que ocurre) que se disuelve la Agrupación del PSPV de Sagunto. ¿Esta es la forma de impulsar la unidad PSPV, proclamada por vuestro Secretario General el pasado 31 de enero en Valencia?
Por activa o por pasiva, considero que con intención o sin ella, es una irresponsabilidad y despropósito político, a pocos meses de las próximas elecciones municipales, que puede favorecer en primera instancia al PP, en unos momentos en los que no esta muy sobrado. Si no rectificáis, y aún estáis a tiempo, os vais a pegar electoralmente en Sagunto un batacazo que, no os van a reconocer ni propios ni extraños. Vosotros mismos. Con estas acciones, para rematar el error, sois capaces de montar una gestora.
Estas formas y otras, de hacer política hastían a la ciudadanía, le hacen que al final, la gente piense que “todos son iguales“. Yo no lo comparto, aunque reconozco que en ocasiones, se da pie para ello. Para que la ciudadanía saguntina, pueda entender este hecho, y tratéis de ganar algo de confianza, que buena falta os hace, es necesaria una explicación con luz y taquígrafos; salvo que se apueste por no regenerar el PSOE del “cambio seguro” tal como viene manifestando vuestro Secretario General, Pedro Sánchez.
En mi opinión, esta acción política, tiene varias lecturas, menos las democráticas. Como decía Toni Gaspar, aspirante a la Secretaria General del PSPV, en unas declaraciones, “Que sigue teniendo la sensación de que en el PSPV avanzamos poco”. En Julio del pasado año Pedro Sánchez decía, “que había que cambiar el PSOE para cambiar España”, esto obliga a mucho. Afirmaba también que la militancia del PSOE, estaba más a la izquierda que la dirección federal. Estas frases tan grandilocuentes suenan huecas y faltas de contenido a tenor de lo ocurrido en nuestro municipio.
Acogiéndome a lo dicho por vuestro Secretario General, y con arreglo a la información dada, en prensa local, el PSPV de Sagunto va dar un paso atrás, en el grave error cometido, de disolver la agrupación del PSPV de Sagunto. Error, que desde mi modesta opinión, debería ir acompañado, de devolver la agrupación a la legitimidad que tenía, antes de la injustificada disolución. Volviendo de nuevo a Pedro Sánchez, éste decía, que su intención era impulsar un cambio profundo, ambicioso. ¿No nos conformaremos con maquillar o parchear? Tendréis que tomar buena nota, en convertir la frase, en verdad.
¿Qué ciudadano honesto, puede creerse estas palabreas, si no van acompañadas con hechos en el interno del PSPV, tan desorientado política e ideológicamente? ¿De qué sirven las primarias de elección de candidatos, si no se respetan los resultados, salvo que favorezcan a determinadas personas o grupos, que ostentan el poder dentro del partido? ¿Estos son los profundos cambios? ¿Cómo no va a ver desafección hacia los partidos políticos?
El PSPV puede quemarse aun más, si sigue mirándose el ombligo, abriendo la posibilidad de quedarse invalidado, como invitado de piedra, para gobernar por tiempo.
Tiene que ser generoso, aún le queda tiempo para rectificar dando una necesaria lección de humildad a los saguntinos. Este partido en general tiene mucho que purgar, por compartir y practicar políticas neoliberales coincidentes en múltiples ocasiones con el PP, gobernando como alternancia, y en el caso de no obtener mayoría necesaria, demandar los votos de la derecha vasca o catalana. Con todos estos comportamientos, ha dado lugar a que el PP en estas pasadas elecciones, lograse la mayoría absoluta en muchas comunidades y en el Estado, gobernando a través de Decretos Ley. Para que no se olvide, el PP viene gobernando en Valencia veinte años.
Ángel Olmos Gauses
