25N: Por una sociedad libre de violencia de género

Escrito por Nerea Almiñana Navarro
Lunes, 25 Noviembre 2013 11:33

En 1981, durante el Primer Encuentro de Mujeres Feministas para América Latina y el Caribe, el 25 de Noviembre fue declarado el Día Internacional Contra la Violencia hacia las Mujeres, en homenaje a las hermanas Mirabal, símbolos de la resistencia popular y feminista contra la dictadura de Trujillo en la República Dominicana, que fueron brutalmente asesinadas a palos por la policía secreta trujillista en 1960. Dieciocho años después, en 1999, la ONU reconocía y elevaba oficialmente dicha fecha al calendario internacional. Así, el término violencia de género quedó definido por Naciones Unidas en el Congreso sobre la Mujer, celebrado en Pekín en 1995. Entendiendo como tal la violencia que sufrimos las mujeres la cual tiene sus raíces en la discriminación histórica y en la ausencia de derechos que hemos y continuamos sufriendo, en todas las partes del mundo.
 
La definición de este término así como la designación del 25 de noviembre como día de lucha por la eliminación de la violencia hacia la mujer, fue un paso más de visualización de dicha problemática, la cual vivía oculta, naturalizada y legitimada. Un paso que pese a acompañarse hoy de supuestos avances legislativos, no ha logrado el desarrollo de una lucha frontal contra este mal. Seguimos teniendo una cultura y una sociedad que discrimina indiscriminadamente a las mujeres y continúa sustentando y alimentándonos diariamente con estereotipos, leyes e ideologías que potencian el desarrollo y perpetuación de una sociedad misógina. Seguimos siendo asesinadas, viviendo maltratadas, esclavizadas, encadenadas, menospreciadas y ocultadas.
 
Hoy, la violencia contra la mujer, lejos de ser un episodio de nuestro oscuro pasado, lejos de tener tregua; sigue encontrando soporte cultural e incluso institucional, entendiendo éste último como aquel que se ejerce contra las mujeres a través de medidas que inciden directamente en nuestras vidas.
 
Violencia institucional (violencia al fin y al cabo), es esa que ejerce nuestro actual gobierno contra todas nosotras en forma de recortes en derechos sexuales y reproductivos, anulando competencias municipales en materia de igualdad, prevención y ayuda de violencia de género. Es alejarse de la lucha por la igualdad desarrollando leyes como la LOMCE, la cual elimina los principios coeducadores de convivencia y discriminación, la educación en valores humanos y materias imprescindibles para prevenir la violencia machista y la no discriminación por razón de sexo. Es poner trabas en tratamientos de reproducción asistida negando garantizar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en toda dignidad. Es querer decidir por nosotras y arrebatarnos nuestro derecho al aborto.
 
Violencia también es posibilitar que en el campo de lo laboral las mujeres continuemos ostentando las peores tasas de inactividad, desempleo, precariedad laboral y desigualdad salarial. Permitir que sigamos siendo cosificadas y estereotipadas en los medios de comunicación, incluso en la propia televisión pública. Y seguir relegando el trabajo doméstico sobre las espaldas de las mujeres, sin ningún tipo de reconocimiento de derechos equiparables al ámbito productivo, con todo lo que ello conlleva.
 
Esta deriva conservadora y patriarcal en la que nos encontramos y sus posiciones políticas siguen poniendo de manifiesto  que la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres , es la lucha contra la violencia de género.
 
Quedan muchas cosas por mejorar, con muy poco presupuesto y aún menos voluntad política de nuestro gobierno. El 25 de Noviembre es un día simbólico de lucha, reivindicación y denuncia de la violencia de género que sigue viva fruto a la realidad social, económica, cultural, familiar y la política patriarcal a la que somos sometidas a diario y hace que en el mundo de hoy Ser Mujer siga siendo un factor de riesgo.
Días como éste, deben servir cuanto menos, para remover conciencias y analizar de manera estructural, y preguntarse por qué a pesar de que teóricamente la violencia de género sea rechazada desde cualquier ámbito político, es aún, una lacra endémica que junto con la desigualdad, se muestran como elementos inseparables.

Esta lacra requiere medidas específicas y especiales que proporcionen a las mujeres elementos de prevención y protección reales y a la sociedad conciencia y cultura política para rechazar todo tipo de violencia y, particularmente, la violencia sexista.
 
Desde Esquerra Unida saldremos como siempre a la calle a reivindicar nuestros derechos, nuestra dignidad y la necesidad de desarrollar políticas de igualdad reales, basadas en acciones concretas con el objetivo de desarrollar una cultura y una ideología alejada del patriarcado. Así como seguiremos exigiendo acciones especificas y transversales con consignaciones presupuestarías y no tan sólo meras declaraciones instituciones.
 
Nerea Almiñana Navarro
Esquerra Unida Ayuntamiento de Sagunto
Modificado por última vez en Lunes, 25 Noviembre 2013 16:07

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