El pasado viernes 19 de febrero, la Guardia Civil encargada de la vigilancia en el puerto de Melilla descubrió nada menos que 41 personas de nacionalidades marroquíes y argelinas ocultos en contenedores, bateas, bolsas de plástico, etc, para intentar colarse clandestinamente en barcos con destino a los puertos de Málaga, Almería o Motril. Esto, a estas alturas, no sería noticia sin las grabaciones audiovisuales en las que se comprueba que, algunos de ellos, no habrían podido llegar vivos a la...