Francisco Campillo informa de que, desde este sector también se piden alternativas a los fitosanitarios que se prohíben, que el IVIA actúe para reducir las plagas de Cotonet y, a nivel comarcal, combatir las plagas de animales

Los agricultores esperan una subida de precios en una campaña de cítricos que se prevé similar a la anterior

Viernes, 18 Septiembre 2020 19:20

troncodentroLos agricultores están sufriendo una plaga de animales que roen los troncos de los naranjos

La nueva campaña de cítricos ofrece una producción normal, ya que las lluvias, en el momento de la floración de los árboles dañó mucha flor y el viento la esparció. Sobre esto informa Francisco Campillo, presidente de la asociación de agricultores ASCOSA/AVA de la comarca, que los comerciantes ya están comprando cosechas con precios similares a la campaña pasada. «Incluso un poco más alto, pero para ello exigen mejor calidad y calibre y ello comporta, mayor trabajo y más dinero para el agricultor». No obstante, los titulares de este sector económico esperaban un aumento de los precios, ya que el año pasado hubo un crecimiento del consumo de cítricos exagerado, «debido a que por primera vez la Organización Mundial de Salud (OMS) dijo que el consumo de naranjas era beneficioso para las personas porque la vitamina C aumenta las defensas en los resfriados y la COVID-19, disparando el aumento de consumo de cítricos que aumentó más del 20%». Entre los países que aumentaron dicho consumo, Campillo destaca a Italia que compró mucha naranja a España a pesar de ser una nación productora de esta fruta.

Aclara este veterano agricultor, que en la campaña pasada los precios fueron entre 36 y 46 céntimos por kilo. Sin embargo aclara, «que ese precio fue aceptable, comparado con los de 2018, pero estamos hablando de precios que se pagaban hace 30 años. Una arroba (12,8 kilos) que en el campo se vendieron sobre 5 euros, en los grandes supermercados su precio era de 28 euros, casi 6 veces más que lo percibido por los agricultores estos establecimientos son los que han hecho el agosto porque el coste de producir un kilo de naranjas es de 20 a 22 céntimos si no se vende a un precio mayor perdemos o cambiamos el dinero».

Que los campos produzcan y los agricultores puedan recoger sus frutos, influye diversos aspectos, no solo la meteorología que puede favorecer una gran cosecha con frutos de gran calidad o malograrla, sino también las plagas y enfermedades para lo cual hay que utilizar nuevos productos fitosanitarios, que, progresivamente, van aumentando de precio y en algunos la subida «es cuatro veces más caro y se necesita mayor consumo de producto porque es menos eficaz contra el bicho que debe combatir».

Como ejemplo, Campillo cita la plaga del Cotonet de Sudáfrica, «mal llamado Cotonet de Les Valls, para combatirlo prohibieron productos como el Clorpirifos y MethilClorpirifos, pero los productos que los sustituyen no dan resultado, hay que pulverizar 4 ó 5 veces y se puede perder la cosecha».

Prosigue el representante de ASCOSA/AVA informando que el Cotonet afecta a la naranja reduciendo su tamaño y si desarrolla su calibre la deforma con bultos en la piel y aunque en ambos casos el saber del fruto es bueno, y si la cosecha se considera que está afectada de Cotonet en el 30% de la producción, los comerciantes no la compran.

AVA pide alternativas a la retirada de fitosanitarios

Desde AVA piden que antes de retirar productos fitosanitarios la administración ofrezca alternativas. Y sobre ello señala que en Sudáfrica hay un ‘bichito’ que se come el Cotonet y esta organización agrícola exige que se haga la cantidad suficiente de ese parasitoide. «El Cotonet no afecta solo a los cítricos sino a otras frutas y verduras», matiza Campillo.

El gobierno español autorizó el pasado julio el mayor lanzamiento al medio natural del parasitoide Anagyrus aberiae, controlador biológico del Cotonet de les Valls en los cítricos. En marzo se permitió la primera liberación inicial de menos de 100 ejemplares de Anagyrus aberiae en el municipio de La Vall de Uixó (Castellón). Los resultados de esta prueba «eran determinantes para autorizar la liberación definitiva», señaló el ministerio, que añadió «se trataba de verificar, en condiciones naturales, la efectividad de la medida y las posibles afecciones al medio natural que pudieran tener lugar, de conformidad con los requisitos establecidos por la legislación española».

Críticas al IVIA

En muchas ocasiones AVA ha citado al Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) en tono positivo, como en el caso de los dos o tres pies, para injertar que están dando muy buen resultado. Pero también manifiestan su descontento comentando: «En el instituto trabajan 1.000 personas y las nuevas variedades de cítricos se importan de varios países y cuestan mucho dinero. Por su parte, el IVIA ha producido dos variedades de mandarinas (la Safor y la Garbí», con resultado negativo porque la piel de las mandarinas de estos híbridos se manchan y las deja sin valor para el mercado».

Para algunos agricultores las mandarinas la Safor y Garbí sufren del mal de la Alternaria, sin embargo, los investigadores del IVIA siguen negando que sea Alternaria y aseguran que han hecho innumerables pruebas con este hongo, para ver si había contagio, y en ningún caso se ha producido. Pero a los agricultores que optaron por esas variedades, lo que les preocupa es, que en algunos casos, la totalidad de la cosecha de estas variedades se ha echado a perder porque ningún almacén ha querido comprar unas naranjas llenas de manchas que las hace invendibles al público.

Esta situación se puso de manifiesto durante el transcurso de una reunión convocada por (AVA-ASAJA) a la que acudieron más de un centenar de afectados y en la que también estuvieron presentes el director general de Producción Agraria de la Conselleria de Agricultura y el director del IVIA, quienes escucharon las reiteradas quejas de los agricultores y, ante la exigencia de los dirigentes de AVA-ASAJA para que se buscasen soluciones compensatorias al problema suscitado, expusieron algunas de las posibles alternativas.

Plagas de animales

Otro problema con el que tienen que lidiar los agricultores de la zona, es la existencia de jabalíes en varios municipios de la comarca que se habían instalado también en Almardá y a las afuera de Canet de Berenguer, pero insiste el dirigente de ASCOSA/AVA en que esta población ha aumentado, así como la de conejos y ratas. Los roedores además de construir nidos enormes para su prole, suben a los naranjos y se comen las mandarinas,«dejan la fruta vacía», afirma Campillo.

Por su parte los conejos, escarban las plantas, se comen las raíces y la corteza del tronco, dejando una herida en el árbol impidiendo su crecimiento. Sobre esta plaga de conejos, señala este agricultor que ha menguado la cantidad, porque dos o tres días a la semana los cazadores intervienen sobre ellos. Destaca Paco Campillo que ASCOSA/AVA no quieren que desaparezcan los conejos, pero piden que se alargue el periodo, «sobre todo, en la época de reproducción de estos animales y, para conseguir una solución, la entidad de agricultores propone, hablar con la administración correspondiente y la asociación de cazadores e ir de la mano para obtener el resultado deseado, reducir la población de conejos, ratas y jabalíes, que nos están invadiendo los huertos», concluye el presidente de la asociación de agricultores ASCOSA/AVA.


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Modificado por última vez en Viernes, 18 Septiembre 2020 17:46

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