Desde la Unión Intercomarcal de CCOO aseguran que el incremento del salario mínimo no afecta a la creación de empleo. Afirmación que realizan en un análisis realizado sobre el mercado laboral en el Camp de Morvedre. En ese sentido señalan que en nuestro cíclico mercado de trabajo, agosto es uno de los meses negros para el empleo y pese a ello, en lo referente a afiliaciones a la Seguridad Social, el mes pasado en la comarca morvedrí se registraron 342 afiliaciones más que en agosto de 2018.
De lo señalado anteriormente —para la ejecutiva de Comisiones— se desprende que la economía y el mercado de trabajo comarcal reflejan el marcado carácter cíclico de otros ámbitos territoriales (provincial, autonómico…) y que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), «no ha tenido un efecto negativo, incluso en un mes pésimo para el empleo, hay muchas más personas de alta en Seguridad Social que el año anterior y es más, esa tendencia también se observa en datos provenientes de otros ámbitos, como por ejemplo, la ocupación hotelera Saguntina, que en julio y agosto pasados cosechó mejores resultados que los obtenidos en 2018».
Por ello, desde CCOO, siguen insistiendo en la necesidad de mejorar la redistribución de la riqueza, «por humanidad y justicia social, pero también desde un punto de vista económico, pues las subidas salariales se reinvierten en la economía y sobretodo en el caso de las rentas más bajas, carentes de capacidad de ahorro y en las que la subida del SMI se traslada directamente al consumo y a la vivienda. Consideramos, también que de producirse cambios en la tendencia no podrán atribuirse al incremento en el SMI».
No obstante, resaltan desde este sindicato que la tendencia interanual al alza en las afiliaciones comarcales a la Seguridad Social seguía arrojando, en el segundo trimestre de 2019, «datos preocupantes como que 1 de cada 3 personas afiliadas al Régimen General de la Seguridad Social (concretamente, el 34,44%) lo están con un contrato temporal, evidenciando la fragilidad de nuestro mercado de trabajo, pero es más, la precariedad laboral se incrementa en el caso de las mujeres, pues se ven más afectadas por la contratación temporal que los hombres ya que la temporalidad afecta al 38,03% de las mujeres afiliadas al Régimen General de la Seguridad Social mientras que en el caso de los hombres alcanza al 31,93%».
Y añaden que lo anterior «puede verse agravado» si el mercado de trabajo en el Camp de Morvedre «reproduce las desigualdades observadas en otros ámbitos territoriales respecto a contratación a tiempo parcial, pues a nivel nacional las mujeres suponen el 75% de las personas con contrato parcial». Reiteran desde la dirección de CCOO que las tasas de empleo en Camp de Morvedre reflejan el carácter cíclico mencionado y en comparación con otros ámbitos territoriales y observan que la tasa de empleo comarcal está al nivel de la tasa provincial y un par de puntos por encima de la autonómica. «Sin embargo, al desagregar los datos por sexo, la tasa de empleo masculina es muy superior a la femenina, por ejemplo, los últimos datos publicados (T1 2019) muestran que los hombres tienen una tasa de empleo comarcal de 73,44% y las mujeres del 56,12%, lo que además supone que en nuestra comarca las mujeres tienen peor tasa de empleo que en la provincia de Valencia (T.E. 58,14%) y en la Comunitat Valenciana (T.E. 56,44%)».
Para la secretaria Intercomarcal de CCOO, Begoña Cortijo Garnes, los datos del mercado de trabajo y las desigualdades que se observan, «no son fenómenos que únicamente podamos seguir constatando, previendo con mayor o menor acierto predictivo y lamentando». Y añade: «El mercado laboral y la economía, son productos culturales y sociales y las desigualdades que se observan, también son producidas por las personas, esto es, se ha de continuar incidiendo sobre la economía, en la redistribución de la riqueza existente, en el mercado de trabajo, en la cultura y en la sociedad en general, para modificar esos hechos culturales que se dan en un mercado laboral cíclico inscrito en una economía cíclica basada en el consumo infinito en un planeta finito», concluye.
