Como cada 28 de Abril, Día Internacional de la Salud y la Seguridad en el Trabajo, la Unión Intercomarcal de CCOO del Camp de Morvedre y Alto Palancia, han celebrado la Asamblea de Delegados de CCOO con motivo de este día señalado y el 1º de Mayo, Día de los Trabajadores. En primer lugar, los delegados asistentes a la asamblea han recordado a las trabajadoras y los trabajadores que fallecieron o perdieron la salud mientras se ganaban la vida y, particularmente, se ha recordado la figura de Antonio Morcillo, anterior Responsable de Medio Ambiente y Salud Laboral de este Unión Intercomarcal que recientemente nos dejó.
La secretaria general de la Unión Intercomarcal, Begoña Cortijo ha presentado el acto, haciendo un resumen de la situación laboral y económica de las comarcas del Camp de Morvedre y Alto Palancia y ha realizado un llamamiento a participar en la Manifestación que el domingo, 1º de Mayo, a las 11:30 horas, partirá desde la Plaza de San Agustín de Valencia.
Isidro Andujar, Responsable de Salud Laboral y Medio Ambiente, ha comenzado recordando que este año se celebra el 20 aniversario de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que dio fin a una ley de 1971 de Seguridad e Higiene en el trabajo franquista a una ley europea de Prevención de Riesgos Laborales, pasándose de reparar los daños a prevenir los riesgos, al menos en la teoría.
Destacan desde el sindicato, que durante estos últimos 20 años, la labor de los delegados de Prevención ha hecho que «mejoren las condiciones de trabajo, probando los límites de la ley, gracias a la formación impartida por Comisiones Obreras y a la experiencia de las Secciones Sindicales y delegados, ya que en algunos sectores contaban con Comités de Seguridad e Higiene muchos años antes de la salida de la Ley».
Y añaden que esta ley «es una gran herramienta sindical, pero debemos luchar para derogar todas las normas que impiden que todos los colectivos tengan el mismo grado de protección, que individualizan las relaciones laborales y que permiten la desigualdad por género».
Asi mismo se ha afirmado en dicha reunión asamblearia que «Llevamos 5 años consecutivos de crecimiento de la siniestralidad». Y lo achacan a las políticas neoliberales que han deteriorado la negociación colectiva y el ejercicio efectivo de los derechos de los trabajadores, «imprescindibles para la salud y la seguridad en el trabajo».
Esta situación, según el balance expuesto en la asamblea, ha determinado un cambio de tendencia. «Hasta 2012 vimos como los accidentes de trabajo menguaban, para, desde entonces, no parar de subir. La aprobación de las reformas laborales del PSOE primero y después del PP han sido decisivas para una subida del 9% en la siniestralidad laboral. En los últimos 4 años han fallecido 2.310 personas trabajando. Es inadmisible que en el siglo XXI fallezcan más de 600 personas al año por ejercer su labor profesional. Esto lo asociamos a relaciones laborales marcadas por la precariedad, con más riesgo y de peor calidad. El debilitamiento de la negociación colectiva nos ha llevado a la pérdida de derechos. La duración de los contratos, la rotación de corta duración hace imposible garantizar los derechos de información y formación.
Esto se ha notado más, según el responsable de Salud laboral, en el sector industrial en donde el incremento de accidentes mortales ha sido del 45%. «La tercerización de la producción con autónomos y contratas ha significado la subcontratación y precarización de los riesgos laborales».
En el balance expuesto se destaca que los sectores de trabajo feminizados han sufrido «con más dureza los efectos y los recortes de los últimos gobiernos que hemos tenido. Los partes de baja de mujeres es superior al de los hombres en términos absolutos, a pesar de tener menor población empleada. La desigualdad entre sexos, la siniestralidad en hombres ha crecido un 2,8% y en mujeres un 12,3%».
Una de las cuestiones mas escandalosas, para los miembros de la asamblea «es la ocultación de enfermedades profesionales. De los 9.000 casos ocultados, según las estimaciones más conservadoras, se han comunicado 23 cánceres laborales (19 derivado del trabajo con amianto). Todas estas enfermedades terminan siendo atendidas por la Seguridad Social, incrementando duramente la carga para el Estado y el beneficio de los empresarios».
Igualmente se ha comentado que con la LPRL han aprendido que la mera disponibilidad de una buena ley no es suficiente para que el sistema funcione. «Así tenemos que las mutuas han privatizado la gestión de la Seguridad Social. El derecho a la salud se ha transformado en manos de las mutuas en el control de los trabajadores».
También se ha puesto de relieve que la Inspección de trabajo cada vez con menos plantilla y menos formada en prevención. y aseguran que la negociación colectiva «ha dejado ser la garantía para 2 millones de personas que no tienen presencia sindical en su empresa. Sin sindicatos, un único ganador el empresario».
Por lo expuesto anteriormente, desde CCOO exigen a los partidos políticos que «sitúen la salud y seguridad en el trabajo en el centro de sus prioridades, para forzar un cambio de rumbo y revertir la actual regresión en materia preventiva, que ha desembocado en un aumento de la siniestralidad laboral. Seguiremos luchando para acabar con la precariedad, la desigualdad y las injustas condiciones de trabajo que se encuentran tras los accidentes y las enfermedades de origen laboral».
La última intervención ha sido la del José Luis Esparcia, Responsable de Internacional y de Estudios del Sector Ferroviario de CCOO, el cual ha comentado la situación actual de las infraestructuras ferroviarias en las comarcas del Camp de Morvedre y Alto Palancia y las grandes posibilidades de las que disponen, en especial Sagunto, para convertirse en uno de los mayores nudo ferroviario del Mediterráneo, si se lograsen conseguir las inversiones necesarias tanto para el desarrollo del ferrocarril con en un área logística, «pues no olvidemos que Parc Sagunt, con sus 10 millones de m2, lo convierten en uno de los polígonos industriales mas grandes de Europa. Aunque esto puede ser un débil nicho de empleo directo, su desarrollo dotaría de un atractivo inmenso para el conjunto de empresas más grandes del tejido industrial del continente».
