La fábrica de Lafarge en Sagunto, perteneciente al grupo LafargeHolcim, ha superado una nueva inspección rutinaria enmarcada en el Plan de Inspecciones de calidad ambiental de la Comunidad Valenciana, cuyo informe concluye que no se aprecia en la industria aspecto alguno que pueda perjudicar la seguridad, la salud de las personas y el medio ambiente.
Como han informado desde la planta cementera de la capital del Camp de Morvedre, durante tres semanas, técnicos de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, han comprobado el estado de las instalaciones, supervisando protocolos, controles y registros. «En estas visitas se ha comprobado cómo la planta cumple con los requisitos legales marcados por el permiso ambiental en materia de aire, agua, suelos y residuos, entre otros», han apuntado desde Lafarge.
Este tipo de iniciativas es una inspección habitual en las industrias que cuentan con Autorización Ambiental Integrada específica (AAI), que establece un rígido y completo control de todos los vectores ambientales y asegura la prevención de la contaminación ambiental.
Cabe recordar que Lafarge en Sagunto fue la primera fábrica de cemento de España en obtener la Autorización Ambiental Integrada en el año 2004, lo que implicó en su día una inversión en Mejores Tecnologías Disponibles de más de 55 millones de euros, mucho antes de que su implementación fuera preceptiva. Además, en la actualidad es la única fábrica del sector que ha renovado esta autorización, con fecha 23 de junio de 2015, recogiendo los requisitos que serán exigibles a las fábricas de cemento en el año 2017, en lo que a aplicación de las mejoras técnicas se refiere.
«La fábrica de Sagunto es muy eficiente energéticamente gracias a su tecnología. La utilización de biomasa y combustibles alternativos ha permitido evitar, desde el año 2002, la emisión a la atmósfera de más de 500.000 toneladas de CO2 procedente de combustibles fósiles», han afirmado fuentes de la multinacional cementera.
Como han informado desde Lafarge, desde la obtención de la AAI, se han dejado de llevar a vertedero más de 1,3 millones de toneladas de residuos, gracias a la valorización energética y mineral de los mismos. «Esto supone también el ahorro de las materias primas naturales y combustibles a los que estos residuos sustituyen, evitando su extracción de canteras y reservorios naturales. Además, la fábrica es pionera en el cálculo de la huella de agua siguiendo la metodología de WWF Internacional», han concluido.
