El secretario general de la UGT de la comarca del Camp de Morvedre, Miguel Jordá, el pasado julio puso el dedo en la llaga, alertando de la grave situación por la que atraviesa la industria en Sagunto y su comarca y las consecuencias negativas que se derivan de este desmoronamiento industrial: más desempleo y menos consumo. Jordá, unos meses después mantiene su opinión «hay una realidad que es constatable: la situación de la industria está muy mal», por eso cree que el empobrecimiento se extiende en la ciudad: «cada vez hay menos recursos económicos, hay menos demanda y bajan las ventas en los comercios. Estamos en un bucle muy jodido, esto está claro».
A primeros del pasado julio, en unas declaraciones que realizaste en El Económico, calificaste la situación de la comarca de alarmante, ¿sigues pensando lo mismo?
Mis declaraciones, en aquellas fechas, se dieron en el contexto que vivíamos en Bosal, Tumesa, Prosidmed y Arcelor Mittal. Si en aquellos momentos veía que la situación era delicada, hoy lo es igual o más. A día de hoy la situación es muy complicada en el Camp de Morvedre, teniendo en cuenta que la ubicación de la industria se localiza en el municipio de Sagunto. Mantuvimos un reunión con todas las secciones sindicales de la UGT para hacer una valoración de sus industrias aquí, en el municipio de Sagunto, y no hubo empresa que se salvara de una situación muy delicada.
¿Cuál es la problemática más común?
Es variada. En este municipio, la industria por un lado, y la sociedad por otro, tenemos dos marrones impresionantes, hay empresas que tendrían futuro, porque tienen una producción de alta calidad, tienen profesionales forjados en el terreno, sin embargo hay algunas compañías que no tienen futuro porque no tienen crédito. Son empresas que abanderan la calidad de la producción, pero pasan por auténticas dificultades para que los bancos las financien. Si hablamos de Bosal, se ha engañado a los trabajadores de manera extraordinaria. Por parte de la dirección de la empresa los están ninguneando. La cuestión de fondo es que la empresa quiere desmantelar o dejar en mínimos la factoría de Sagunto y trasladarla, adonde ellos tienen los objetivos, que es en Zaragoza. Estas empresas solo persiguen sus intereses. Esto significa que deslocalizan una planta, se la llevan a otra provincia o a otro estado y a partir de ahí el desastre es para los trabajadores. Este es otro problema, el de la deslocalización.
¿Eso ocurrió el año pasado con Galmed?
Si, Galmed es el caso más reciente, aunque hubo otros, como el de Cointra en Puçol, que se la llevaron a Burgos. En el caso de la planta de ThyssenKrupp, se montó una movida sindical impresionante. Se hicieron gestiones sindicales y políticas a todos los niveles, pero quien puso los duros encima de la mesa fue la cancillera alemana. Si esa misma voluntad, esa misma energía, esa misma predisposición, la hubiese puesto el ministro de Industria o el presidente del Gobierno de España, posiblemente, en vez de marcharse Galmed a Alemania, seguiría hoy en Sagunto. Estas son situaciones que a la ciudadanía y a los propios empresarios deben de preocupar, porque no se ve apoyo, ni coordinación, ni resistencia de lo que tiene que ser una política clara para que la industria no se vaya de Sagunto, de la Comunitat, porque, si se van, estamos desaprovechando unos recursos que son extraordinarios. Se marchan a otras comunidades y aquí falta iniciativa y falta voluntad, faltan ganas de poner las razones que sobradamente están sobre la mesa, me refiero a la defensa de los intereses saguntinos, porteños, valencianos y españoles.
Entretanto, el paro sigue haciendo mella en Sagunto y su comarca
Como tenemos la industria en una situación tan delicada, los datos de la economía en el municipio son escalofriantes a nivel de desempleo. Centraría la problemática en dos situaciones de carácter social, por un lado está la gente joven, menor de 35 años, que no ha trabajado, lo ha hecho poco, o empezó a trabajar en el boom inmobiliario y resulta que ahora, cuando el ladrillo se ha hundido, no se les da alternativa. Por otra parte, tenemos los parados de larga duración, gente que tiene más de 45 años, que casi ha hecho una carrera profesional en el desempleo y que tienen auténticas dificultades pata encontrar empleo. Si los jóvenes tienen dificultades, y tienen dificultades las personas mayores de 45 años, que ven cómo su vida laboral se está agotando y no podrán cumplir con las obligaciones para poder tener una jubilación en condiciones, pues nos encontramos en una situación altamente delicada. En el tema de la industria, porque no vemos garantía, no vemos futuro, porque no hay una clara línea de actuación por parte de los gobiernos. El de la Generalitat tiene competencias, pero más allá de las competencias debe tener voluntad política para sentar en una mesa a quien corresponda: a los ministros de Industria y de Trabajo, porque hay empresas que tienen factoría en la Comunitat y en otros puntos de la geografía española, y hablar con claridad y poner en jaque al más pintado.
Cuando el PSOE cerró los altos hornos en 1984, entre las jubilaciones anticipadas y la reindustrialización logró que el impacto se mitigara, pero todo aquello, 30 años después, se ha empezado a desmoronar sin que se hayan buscado alternativas a lo largo de estas tres décadas.
Se intuía lo que iba a pasar con la burbuja inmobiliaria. En concreto, UGT ya hizo aportaciones, porque se veía que no se podía continuar construyendo tanta vivienda, era insostenible. Es decir, lo que pretendían algunos Gobiernos, de que esto fuera la zona de vacaciones de Europa, no ha sido posible, y eso lo hemos denunciado infinidad de veces. La industria tradicional valenciana estaba atravesando unos baches impresionantes, y sobre eso ya alertó la Universidad de Valencia y las propias patronales, incluso dando alternativas. A las organizaciones sindicales no se nos ha hecho ni caso.
¿Qué se podría hacer respecto a esta situación?
Es necesario que en Sagunto converjan de manera formal, con contenido, todos los actores sociales: sindicatos, empresarios, comerciantes, universidad, partidos políticos, etc. Todos ellos tienen algo que decir respecto al desarrollo, la evolución y al análisis de esos 30 años transcurridos hasta ahora. Hay que analizar la situación de la industria, del comercio, porque en la medida que no hay recursos, porque las familias tienen dificultades para llegar a final de mes, tampoco hay consumo y eso es más pobreza y desempleo.
Estamos en tiempos de recortes.
Sí, cada vez hay menos recursos económicos, hay menos demanda y bajan las ventas en los comercios. Estamos en un bucle muy jodido, esto está claro. ¿Cómo salimos de esta situación?, yo también me rebelo de estar siempre quejándonos. De hecho, se organizan manifestaciones, vamos a todos los actos. Estas manifestaciones se preparan en tres días y somos capaces de llenar la avenida 9 de Octubre con miles de personas. Todo esto demuestra que la gente tiene confianza en las organizaciones sindicales. Estamos dando respuesta, pero tenemos un tapón de tres pares de narices. Me refiero a que el Gobierno valenciano, el Gobierno de España, no son capaces de desarrollar políticas que defiendan los intereses de todos los españoles y de todos los valencianos. Insisto, la sociedad civil, las organizaciones sindicales, lo que es el tejido fundamental de cualquier municipio o comarca, debemos de sentarnos, de analizar, de estudiar y de llevarle propuestas concretas al Gobierno valenciano.
¿Hablas de hacer un estudio riguroso de la situación socio económica de Sagunto y su comarca?
Pienso que estudios hay muchos. El Plan Estratégico, sin ir más lejos, que le costó un dineral al Ayuntamiento de Sagunto. Ese documento está abandonado en un cajón. Luego se hizo un refrito de prioridades de aquél plan estratégico. Ese segundo documento también está perdido en cualquier otro cajón. Sobretodo, hay una realidad que es constatable: la situación de la industria está muy mal. ¿Quién tiene la responsabilidad de enderezar o al menos intentar que no empeore la situación?, lo dice claramente la Constitución Española: los poderes públicos, es decir, los gobiernos de Fabra y de Rajoy, que deberían intentar que las industrias no se vayan de un lado a otro cuando hay razones para mantenerlas donde están en la actualidad y que no se perjudique, en este caso, a la sociedad saguntina. La recepción de la Generalitat Valenciana es de buenas palabras, pero no se soluciona nada. Manifestaciones, acuerdos de pleno por unanimidad donde todo el mundo se compromete, y al final de la corrida nada.
¿Y a qué esperáis para tomar la iniciativa?
Es el momento de que las fuerzas sociales y políticas de esta comarca nos sentemos en una mesa, analicemos la situación y vayamos a entrevistarnos con quien proceda y pongamos los puntos sobre las íes. Ahora estamos en un momento muy oportuno, porque los partidos políticos, cuando más se mueven es en época electoral, por lo tanto es el momento de arrancar compromisos para que la realidad se cambie. Hay que presionar al ministro de Industria con la sociedad saguntina organizada: ASECAM, la unión del pequeño comercio, los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, los partidos políticos, y, todos juntos, yendo donde haga falta para exigir y reivindicar, poniendo las razones encima de la mesa...
Y, ¿por qué no se actúa ya?
Desde UGT decimos que es necesario ponernos de acuerdo, las fuerzas intelectuales, económicas, políticas y sociales. Hemos de hacer entre todos un decálogo de cómo esta la situación en Sagunto: más paro, deslocalización de empresas, sin demanda en el pequeño comercio y muchas familias en el umbral de la pobreza. Nadie mejor que los sindicatos y los empresarios sabemos cómo está la situación en los centros de trabajo para abordar cualquier materia que nos afecte a nosotros. En esta comarca, en todas las empresas donde han habido problemas, los sindicatos hemos sido capaces de aportar soluciones realistas. En la actualidad, en Bosal quieren plantear otro ERE, cuando estamos con el expediente para ver cómo queda el futuro de la empresa. En cuanto a Arcelormittal es cierto que existe un problema de excedentes laborales, pero no afecta a la plantilla propia, afectará de muy malas maneras a las subcontratas, con plantillas que en muchos casos llevan más de 15 años trabajando en Arcelor, que tienen más antigüedad que muchos trabajadores de la propia compañía, y, sin embargo, por los recortes de los indirectos, se ven afectados y se pueden encontrar en la calle, lo que es tremendamente injusto. Todo esto, que afecta directamente a los trabajadores de Sagunto, termina reduciendo el consumo de esta ciudad.
Teniendo en cuenta la situación en la que estamos, ¿crees que el problema de Sagunto se tiene que oír fuera de aquí?
Sin duda alguna. Es una de las cuestiones que les planteo a los compañeros cuando estamos en manifestaciones o en las empresas hablando de los problemas que hay en este municipio. Todo esto que está ocurriendo debe salir a la luz, para que la gente lo conozca. Nosotros debemos ser los más interesados. Dentro de la Comunitat seguro que hay comarcas que tendrán problemas como nosotros, pero soy secretario general de la Unión Comarcal del Camp de Movedre y, como tal, detecto unos problemas que creo que tienen solución, pero para solventarlos no podemos quedarnos solamente en la Avda. 9 de Octubre, aunque sea una manifestación con varios miles de personas. Esto hay que sacarlo fuera. Cuando aquí hay empresas que son potenciales de producción y de calidad, que están trabajando mucho y muy bien, hay que apoyar para que se queden, no para que se vayan a otra parte.
¿Y Parc Sagunt?
Recientemente estaba yo escuchando en una reunión del CES medidas que se han adoptado para que Parc Sagunt sea viable y los empresarios se instalen en sus parcelas. Han reducido los precios del suelo y de manera importante las trabas que habían en su día para acceder al suelo de ese polígono. Cuántas veces hemos criticado la pasividad de la administración con el tema de Par Sagunt. El montón de empresas que se iban a instalar, y ahora, años después, están encontrando soluciones. ¿Ahora?, que ese polígono se ha convertido en una pista de carreras de caracolillos. Con la ilusión que teníamos todos de que se convirtiera en un polo industrial de referencia. En Sagunto es necesario tomar iniciativas de carácter conjunto entre todos los actores y que se visualice el problema en la Comunitat y en España, por eso yo decía que participe la propia Universidad.
La situación es bastante crítica, aunque la potencialidad de la zona de Sagunto es muy alta.
Hay potencialidades en el Camp de Morvedre y en Sagunto también, claro que si. Tenemos gente preparada de categoría para funcionar y tenemos tantos frentes abiertos que es necesario que las administraciones cojan el toro por los cuernos, que no quieren cogerlo. ¿Dónde está la preocupación de la Generalitat? Hay que dejarse de lamentos. Repito: vamos a sentarnos todos los sectores: empresarios, comerciantes, sindicatos y los partidos políticos. Hagamos un análisis en profundidad y saquemos el problema fuera de Sagunto. Hagamos las gestiones oportunas y que venga a reunirse con nosotros el ministro de industria si es necesario, o los distintos candidatos o portavoces de los partidos políticos para que se comprometan con el futuro de este territorio.
