Tras haber soltado el buque todo el cable, se realizan los últimos trabajos desde barcas
Esta es la arqueta por donde se conectan los cables al trazado terrestre que transcurre por el recinto portuariol
La arqueta se encuentra en el lado Sur del Pantalán junto a la nave de logística del puerto
Dos técnicos de REE muestran una sección del cable
Entre los invitados se encontraba el conseller de Infraestructuras y Tansporte, Mario Flores, el subdelegado del Gobierno, Luis Felipe Martínez, varios directivos de la Autoridad Portuaria de Valencia, el presidente de la Cámara de Valencia, el director de la central de ciclo combinado, entre otros, así como directivos y técnicos de REE.
El barco Nexans Skagerrak Oslo que ha sido el encargado del tendido, ya había soltado todo el cable y se encontraba atracado, desde ayer, al Norte del Pantalán, frente a la playa, y se están realizando los últimos trabajos para enlazar el cable submarino con el trazado terrestre del proyecto, que lo conectará con el sistema eléctrico peninsular a través de la subestación de Morvedre. Recordar que el tendido del primer cable lo realizó el barco Giulio Verne.
El cable ha entrado por debajo del Pantalán, sale al recinto portuario a la altura de la última nave del muelle Norte. En los últimos metros, el cable se acerca a la costa a una profundidad de «entre dos y cuatro metros», y según han explicado un técnico de la compañía, se entierra con la ayuda de una máquina especial para ello.
En relación a la polémica de que el cable está más próximo a la costa que figuraba en el proyecto inicial, los técnicos de REE han señalado que en el municipio receptor de la interconexión, los cables pasan por la playa al igual que en Tarifa.
Los cables entran en tierra balear por Santa Ponsa, que es un centro turístico situado en la costa Oeste de Mallorca, dentro del municipio de Calvià. Desarrollado en los alrededores de una bahía, con la playa de Santa Ponsa al fondo y un puerto natural que acoge a numerosas embarcaciones de recreo.
El enlace eléctrico entre la Península y Baleares, consta de tres cables de 237 kilómetros cada uno que alcanzarán una profundidad máxima de 1.485 metros bajo el nivel del mar. Se instalan tres cables, pero uno se mantiene en reserva, para asegurar el suministro en caso de avería de alguno de los dos que estén en funcionamiento. La interconexión funcionará en corriente continua, de manera que ha sido necesaria la construcción de una estación conversora en cada unos de sus extremos para transformarla en corriente alterna, que es la que utilizan los sistemas eléctricos de la Península y Baleares. El proyecto «Rómulo», supone una inversión de 375 millones de euros.
Tras el tendido de los tres cables eléctricos y el cable de fibra óptica para garantizar las comunicaciones, se iniciará un periodo de pruebas previo a la puesta en funcionamiento, prevista para el próximo verano.
Red Eléctrica adjudicó en mayo de 2007 los contratos para la construcción del enlace eléctrico submarino entre la Península y Baleares a la empresa Siemens y al consorcio formado por la empresa italiana Prysmian y a la Noruega Nexans, encargado del diseño, fabricación y tendido de los cables submarinos de la interconexión.
Se trata de la primera interconexión eléctrica submarina de transporte de corriente continua que existe en España y la segunda del mundo. En la actualidad esta distancia solo la supera el enlace entre Cerdeña y la Italia peninsular que alcanza los 1.600 metros de profundidad.
