El delegado de personal de CGT en el centro de trabajo de la Ferralla (Puzol) de la empresa grupo Ros Casares, denunció el pasado día 17 de enero la realización de 1.634 horas extraordinarias realizadas entre 2009 y 2010 tras presentar la compañía un ERE de extinción por «causas productivas».
El delegado CGT se encargó de documentarlas a través de unas cuartillas que los trabajadores rellenan mes a mes, donde quedan recogidas todas las jornadas de trabajo; la empresa retribuye las horas extras como prima de producción en el recibo de salarios.
El 28 de diciembre de 2010 la empresa comunicó a los representantes de los trabajadores que había presentado un ERE de extinción por causas productivas ya que «sufre pérdidas» en algunos centros de trabajo durante 2009 y 2010. El ERE afecta a un total de 15 trabajadores.
En la primera reunión celebrada el día 10 de enero, el delegado CGT solicitó las copias básicas de los 4 contratos celebrados durante el período 2009-2010, años en los que no se produce ningún despido, así como el registro de las horas extraordinarias realizadas durante ese período. La compañía no facilitó la documentación referida.
Al día siguiente, el 11 de enero se celebró reunión entre las partes y la inspectora de trabajo. En dicha reunión el director de RRHH alegaba por su parte que «no tenía constancia de que se hubieran realizado horas extraordinarias». Ante lo que CGT adjuntó incluso una demanda puesta ante la inspección de trabajo en 2009 por violación de las 12 horas de descanso entre jornadas debido al volumen de horas extras, y otra que se le mandó a la empresa por escrito, por el mismo motivo en agosto de 2010.
Finalmente, en la última reunión se acordó sustituir el ERE extintivo por uno temporal de 180 días con el fin de conseguir la total recolocación de los 15 trabajadores afectados, junto a unas primas que compensan las pérdidas adquisitivas que van a sufrir los afectados.
El delegado CGT se encargó de documentarlas a través de unas cuartillas que los trabajadores rellenan mes a mes, donde quedan recogidas todas las jornadas de trabajo; la empresa retribuye las horas extras como prima de producción en el recibo de salarios.
El 28 de diciembre de 2010 la empresa comunicó a los representantes de los trabajadores que había presentado un ERE de extinción por causas productivas ya que «sufre pérdidas» en algunos centros de trabajo durante 2009 y 2010. El ERE afecta a un total de 15 trabajadores.
En la primera reunión celebrada el día 10 de enero, el delegado CGT solicitó las copias básicas de los 4 contratos celebrados durante el período 2009-2010, años en los que no se produce ningún despido, así como el registro de las horas extraordinarias realizadas durante ese período. La compañía no facilitó la documentación referida.
Al día siguiente, el 11 de enero se celebró reunión entre las partes y la inspectora de trabajo. En dicha reunión el director de RRHH alegaba por su parte que «no tenía constancia de que se hubieran realizado horas extraordinarias». Ante lo que CGT adjuntó incluso una demanda puesta ante la inspección de trabajo en 2009 por violación de las 12 horas de descanso entre jornadas debido al volumen de horas extras, y otra que se le mandó a la empresa por escrito, por el mismo motivo en agosto de 2010.
Finalmente, en la última reunión se acordó sustituir el ERE extintivo por uno temporal de 180 días con el fin de conseguir la total recolocación de los 15 trabajadores afectados, junto a unas primas que compensan las pérdidas adquisitivas que van a sufrir los afectados.
