Francisco Campillo Salvador, presidente comarcal de AVA/ASAJA, informa una temporada más de cómo se ha iniciado la campaña citrícola 2023. En primer lugar señala que este año se presenta bien en cuanto a precios, pero que hay poca producción, «debido al mal clima: por la sequía, lluvias fuera de tiempo y para remate la tormenta de piedra. No me refiero solo a Sagunto, los precios están bien en esta comarca, porque hay menos producción en toda la Comunidad Valenciana y eso repercute en el precio». Aclara Campillo que en la comarca ha habido menos producción, pero no ha sido solo por pedrisco o lluvias. «Pedrisco ha habido en Pla del Alchup y en Albalat, pero en este término está decayendo el cultivo de cítricos».
La repercusión de la merma de producción ha elevado un poco los precios, y así lo explica este veterano agricultor: «Los precios de compra en la actualidad están sobre 6,60 euros la arroba, hasta ahora el precio al que se pagaba era entre 4 y 4,50 euros la arroba en variedades como la Clemenrubí , Orogros, okitsu, etc. de estos frutos quedan pocos en los árboles, pero otras variedades se está empezando a coger, como Clemenules, aunque éstas van un poco retrasadas».
Merma de producción
Siguiendo con la peculiaridad de esta campaña, Campillo señala que la merma de las cosechas ronda un 25%, «pero no lo podemos calcular bien, porque se han abandonado huertos, por ejemplo, en Parc Sagunt II han sido 7.000 hanegadas pérdidas, en las que se van a cambiar los cítricos por la industria, la reducción de la oferta hace que los precios suban, —aunque aclara— que los precios no han subido en porcentaje a la bajada de producción ni en relación al incremento del gasto que el agricultor soporta en producir las cosechas de las diferentes variedades de cítricos, si además las cosechas no alcanza los 170/200 arrobas por hanegada el beneficio sigue reduciéndose».
En ese sentido el presidente comarcal de AVA/ASAJA, señala que en la actualidad se han comprado a 0,40 y 0,50 euros el kilo en variedades tempranas, pero el gasto de producción para el agricultor oscila entre el 0,34 y 0,36 euros por kilo. «Si a esto se le añade la merma de la producción, desciende mucho el beneficio que todo agricultor debe tener, para que este sector, como cualquier otro negocio, pueda subsistir».
Aumento de los gastos
Campillo destaca el incremento desorbitado de los fitosanitarios, los abonos, los herbicidas, etc. porque, según explica, en España están prohibidos la mayoría de estos productos, que, en cambio, están permitidos en otros zonas del mundo desde donde se importan cítricos. «Están sacando al mercado otros productos que son más caros y su eficacia baja al 60%, por ello, hay que repetir dos o tres tratamientos en vez de uno y, al ser productos más caros hay que multiplicar el coste por dos o tres, según los casos, por lo que se dispara el gasto».
El costo del suministro eléctrico para el riego ha sido extraordinario, y según este agricultor ha habido dos épocas, en junio y julio de hace dos años que los socios de un pozo de riego pagaron 6.000 euros al mes de factura eléctrica y el año pasado esta cifra subió a 18.000 o 20.000 euros por las mismas horas de riego. «En AVA/ASAJA no hablamos por hablar, lo analizamos todo. Ahora, utilizando las mismas horas de riego, estamos pagando un precio aceptable, el problema ahora es que al haber sequía, estamos regando en vez de cinco días, siete a la semana, incrementamos un 50% la frecuencia de riego y sube un 50% la factura energética, hace dos años aumentaba el recibo por la carestía del kilovatio, ahora tenemos las dos cosas: el precio de la energía que ha bajado, pero no al precio anterior, y el aumento de las horas de riego».
Campillo explica que normalmente se riega con agua del pantano un 60% y un 40% de los pozos, pero, con la sequía, este año ha ocurrido a la inversa. «En agosto y septiembre hemos pagado de agua el doble a un mes normal, porque hemos llegado a regar siete días a la semana cuando lo normal en verano es regar cinco día a la semana, pero en cuanto refresca un poco se baja a cuatro o cinco días. En la actualidad estamos regando cinco días, creo que es por ciclos climáticos».
Este experimentado agricultor señala que los medios de comunicación hacen referencia a que en diversas fechas de distintas décadas hubo episodios de temperaturas extremas: frío, calor y lluvias; en este sentido concreta: «En la década de los ochenta, aquí ocurrió la salinización de los acuíferos y los pozos porque hubo una sequía impresionante, pero gracias a que fuimos muy solidarios, capeamos la situación. Se mezclaba el agua de todos los pozos, salinizados o no y el agua de la depuradora, con ello se obtuvo una mezcla de agua bastante aceptable y aquellos pozos que estaban muy salinizados se paralizaron y después tuvimos cinco o seis años de periodos de lluvias normales».
Añade el representante comarcal de AVA/ASAJA que los agricultores mayores hablaban de que ha habido ciclos climáticos de siete años en que llueve más y en otros menos. «Ahora estamos mal, sí, pero la denominación ha cambiado, se dice que es cambio climático, en vez de ciclo climático, yo no lo voy a negar, pero es lo que ha venido ocurriendo, ahora es más exagerado, pero puede ser cambio climático o ciclo climático».
Siguen los robos
En cuanto a los robos en los campos, advierte Campillo que han habido robos en varios huertos de aguacates en la zona de los Valles y en una de estas parcelas han sustraído 400 kilos de esta fruta. «Los robos de los cítricos empiezan más tarde, cuando están más maduros, verdes no es rentable robar, aún así, siempre hay alguien que hurta, pero se roba más en fechas cercanas a la navidad que ya está todo maduro».
Sobre la planta fotovoltaica que se quiere instalar en Montiver y va asociada a la gigafactoría, señala Campillo que es un lote que va con la fábrica y piensa que pronto tendrán que empezar para poner en marcha la industria. «Un 20 o 25 por ciento del terreno se utilizará en placas solares, por sostenibilidad, y no entendemos que haya gente que no esté de acuerdo, cuando las placas solares son más ecológicas a favor del medio ambiente que otras fuentes de energía tradicional».
Por último Campillo informa que Adif ha perdido todos los juicios, por lo que, al final, tuvieron que reconocer que los agricultores tenían razón, porque el justiprecio no lo imponen los propietarios de las tierras expropiadas, que lo fijan los abogados del Estado. «En Adif se dieron cuenta que se habían equivocado y están pagando el justiprecio a todos los agricultores afectados, no obstante, hay que subrayar que el proceso está siendo muy lento, pero esperamos que a final de año haya cobrado todos los propietarios».
