La planta fotovoltaica Sagunto I, grafiada a la izquierda, queda para un análisis más preciso

De acuerdo con el proyecto, en diez kilómetros a la redonda de la gigafactoría se deberá construir una planta fotovoltaica que ocupará 250 hectáreas, es decir, 2.500.000 metros cuadrados. Este huerto solar lo desarrollará Iberdrola en base a un convenio de colaboración que se firmó el mismo día de la presentación de la planta de baterías, entre el presidente del Grupo Volkswagen, Herbert Diess, y el de la eléctrica, Ignacio Galán, que contará con una inversión de 500 millones de euros, con la que se abastecerá entre el 20 y el 30% del suministro eléctrico de la gigafactoría. Además, la futura factoría tiene previsto integrar paneles fotovoltaicos en sus instalaciones. «Debemos de generar un ecosistema porque, hay que ser sostenible a lo largo de todo el proceso de producción; con este gran proyecto queremos transformar la industria española, construir el futuro por España y para España», destacó Schmall.

Palos en el engranaje

Sin embargo, este pasado cinco de diciembre la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Sagunto, en la que están representados el PSOE, Compromís y Esquerra Unida, que son las tres fuerzas que forman el Gobierno de Sagunto, aprobaba el informe elaborado por el Departamento Municipal de Urbanismo, ante el Plan Especial Del Área Logística de Sagunt de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural.

En el citado documento municipal se informa favorablemente la parte de la propuesta referente a la implantación de la gigafactoría, en el sector del plan especial del área logística de Sagunto, instruido y de aprobación inmediata por parte de la Conselleria de Territorio, en cuanto tiene su cabida dentro de un ámbito especialmente diseñado y evaluado desde todas las perspectivas por la administración autonómica para ese fin.

Sin embargo, se informa desfavorablemente la implantación de los denominados “ámbitos fotovoltaicos”, que, como es sabido, van ligados a la planta de baterías. No obstante, el informe del Urbanismo municipal es tajante: «al ser una propuesta injustificada e injustificable. No hay motivación suficiente que justifique dicha ubicación ocupando una superficie similar a la del sector del plan especial del área logística de Sagunto. Si no es imprescindible para la gigafactoría, se excluye per se, ya que no es admisible una ocupación tan abrumadora de tanta cantidad de suelo para beneficio y/o conveniencia de una actividad, por muy estratégica que sea (gráficamente, se le permitiría una ocupación de suelo excepcional para ahorrarse anualmente un importe en la factura de la luz). Lo que es inadmisible. Y si es imprescindible para la gigafactoría, es evidente que el plan especial habilitante de la implantación de la gigafactoría se habría quedado corto y precisa de una modificación que tenga como ámbito la superficie que realmente se necesita ocupar, con una evaluación ambiental estratégica que pondere y analice una superficie de ocupación del doble de la evaluada (10 millones de m2 de suelo en vez de los 5,5 que tiene la superficie del sector)», indica el informe.

Hay que tener en cuenta que lo aprobado por la Junta de Gobierno Local, en ningún caso es vinculante, aunque sí puede generar incertidumbre, tal y como se ha señalado desde algún sector político de Sagunto.

Informe oportuno

No es una coincidencia que el Departamento de Urbanismo, dirigido por el nacionalista Francesc Fernández, haya redactado este informe en el que ahora se apoyará Compromís para presentar alegaciones contra este proyecto fotovoltaico y, dependiendo del resultado que obtenga, pueda plantear el inicio posterior de acciones judiciales.

Efectivamente, este pasado 9 de noviembre Compromís difundía un comunicado en el que daba cuenta de que la asamblea local de Compromís por Sagunt aprobó la presentación de alegaciones al proyecto de instalación de una macro planta fotovoltaica anexa a la futura factoría de Volkswagen: «que supondría la desaparición de una buena parte de la huerta de riego histórico del municipio».

En esta línea, desde Compromís se argumentaba que: «No se puede plantear en nombre de la sostenibilidad un proyecto tan contrario a la misma sostenibilidad. Si sumamos el espacio ocupado por la gigafactoría y la propuesta de la planta fotovoltaica, estamos hablando de una extensión de más de 10.000 hanegadas y más de medio millón de árboles. La energía renovable necesaria para la factoría debe proceder de otras fuentes o de plantas ubicadas en otras zonas más aptas para este tipo de instalaciones. También se pueden habilitar los techos de la ciudad: según el estudio del Instituto Tecnológico de la Energía, encargado por la IVACE, en los techos de Sagunto existe un potencial de generación de energía de 285 GWh/año, que supera los 240 GWh/año que plantea como objetivo de autoconsumo el documento de la Consulta Pública del Proyecto Estratégico de la Generalitat Valenciana».

No es la primera vez que las fuerzas progresistas del municipio de Sagunto se oponen al asentamiento de instalaciones industriales relacionadas con el sector energético. En la legislatura 1999-2003 gobernó Sagunto el Partido Popular en una alianza con los nacionalistas del Bloc, hoy Compromís.

En este tiempo, que fue cuando se decidió la instalación del complejo energético en la capital del Camp de Morvedre, la sociedad estaba claramente dividida, por un lado, el Partido Popular, Unión Valenciana, Iniciativa Porteña, la Federación de Comerciantes del Camp de Morvedre y la Asociación de Empresarios, ASECAM, se mostraron a favor de que se instalara en Sagunto la central de ciclo combinado y la planta regasificadora. Consideraban que la demanda energética del futuro Parc Sagunt requería garantías de suministro eléctrico.

Sin embargo, Acció Ecologista Agró, Esquerra Unida, Bloc, el PSOE y CCOO, principal sindicato del municipio, constituyeron una plataforma en contra de la instalación de la regasificadora y la térmica, por considerar que esta industria tendría un impacto grave sobre la salud de las personas, ya que podría potenciar, entre otras dolencias, las de origen oncológico.

Del máximo exponente de aquella batalla, emprendida por las fuerzas progresistas contra la instalación del polo energético de Sagunto, se han cumplido este pasado mes de mayo veinte años. Así es, el nueve de mayo de 2002 unas 500 personas se manifestaron por las calles de Puerto de Sagunto contra la instalación de la central térmica y la planta regasificadora. La marcha iba encabezada por una gran pancarta con un eslogan nítido e inequívoco: «No a la Térmica, no a la regasificadora», tal y como recoge la fotografía del momento.

Veinte años después, aquellas voces que se mostraron más beligerantes, no dudas ahora en presumir del polo enérgético del que se ha dotado Sagunto para atender a la industria.