En la actualidad todos coinciden en resaltar la utilidad de la central de ciclo combinado y la planta regasificadora de Saggas, que atenderán la demanda eléctrica de las nuevas industrias que se instalen en el municipio

Veinte años desde que se empezó a gestar el importante polo energético de Sagunto

El valor estratégico de la planta regasificadora de Saggas ha cobrado enteros, sobre todo, desde que se ha desatado la crisis energética en Europa por la guerra en Ucrania El valor estratégico de la planta regasificadora de Saggas ha cobrado enteros, sobre todo, desde que se ha desatado la crisis energética en Europa por la guerra en Ucrania
Viernes, 03 Junio 2022 21:27

Este 2022 se cumplen los primeros 20 años desde que se empezara a gestar la planta regasificadora de Saggas y la central de ciclo combinado, dos instalaciones que constituyen un polo energético de primer orden para Sagunto y la Comunidad Valenciana. Su construcción y emplazamiento en el municipio de Sagunto, no exenta de polémica en su momento, ya se diseñó pensando en atender la demanda de suministro eléctrico que pudiera requerir el emporio industrial que se asentaría en Parc Sagunt I y II.

Eran tiempos de bonanza económica, de boom inmobiliario y de poco desempleo, donde las cifras de paro estaban muy por debajo de los dos dígitos y el dinero fácil corría con mucha alegría, pero en 2008 llegó la crisis financiera y todo se quedó en nada. Parc Sagunt I feneció, su ampliación, con la segunda fase, ni estaba ni se le esperaba, y la desocupación empezó a crecer sin control, hasta alcanzar en 2013 una tasa del 24,71%. En poco tiempo el futuro de Sagunto se tiñó de negro.

Superada esa fase de recesión económica durísima, que se extendió por espacio de varios años, el pistoletazo de salida llegó a partir de 2015, tras el rescate del abandonado Parc Sagunt I y la posterior llegada del macro almacén de Mercadona. Esta importante inversión de la cadena valenciana de alimentación también ha sido un polo de atracción para otras empresas proveedoras de la firma de Juan Roig, que han optado por adquirir suelo en Parc Sagunt I.

De todo este proceso de reactivación que vive el municipio desde 2016, podría decirse que la guinda la ha puesto recientemente el grupo alemán Volkswagen con el anuncio del futuro asentamiento de la gigafactoría de baterías que impulsa, proyecto que, con todo lo que representa, ha vuelto a poner Sagunto en el mapa. Un municipio que registró el pasado abril una tasa de paro del 14,90%, por lo que todavía le falta mucho para aproximarse, siquiera, a los niveles previos a la crisis de 2008, aunque las expectativas son mucho más halagüeñas.

Polo energético

Ni que decir tiene que tanto la regasificadora como la central de ciclo combinado, cubrirán la demanda energética que se pueda generar en el término municipal de Sagunto con el asentamiento de estas industrias, cuyo proceso ya se ha empezado a considerar como la reindustrialización pendiente, sobre todo, después del traumático desmantelamiento de la cabecera siderúrgica integral, llevado a cabo en la década de los 80 del siglo pasado.

Además, la guerra en Ucrania y la dependencia energética de la Unión Europea del petróleo y el gas que proceden de la Federación Rusa, ha puesto de relieve que la central térmica a gas y, sobre todo, la regasificadora de Saggas, pueden cumplir un papel estratégico para el suministro energético. Téngase en cuenta que, por ejemplo, en el primer trimestre de 2022, Saggas recibió la mitad de las importaciones de gas de todo 2021. De hecho, tras el inicio de la guerra en Ucrania y las tensiones entre España y Argelia, EEUU va camino de consolidar su liderazgo como principal suministrador de gas natural licuado (GNL) a la planta regasificadora del puerto de Sagunto, mientras que Argelia retrocede a posiciones prácticamente testimoniales.

Teniendo en cuenta, por un lado, todo el proceso en ciernes de asentamiento industrial y la demanda energética que puede precisar, y, por otro, que el puerto marítimo de Sagunto ya se ha convertido en una de las entradas más importantes de GNL a Europa, a través de la regasificadora de Saggas, podría decirse que desde la derecha a la izquierda se valora positivamente la existencia de este polo energético, que se empezó a gestar hace ahora 20 años y que se construyó durante la primera década de este siglo. Pero no siempre fue así.

División total

En la legislatura 1999-2003 gobernó Sagunto el Partido Popular en una alianza con los nacionalistas del Bloc, hoy Compromís. En este tiempo, que fue cuando se decidió la instalación del complejo energético en la capital del Camp de Morvedre, la sociedad estaba claramente dividida, por un lado, el Partido Popular, Unión Valenciana, Iniciativa Porteña, la Federación de Comerciantes del Camp de Morvedre y la Asociación de Empresarios, ASECAM, se mostraron a favor de que se instalara en Sagunto la central de ciclo combinado y la planta regasificadora. Consideraban que la demanda energética del futuro Parc Sagunt requería garantías de suministro eléctrico.

Sin embargo, Acció Ecologista Agró, Esquerra Unida, Bloc, el PSOE y CCOO, principal sindicato del municipio, constituyeron una plataforma en contra de la instalación de la regasificadora y la térmica, por considerar que esta industria tendría un impacto grave sobre la salud de las personas, ya que podría potenciar, entre otras dolencias, las de origen oncológico.

De hecho, en un acto organizado por la propia plataforma, en mayo de 2002, un grupo de médicos oncológicos y trabajadores del Hospital de Sagunto presentaron un informe en el que advertían del riesgo sanitario que, según los estudios que obraban en su poder, supondría para la población saguntina la instalación en el municipio de la central térmica.

El estudio presentado, destaca que el abanico de enfermedades originadas por el incremento de la contaminación atmosférica sería amplio e iría «desde las patologías banales como la conjuntivitis, la rinitis, o la cefalalgia, hasta las más graves y potencialmente mortales como los enfisemas broncopulmonares o la insuficiencia cardiaca, además de incrementar el riesgo de cáncer». Asimismo, se pronosticó que estas enfermedades se desarrollarían a corto, medio y largo plazo, e, incluso, según se aseguró en las conclusiones del informe, «contribuirá con otros factores a provocar muertes prematuras entre la población».

Amenazas

El enfrentamiento entre los que defendían una y otra posición llegó, incluso, a generar momentos de verdadera tensión. De hecho, los comerciantes denunciaron amenazas por parte de la plataforma ciudadana. Efectivamente, en aquel mes de mayo de 2002 se produjeron unas declaraciones por parte de un representante de la plataforma antitérmica, en las que advertía a los comerciantes de que, según sus palabras textuales, debían ser más cautelosos y no ir contra los intereses de la ciudadanía que les sustentaba.

Esta advertencia fue interpretada por la Federación de Comerciantes del Camp de Morvedre como una amenaza de boicot a comprar en sus establecimientos comerciales a causa de su postura a favor de la instalación del nuevo polo energético. La agrupación de comerciantes respondió inmediatamente con un comunicado en el que acusó a los miembros de la plataforma de «introducir una nota intolerante en el debate público».

Manifestación

Del máximo exponente de aquella batalla, emprendida por las fuerzas progresistas contra la instalación del polo energético de Sagunto, se han cumplido este pasado mes de mayo veinte años. Así es, el nueve de mayo de 2002 unas 500 personas se manifestaron por las calles de Puerto de Sagunto contra la instalación de la central térmica y la planta regasificadora. La marcha iba encabezada por una gran pancarta con un eslogan nítido: «No a la Térmica, no a la regasificadora», tal y como recoge la fotografía del momento.

manifestación9-05-2002.- Unas 500 personas se manifiestan contra la instalación del polo energético

La comitiva partió desde el Triángulo Umbral y desembocó en las puertas de las Tenencia de Alcaldía, desde cuyo balcón se leyó un comunicado. De esta manera, las fuerzas progresistas reafirmaban su frontal oposición a los planes para crear un gran polo energético en el municipio de Sagunto.

La representación política y sindical de Sagunto en este evento fue muy extensa, aunque el PP, como era de esperar, no asistió, pero sí lo hizo su socio de gobierno, el Bloc, que, a través de Enric Ariño, dejó muy clara su posición: «en el caso de la central térmica, no hacen falta ni argumentos ni justificaciones para ir en su contra porque es seguro que no interesa, y lo que no se puede hacer es reconocer la necesidad del desarrollo sostenible de la ciudad, y al mismo tiempo dar el apoyo a proyectos de este tipo».

Aunque con menor intensidad, la oposición se continuó ejerciendo en los siguientes meses, así, por ejemplo, el 29 de noviembre de 2002, el entonces secretario general de CCOO, Enrique Ruiz, saliendo al paso de las declaraciones del conseller de Industria, Fernando Castelló, quien dijo que Parc Sagunt crearía 30.000 nuevos empleos, señaló: «sería ya un éxito que Parc Sagunt creara a corto plazo un número de empleos que resolviese el problema del paro en nuestra comarca, si además estos empleos fueran adecuados a las características de los parados y colectivos con verdaderas dificultades de inserción, el éxito lo considerarían de primer nivel y calificarían de matrícula de Honor si las condiciones laborales en Parc Sagunt empujaran hacia la reducción de la temporalidad y precariedad del empleo hacia niveles europeos».

Asimismo, Ruiz reiteró la posición conocida del sindicato ante la creación del polo energético proyectado: «compartimos la necesidad de contar con suelo industrial para acoger iniciativas de gran volumen de inversión y empleo, pero no el proyecto de Unión Fenosa, central térmica y regasificadora porque Parc Sagunt podría tener sin ellos suficientes y mejores atractivos para las iniciativas empresariales limpias y generadoras de empleo».

Elecciones municipales

Todas estas acciones de oposición al futuro polo energético de Sagunto se encuadraron en un contexto claramente preelectoral, pues en mayo de 2003 se celebraron elecciones municipales, proceso que propició el relevo en el Ayuntamiento de Sagunto, gracias a un pacto entre PSOE, Esquerra Unida y Bloc, el mismo grupo nacionalista que en la anterior legislatura dio soporte al Partido Popular en el gobierno del municipio. Gracias a este acuerdo, asumió la Alcaldía de Sagunto la socialista Gloria Calero Albal, en la actualidad delegada del Gobierno de España en la Comunitat Valenciana.

Para sorpresa de propios y extraños, una de las primeras acciones del nuevo gobierno municipal progresista fue girar visita a las obras de la regasificadora a principios de julio de 2003. A la alcaldesa le acompañaba el edil de Urbanismo, Francesc Fernández. En aquel momento, el tripartito dejó clara su disposición a negociar con Unión Fenosa contrapartidas a cambio de su instalación en Sagunto.

Es más, el nacionalista Manuel Civera, que también compartía tareas de Gobierno en el tripartito, apeló a la responsabilidad y aseguró que si sus socios, en clara referencia a EU y PSOE, no aseguraban la negociación, podría haber problemas.

Teniendo en cuenta que PSOE, Bloc y EU, formaban parte de la plataforma antitérmica, no pasó desapercibido este cambio de posición tan radical. Es más, la propia plataforma se desvaneció tras producirse el cambio político en el gobierno del municipio. En este sentido, el entonces presidente del PP, Alfredo Castelló, en declaraciones recogidas por este periódico el 10 de julio de 2003, señaló: «Les ha dado la fiebre del gobierno en algunas cosas para bien, como es el caso de que ahora estén a favor de la regasificadora, cosa que creo que tiene que alegrarles a todos, aunque en otras cosas parece que todavía no les ha entrado el sentido común, como en el tema de los sueldos o de saber qué hacer con el Ayuntamiento a nivel general. Es curioso qué pronto se pasa de coger la pancarta, dar gritos en la calle e hincharse a escribir artículos en prensa, a apoyar ahora la regasificadora. Parece que de golpe y porrazo han visto la luz, como San Pablo. A nosotros, cuando defendimos la postura de estar a favor de la regasificadora y de la reindustrialización de Sagunto, nos han dicho de todo, poco menos que asesinos, y ahora ellos en tan poco tiempo se han cambiado de acera. Han sufrido una metamorfosis».

El 19 de noviembre de 2003, un día antes de que venciera el plazo para presentar alegaciones ante la Generalitat con relación al proyecto de instalación de la central de ciclo combinado, la alcaldesa, Gloria Calero Albal, ofreció una rueda de prensa para informar de las alegaciones que se habían presentado contra esta industria. En esta comparecencia, la primera autoridad local pronunció una frase que, de alguna manera, sintetizaba todo este proceso: «Unión Fenosa ha encontrado en este equipo de gobierno el interlocutor válido del que carecía».


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Modificado por última vez en Sábado, 04 Junio 2022 12:07

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