La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, la saguntina Gloria Calero Albal, recibe este martes a las 9:30 horas en el Palacio del Temple, sede de la Delegación, a una representación del comité de empresa de Pilkington Automotive, formada por cuatro miembros. Como ya adelantó este periódico, la reunión ha sido solicitada por los representantes de los trabajadores con el fin de dar visibilidad del conflicto laboral fuera de Sagunto y, sobre todo, pedir el apoyo del Gobierno de España en la defensa del empleo.
Según han explicado fuentes sindicales, se trata de exponerle a la delegada del Gobierno de España la problemática que ha motivado el conflicto laboral en Pilkington Automotive para que, a su vez, de traslado a Madrid de la situación. Se trata de que se inicien actuaciones por parte del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo con la multinacional japonesa NSG, que es de quien depende la fábrica de Sagunto, con el fin de que se constituye una mesa de negociación donde, además del Ministerio, estén representados los trabajadores y la compañía al más alto nivel, puesto que el cuerpo directivo de la fábrica local no tiene poder decisorio.
Se pretende que el Gobierno de España, a través del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, se involucre y medie con el grupo NSG para poner en marcha un plan de viabilidad que garantice la continuidad de la factoría y, por tanto, el mantenimiento de los 400 empleos, ya que la paralización definitiva de la línea de laminado hará inevitable el cierre de la factoría. El problema se centra en la necesidad de realizar inversiones que permitan modernizar la línea que se quiere clausurar, para poder atender la demanda de los nuevos modelos de parabrisas que exigen los fabricantes de automóviles y que, hoy por hoy, no se pueden producir en la planta de Sagunto.
Al hilo de lo anterior, cabría recordar que, según informó el comité de empresa de la factoría, en la reunión del Tribunal de Arbitraje Laboral (TAL) celebrada la pasada semana, previa a la jornada de huelga convocada para este 22 de marzo, la empresa ya dejó bien clara su posición: «sigue sin comprometerse con la continuidad de la instalación de laminado, para lo que, además, ha manifestado que la supervivencia del resto de la planta tendría que pasar por una gran transformación de la estructura actual y de las condiciones laborales y salarios actuales».
