Este pasado viernes la dirección de Pilkington y el comité de empresa alcanzaron un acuerdo en cuanto al plan de acompañamiento social del ERTE por fuerza mayor planteado por la compañía ante la caída de la demanda y perdida de actividad en relación con la alarma sanitaria decretada por el Gobierno por el COVID-19. El plazo previsto por la dirección para este expediente va desde el 1 de abril al 30 de julio para toda la plantilla, cualquiera que sea su actividad, mientras subsistan las circunstancias debido a la alarma sanitaria, según han informado fuentes de CCOO.
El pasado día 24 de marzo, indican las mismas fuentes, los sindicatos CCOO y CGT acordaron un plan de acompañamiento social, en caso de que la Autoridad Laboral validara dicho ERTE por fuerza mayor. Dicho plan incluía la negociación de mejoras del plan social. Cabe recordar que los sindicatos plantearon que el ahorro que obtendría la empresa respecto a las cotizaciones sociales, al aprobarse el ERTE por fuerza mayor, repercutiera en mejoras para la plantilla.
Efectivamente, el nuevo plan de acompañamiento prevé que los periodos de suspensión de empleo no afectaran al disfrute de las vacaciones, además se ha establecido un complemento de hasta el 95% del salario y la parte proporcional de la paga extra del mes de abril, para los trabajadores con salarios más bajos, los que están por debajo de los topes salariales del paro, mientras que el resto de empleados obtendrán un complemento entorno a lo que ya tenían acordado en el anterior ERTE que finalizó el pasado 31 de marzo.
A los trabajadores que estuvieron de ERTE hasta el 31 de marzo se les mantendrán las condiciones anteriores. Además, se contempla el adelanto de una parte del premio participación, para paliar el retraso del cobro de las prestaciones del SEPE. También se incorpora al plan social que, si la situación productiva mejorara y alcanzara el 50%, se negociaría un nuevo expediente con las condiciones derivadas de dicha situación.
Desde CCOO resaltan la voluntad del comité de empresa, donde CCOO ostenta la mayoría, junto a la dirección, de no solo ser conscientes de la situación, tras el decreto de estado de alarma sanitaria, sino de la capacidad de buscar alternativas que permitan conjugar los intereses empresariales y el mantenimiento del empleo y condiciones de los trabajadores de la planta.
Finalmente, indican desde este sindicato que «dada la situación de emergencia este tipo de medidas ayudan a sostener el empleo en la comarca, permitiendo que las empresas sigan apostando por la actividad industrial en nuestra zona. Maxime si se tiene en cuenta que en el caso de Pilkington la empresa matriz se encuentra en Italia y que también está sufriendo la crisis derivada del parón industrial en Italia, así como en el resto de los mercados del sector auto, actividad principal del Grupo en el que se encuentra la planta».
