Hay un dicho popular que recuerda lo poco que dura la alegría en casa del pobre. Efectivamente, la compraventa de viviendas experimentará un crecimiento mucho más lento a partir de ahora, debido a que se está en los albores de un nuevo cambio de ciclo, cuando esta actividad empezaba a conquistar niveles de cierta importancia, aunque muy lejos todavía de la época dorada de la burbuja inmobiliaria.
La guerra comercial entre EEUU y China y el Brexit ya dejan sentir sus consecuencias en algunos países de la Unión Europea, entre ellos Alemania, que es la principal locomotora económica de la UE. Así las cosas, unos hablan directamente de un enfriamiento de la economía y otros, los más optimistas, de una desaceleración. Sea como fuere, los datos de transacciones inmobiliarias correspondientes al primer trimestre de 2019, que son los que ya ha publicado el Ministerio de Fomento, reflejan claramente que el crecimiento de este primer trimestre ha sido más lento que el experimentado durante el mismo periodo de los años anteriores.
De acuerdo con estos datos, podría decirse que fue en los años 2012 y 2013 cuando alcanzaron su nivel más bajo las transacciones de inmuebles en el municipio de Sagunto. Ni que decir tiene que aquellos ejercicios fueron los más duros de la crisis económica anterior. Después de tocar fondo, a partir de 2014, se inició una moderada escalada que, poco a poco, ha permitido una recuperación de las transacciones inmobiliarias. Si se sigue la evolución experimentada del primer trimestre entre 2016 y 2019, se comprueba fácilmente que el verdadero tirón se produjo en los tres primeros meses de 2018, con un total de 258 operaciones. Esta cifra se ha visto superada en el mismo periodo de 2019, pero con tan solo 20 inmatriculaciones más, con un total de 278, es decir, que se ha crecido, pero a un ritmo mucho menos.
Por otro lado, los datos reflejan claramente que la inmensa mayoría de las operaciones realizadas corresponden a vivienda de segunda mano. Por ejemplo, de las 278 transacciones realizadas en el primer trimestre de 2019, corresponden a vivienda usada 271, o sea solo 7 son de obra nueva. Hay que tener en cuenta que, de acuerdo con el Censo de Vivienda y Población de 2011 del INE, que es el más reciente del que dispone este Instituto, en el municipio de Sagunto había un total de 43.498 viviendas. Por otro lado, el propio INE estima que en la provincia de Valencia hay 1.473 viviendas vacías por cada 10.000 casas, lo que implica, para el caso de Sagunto, una estimación que se sitúa en un total de 6.406 viviendas desocupadas, lo que representa, en términos de porcentaje un 14,72%. De cada 100 viviendas estén sin habitar 15 en números redondos, da una idea de los motivos por los que la obra nueva apenas tiene salida en un contexto económico de gran precariedad laboral donde resulta particularmente difícil encontrar financiación.
No cabe duda de que las transacciones inmobiliarias son uno de los indicadores que, junto al desempleo o el consumo, permiten tomarle el pulso a la economía con bastante exactitud. Que en Sagunto se ha producido una desaceleración es algo que ya viene anunciando un crecimiento del empleo mucho más lento, así como la ralentización en las operaciones inmobiliarias.
